El futuro no pertenece a los dictadores, aunque estos crean que sí. El porvenir de la humanidad es la libertad, aunque a veces parezca que a algunas partes del mundo nunca llegará.

El futuro no pertenece a los dictadores, aunque estos crean que sí. El porvenir de la humanidad es la libertad, aunque a veces parezca que a algunas partes del mundo nunca llegará.
La apertura de una transición hacia la recuperación de la democracia en Venezuela, tendría una enorme repercusión positiva en toda la región latinoamericana y caribeña, sobre todo en Nicaragua.
“El problema humano básico es la falta de compasión. Mientras este problema subsista, subsistirán los demás problemas. Si se resuelve, podemos esperar días más felices”.
A pesar de lo nefasto que fue también el 2022, con la misma confianza, fe y esperanza antes mencionadas deseamos a todos los nicaragüenses, a los que están en uno y otro bando y que algún día volverán a reconciliarse en democracia…
Putin ha dicho que para él la desaparición de la URSS en 1992 fue la mayor tragedia del siglo XX. Y no oculta su intención de resucitarla bajo una nueva modalidad económica de Rusia, pero siempre basada en una ideología totalitaria
No puede ser posible que la historia vuelva hacia atrás y que el mundo entero termine sometido a la tiranía. Más bien, son la libertad y la democracia las que terminarán como las condiciones de vida de toda la humanidad.
Organismos sociales cívicos y de derechos humanos sostienen que con la liberación anticipada de tantos presos comunes, que son beneficiados con el régimen de convivencia familiar, se incrementa la delincuencia y la inseguridad…
Esos valores universales de Europa Occidental, aparte de la religión cristiana, son la libertad, la democracia, la ciudadanía y los derechos humanos; principios fundamentales y superiores que en los países dominados por el autoritarismo, la autocracia, la dictadura y el nacionalismo exacerbado, no son reconocidos y menos respetados.
El 2022 ha sido pues un año malo, pero también y al mismo tiempo muy bueno y esperanzador, para el futuro de la libertad, la democracia y la dignidad de la raza humana.
Se puede en la Navidad elevar una oración por los presos políticos, por su libertad o al menos el mejoramiento de sus condiciones carcelarias, como hacer un brindis por ellos durante la cena tradicional.