La persecución del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a la Iglesia católica —incluyendo a religiosos y laicos— ha provocado que Nicaragua se sitúe como uno de los países en el mundo que persigue la fe de los católicos, indica el informe Libertad Religiosa en el Mundo de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). Nicaragua es el único país en Latinoamérica que entró a la zona roja, un indicativo que solo comparte con sus aliados Irán y China.
“Nicaragua es el primer país del continente americano integrado en la lista de los lugares donde se cometen mayores violaciones a la libertad religiosa en el mundo. Allí la situación de este derecho ha empeorado visiblemente. La Iglesia católica ha sufrido el acoso y la persecución del gobierno de Daniel Ortega”, denunció el informe presentado este 22 de junio.
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La crisis política que vive Nicaragua y el asedio contra la Iglesia comenzaron tras la denuncia de los líderes eclesiales por la violación de los derechos humanos, entre ellos, el de la libertad religiosa. “Sucedió a raíz de las protestas de la sociedad civil en 2018. Desde entonces la persecución del Ejecutivo hacia la Iglesia católica ha hecho saltar por los aires el derecho a la libertad de religión”, advirtió el informe.
Agregó que la libertad religiosa en Nicaragua “nunca ha estado tan amenazada y las perspectivas son negativas”, pues indicó que “la Iglesia solo pide respeto a las libertades civiles y a los derechos de los nicaragüenses”.
El Informe analiza el cumplimiento de la libertad religiosa y reveló que el 62.5 por ciento de los habitantes del mundo, casi 4,900 millones de personas, viven en países donde se vulnera la libertad religiosa.
Gobierno autoritario aumenta la persecución
El informe indica que en 61 de los 195 países del mundo se viola la libertad religiosa.
“Las violaciones más importantes a la libertad religiosa se producen en naciones con un historial cuestionable de respeto a los derechos humanos y la democracia, entre ellas Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estos gobiernos han manifestado hostilidad y agresividad hacia las Iglesias cristianas (tanto la católica como las no católicas) cuando sus líderes religiosos han denunciado la corrupción y las iniciativas políticas y sociales que entienden que son perjudiciales para el bien común”, sostiene el informe.
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La hostilidad estatal, dijo el informe, se manifiesta en el uso de la fuerza, que incluye la interrupción de las celebraciones religiosas, la intimidación de los fieles con despliegues policiales beligerantes alrededor de iglesias y procesiones, amenazas a los líderes religiosos y a los fieles, cancelación de los visados al personal religioso extranjero y opacidad en el proceso de registro de los grupos religiosos.
La nación centroamericana es uno de los 28 países donde predomina la persecución religiosa, mientras que la discriminación por razón de las creencias afecta a otros 33, incluyendo los países como Venezuela, Cuba y Haití, los dos primeros regímenes de Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel.
La situación ha empeorado en 47 Estados desde 2021 y tan solo ha mejorado en nueve.
El informe destacó que la persecución religiosa en Nicaragua ha aumentado como consecuencia de un “gobierno autoritario”.
Los más recientes ataques del régimen
Como parte del más reciente ataque del régimen a la Iglesia con el congelamiento de las cuentas bancarias de todas las Diócesis del país, la abogada y autora del Informe Nicaragua: Una Iglesia perseguida, Martha Patricia Molina, lamentó que este 22 de junio los miembros del Seminario Propedéutico Nacional San Juan Pablo II, en Bluefields, participaron de la misa de clausura.
“El día de hoy el obispo de Bluefields, monseñor Francisco Tijerino Dávila, celebró la misa de clausura del primer semestre de los seminaristas del Seminario Propedéutico. Ellos no continuarán sus estudios en esa casa de formación por la embestida de la dictadura Ortega-Murillo”, dijo Molina en un tuit.
De hecho la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada indicó en un tuit que la medida “ha afectado a 27 seminaristas, que provienen de siete Diócesis de Nicaragua”.
En el acápite sobre Nicaragua se menciona la expulsión del nuncio apostólico Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, en febrero de 2022, las expulsiones de las religiosas Misioneras de la Caridad de Madre Teresa de Calcuta y las Hermanas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús.
También el encarcelamiento arbitrario de monseñor Rolando Álvarez, quien tras haberse negado a ser deportado a EE. UU. junto con 222 presos políticos, fue condenado más de 26 años de cárcel y trasladado al Sistema Penitenciario Jorge Navarro mejor conocido como La Modelo.