14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Medardo Mairena

Los líderes campesinos Medardo Mirena y Pedro Mena. Foto tomada de Twitter.

Medardo Mairena no ha podido reunirse con su familia en EE. UU. por falta de patrocinador

El líder del Movimiento Campesino trabaja en construcción en EE. UU. y espera pronto conseguir un patrocinador para volver a ver a su familia

Han pasado más de cuatro meses desde que el líder del Movimiento Campesino y exreo político convertido en apátrida por la dictadura orteguista, Medardo Mairena, fue desterrado a Estados Unidos, donde ha iniciado su vida desde cero, sin dejar a un lado su activismo por Nicaragua. Pero su mayor deseo es poder reunirse con su familia.

Con la colaboración de EE. UU., el 9 de febrero de este año el régimen envió a 222 presos políticos, incluido Mairena, a ese país y luego los despojó de su nacionalidad. Todos fueron trasladados a Washington, y la Administración Biden los recibió a través de su programa de “parole humanitario”, especial para permanecer en el país de forma legal por dos años.

Lea además: Iniciativa de Lula de mediar por la liberación de monseñor Álvarez es para “lavarse la cara”, tras maniobra fallida a favor de Ortega en la OEA

Sin embargo, son pocos los excarcelados que desde entonces han podido reencontrarse con sus familiares en ese país, a través del también parole humanitario —programa que beneficia a nicaragüenses, venezolanos, cubanos y haitianos— por falta de patrocinador.

“Mi esposa y mis hijos están en el exilio. Lamentablemente no he podido reunificar a la familia, pero estoy en esa lucha, no he podido ver a mis hijos y ese es uno de mis mayores deseos”, declaró Mairena.

El líder campesino tiene tres hijos: de 22, 18 y 7 años.

Medardo Mairena
Líder campesino Medardo Mairena en los juzgados de Managua.

En el caso de los 222 exreos políticos nicaragüenses no se requiere que haya un patrocinador en EE. UU., ya que es el propio gobierno estadounidense quien se hizo cargo de estas personas. Sin embargo, sus familiares sí deben conseguir un patrocinador para viajar a este país.

“Para poder obtener el beneficio del parole humanitario tienes que tener un patrocinar y no se consigue bien fácil a alguien que quiera hacerte el favor de pedírtelos. Ha sido difícil para mí y para muchos. Son pocos los que han podido lograrlo, la mayoría no ha podido reunificarse con sus familiares”, lamentó Mairena.

Lea también: Comisionada de la CIDH: solo en Nicaragua hay “tan brutal” represión contra la Iglesia

El líder campesino también lamenta “no poder abrazar a mis padres, a mis hermanos”, pero a la vez reconoce que “ahora puedo hablar todos los días con ellos a través de videollamada, y están tranquilos porque mi vida no corre peligro en una cárcel. Eso es un alivio para la familia, aunque estemos largo”, dijo.

Ha logrado seguir con su activismo

Mairena compartió esta semana un post en sus redes sociales en que aparece junto al también líder campesino y exreo político Pedro Mena, al iniciar su jornada laboral en construcción. Contó que también ha trabajado en varios restaurantes, donde ha tenido jefes nicaragüenses que han sido flexibles para que pueda a la vez continuar con su activismo político.

“Como a cualquier exiliado, el estómago no espera y además tengo como cualquier padre de familia mis responsabilidades. Hacemos lo que salga, he trabajado en construcción, pintando y demoliendo casas. Para mí el trabajo es muy digno, yo estoy acostumbrado al trabajo pesado, eso me enseñaron mis padres, siempre he vivido de la tierra, del campo”, expresó Mairena.

Podría interesarle: Nicaragua, el primer país de Latinoamérica en la zona “roja” por la persecución a la Iglesia católica

Para Mairena también “es muy digno estar al lado del pueblo sufrido de Nicaragua, sobre todo los presos políticos”, por eso “saco tiempo para la lucha”, destacó.

“Yo fui un preso político, estuve en La Modelo, aislado como está monseñor Rolando Álvarez, sé lo difícil que es estar ahí. No puedo estar tranquilo sabiendo que nuestros guías espirituales, compañeros de lucha, resisten desde las cárceles, pasando por situaciones mucho más difíciles de las que yo estoy pasando, por eso seguimos trabajando, demandando la liberación de todos los presos políticos y el retorno de la democracia en Nicaragua”, señaló Mairena.

Miembros del Movimiento Campesino reunidos en Atlanta, Georgia. Cortesía.

Recientemente estuvo reunido con los campesinos exiliados y desterrados en EE. UU. “trabajando en la parte de la organización territorial desde aquí. Lo hacemos con el objetivo de reencontrarnos con nuestros hermanos de lucha y seguir trabajando por Nicaragua”, reiteró.

Podría interesarle: Esto es lo que piden senadores de EE.UU. en el proyecto de ley que beneficiaría a los 222 ex presos políticos desterrados

A la vez indicó que hay muchos campesinos que están pasando situaciones críticas en ese país, “por no entender el idioma, por la falta de estudios, desconocen los procedimientos legales, los procesos de asilo, por eso trato de hacer amistades con abogados para apoyarlos en sus procesos, hemos hecho charlas explicándoles”, comentó Mairena.

“Es difícil la situación, necesitás un permiso de trabajo para poder pagar un abogado que vea tu caso, y para tener un abogado tenés que tener recursos económicos y sin el permiso de trabajo no podés conseguir trabajo. Entonces para los campesinos esa situación se vuelve complicada, pero estamos tratando de ayudarles. Vamos a salir adelante, vamos a contribuir en el desarrollo de este país y vamos a liberar a Nicaragua”, reiteró el líder campesino.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí