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¿Por qué se abstienen de votar en la OEA los mismos países en las resoluciones sobre Nicaragua?, esto dicen los analistas

En las dos últimas resoluciones de la OEA, conformada por 34 países, sobre la situación de Nicaragua, solo la representación del régimen de Daniel Ortega ha votado en contra. Analistas valoran las causas que llevan a ocho países a abstenerse.

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El 8 de diciembre, 25 países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobaron una Resolución sobre Nicaragua, en la que a más tardar este próximo viernes 17 de diciembre, el Secretario General del organismo, Luis Almagro, deberá presentar un informe de las gestiones diplomáticas encomendadas, entre ellas solicitar al régimen de Daniel Ortega, entre otras cosas, el ingreso de una misión de alto nivel y la liberación de los presos políticos.

Sin embargo hay un grupo de países que han decidido abstenerse frente a estos planteamientos. La OEA ha aprobado entre noviembre y diciembre de este año, dos históricas resoluciones sobre Nicaragua, encaminadas a encontrar una solución a la crisis en la que está sumergido el país desde abril de 2018. Ambas resoluciones están respaldadas con 25 de sus 34 Estados miembros. Mientras que ocho países – siendo los mismos casi siempre – se abstienen y Nicaragua es el único voto en contra.

Los países que casi siempre se abstienen son: Argentina, Belice, Bolivia, Honduras, México, San Cristóbal y las Nieves, San Vicente y las Granadinas y Santa Lucía. Sin embargo, dicha postura responden a distintas razones, pero que a la vez han evidenciado el aislamiento del régimen en la región, ya que un voto a favor del régimen de Daniel Ortega tiene un costo político altísimo, valoraron analistas consultados por La Prensa.

El politólogo costarricense, Alberto Cortés, opinó que hay distintas razones y causas para cada voto, que van desde posiciones que evidencia una diferencia con la orientación de los Estados Unidos, como lo es en el caso de México y Argentina.

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El analista político Eliseo Núñez, considera que al final (la abstención de estos países), lo que refleja es que Ortega no logra conseguir realmente un apoyo de ellos. “Es decir que para estos países es difícil explicar porque apoyan a Ortega, entonces, se escudan en una abstención que les permite alegar un tema de autodeterminación y otras cosas similares”, dijo.

“Esto es lo más cerca que pueden estar de apoyar a Ortega, por eso es que se abstiene constantemente porque el costo político interno de ellos, de votar a favor de Ortega es altísimo, entonces, deciden jugar este juego alternativo”, añadió Núñez.

Algunos cambios de opinión

El 16 de junio el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó la resolución “Situación en Nicaragua” en la que expresó su “alarma” ante el deterioro del entorno político en ese país, donde hasta esa fecha se habían detenido a más de una decena de opositores, incluyendo a potenciales candidatos presidenciales.

En esa ocasión, la resolución de la OEA fue secundada por 26 países. Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas votaron en contra, los tres últimos en las posteriores votaciones se abstendrían.

Las abstenciones fueron Argentina, Belice, Dominica, Honduras y México. En las siguientes resoluciones, Dominica volvió a abstenerse en noviembre y luego votó a favor en diciembre.

Resolución de la AG/OEA de noviembre

El 12 de noviembre, la Asamblea General de la OEA aprobó con 25 votos a favor, 7 abstenciones, 1 en contra (Nicaragua) y 1 ausencia), una Resolución que declaró como “ilegítimas” las elecciones generales del pasado domingo 7 de noviembre, a través de las cuales Ortega y Rosario Murillo, decidieron quedarse en el poder por al menos cinco años más a base de represión.

«Declarar que, en las evidentes circunstancias, las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática», concluye la Resolución.

En esta ocasión Argentina, votó a favor, mientras que San Cristóbal y las Nieves estuvo ausente. Nicaragua fue el único que votó en contra.

Resolución del CP/OEA de diciembre

Este miércoles 8 de diciembre, en seguimiento y respuesta a la resolución de noviembre, el Consejo Permanente de la OEA, aprobó con 25 votos a favor una resolución en la que afirma que Nicaragua no respeta sus compromisos con la Carta Democrática Interamericana y que pide al régimen aceptar una misión de alto nivel que ayude a conducir la realización de reformas electorales integrales.

En esta ocasión Argentina se abstuvo, junto a otras siete abstenciones y Nicaragua volvió a votar en contra.

“Hasta países del entorno del socialismo del siglo XXI no le están dando un apoyo, te habla del nivel de aislamiento que tiene Nicaragua en Centroamérica y el Caribe. Yo lo vería de esa manera”, señaló Cortés.

Asimismo el politólogo indicó que “el voto en contra de las resoluciones fue de Nicaragua nada más, osea, más evidencia del aislamiento no podría haber. Y eso también es el resultado del trabajo que ha venido haciendo la diáspora nicaragüense en distintos países. Habido una acción activa, un desarrollo de acciones de parte de la diáspora explicando lo que está sucediendo en Nicaragua y también señalando la grave violación a los derechos humanos que ha habido en Nicaragua desde el 2018, incluyendo crímenes de lesa humanidad pasando por el encarcelamiento de quienes piensan distinto de quienes están en el poder”.

Argentina

El Gobierno de Argentina, encabezado por el presidente Alberto Fernández – de izquierda – se destacó durante un buen período por su abstencionismo. Sin embargo, sopresivamente el 12 de noviembre, figuró dentro de los 25 países que respaldaron la resolución de la Asamblea General de la OEA que declaró como ilegítimos los comicios en Nicaragua. Aunque este miércoles volvió a ubicarse en la lista de los ocho países que se abstuvieron a votar.

Cortés explica que la postura de Argentina tiene que ver con la correlación de fuerzas interna del partido de gobierno y las contradicciones que hay entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Al respecto, el sociólogo e historiador Óscar René Vargas coincide por separado y argumenta que “Kirchner es solidaria (con Nicaragua) por la posición con el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), mientras que los otros (Fernández) no, en esa posición de desacuerdo, lo más fácil es abstenerse para no entrar en mayores contradicciones internas”.

Es decir que “depende de las correlaciones de fuerza que se producen al interior (del gobierno argentino), o sea, un día esta más fuerte una tendencia que otra, por eso es que es variante su postura, su voto”, apuntó Vargas.

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Núñez opinó que Ortega se ha acercado a Kirchner y ella le ha dado apoyo, entonces “Fernández no ha tenido más remedio que emigrar de la oposición a la abstención para mantener su coalición unida, ya que Nicaragua no es un problema mayor y no va a generar un roce innecesario con su socia con el tema de Nicaragua”.

Aunque en términos prácticos, Manuel Orozco, politólogo y analista del Diálogo Interamericano dijo que “la política exterior Argentina aparece como la más contradictoria de todas, porque tiene plena conciencia de la situación en Nicaragua y prefiere guardar silencio”.

México

El Gobierno de México —ideología de izquierda— liderado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a lo largo de este año en referencia a las resoluciones aprobadas por la OEA se ha destacado por su abstencionismo.

Orozco, manifestó que al igual que Argentina, México, escogen abstenerse de votar porque hacen de la abstención un movimiento pendular de acuerdo con el tema que creen apoyar.

“México mientras tanto siempre ha tenido la doble moral como principio de política exterior, mantenerse al margen de situaciones de crisis política, guardar silencio ante las condiciones prevalecientes en las dictaduras, pero a la vez esconde su propio historial poco democrático al interior del país. Son pocas las ocasiones en que la política exterior mexicana ha sido proactiva en beneficio de la seguridad regional y la democracia. Su última experiencia está en su trabajo con el Grupo Contadora, ahora su rol en las pláticas de Venezuela y la oposición reflejan un esfuerzo diplomático un tanto limitado pero que podría haber replicado con Nicaragua en vez de solo abstenerse”, dijo Orozco.

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Mientras que Cortés opina que “México está haciendo una apuesta por al CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y sobre todo, porque tiene diferencias con Luis Almagro (Secretario General de la OEA) y con la posición que ellos consideran demasiado intervencionista, aunque, al igual que Argentina han hecho criticas ambos al tema de la violencia y de los derechos humanos y el no reconocimiento del proceso electoral”.

Por su lado Vargas, expresó que aunque México dice que quiere jugar un papel de mediador, se justifica “porque ellos no quieren ser seguidores de las posiciones de los EE.UU., hay que comprender que México y Estados Unidos tienen una contradicción histórica. Entonces, la política mexicana nunca va a ser seguidista de la política norteamericana, ellos van a querer mostrar siempre que tienen su propia política y entonces prefieren abstenerse y no votar a favor. Además tiene criticas no hacia la OEA sino hacia el Secretario General”.

Honduras

Honduras gobernado actualmente por el presidente Juan Orlando Hernández ha coincidido con el mismo posicionamiento de abstencionismo sobre la situación de Nicaragua.

En el caso de Honduras, Vargas analiza la posición de este país va más allá de una postura política. “Lo veo más bien por una relación de compadrazgo de la corrupción que existe entre Honduras y Nicaragua, es decir, la corrupción de Juan Orlando Hernández tiene su efecto o sus aliados en a corrupción de sectores del orteguismo que tienen inversiones en Honduras”, dijo Vargas.

Cabe mencionar que Juan Orlando Hernández es señalado de fraude y de tener supuestos vínculos con el narcotráfico. “Eso vasos comunicantes entre la mafia corrupta con Honduras y la mafia corrupta con Nicaragua hace que esta gente se abstenga y no votan a favor ni votan en contra. No votan en contra porque también tienen que guardar la distancia y no crear problemas con Nicaragua”, añadió Vargas.

En octubre pasado el mandatario de Honduras visitó Nicaragua y suscribió con Ortega el Tratado de Límites entre la República de Nicaragua y la República de Honduras en el mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca con el que Nicaragua logró delimitar con Honduras, un espacio para la salida del vecino país al Océano Pacífico, no obstante a los hondureños les queda pendiente delimitar la otra mitad con El Salvador.

La firma del tratado se dio a escasos 10 días de que en Nicaragua se realizaran las cuestionadas elecciones presidenciales cuyos resultados han sido desconocidos por la comunidad internacional.

Belice

Belice es otro de los países que han mostrado su abstención en la votación de las resoluciones sobre Nicaragua. 

Vargas considera que de todos los casos, Belice es el más enigmático “porque aparentemente hay dinero de por medio”, dijo el sociólogo.

Belice depende del Reino Unido, en teoría, señala Vargas, pero “la mafia que invierte en Belice son tanto de Honduras como la mafia nicaragüense. Hay una relacione ahí económica financiera que Belice tiene que mantener cierto equilibrio, por llamarlo de alguna manera”, añadió.

Por otro lado Cortés, observa que en el caso de Belice hay un dato interesante y es que ellos terminan comportándose de forma contraria a la forma en que se comporta Guatemala. “Si Guatemala vota a favor de una resolución condenando a Nicaragua ellos se abstienen. Hace dos resoluciones Belice votó a favor de una resolución (sobre Nicaragua) y Guatemala se abstuvo”, aseguró el politólogo.

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“Entonces ahí posiblemente hay un juego de política exterior de ambos países que mantienen tensiones por su historia específica y otros países que están bajo la influencia de la Venezuela de Nicolás Maduro”, insistió.

Orozco manifestó que “tanto Argentina como Belice juegan por errar con el riesgo moral expresando su posición de defensa de derechos humanos y de urgencia para liberar a los presos políticos, pero a la vez creen que una posición más enérgica puede desembocar en una decisión apresurada como la que ocurrió con la salida de Evo Morales en Bolivia y el apoyo parcializado de la OEA al respecto”.

Bolivia

El actual presidente de Bolivia, Luis Arce, ideología de izquierda, es considerado como compañero de Evo Morales desde hace mucho tiempo. Arce durante los 14 años de presidencia de Morales, fue ministro de Finanzas y Economía casi todo el tiempo. Él era el candidato presidencial preferido de Morales durante los comicios de octubre 2020, donde ganó con el 55 por ciento de los votos.

El caso de Bolivia es notorio ante la OEA debido a la postura que ha adoptado frente a la situación de Nicaragua. Su representante permanente, Héctor Arce, había venido votando en contra las resoluciones del organismo en referente a la crisis en Nicaragua, por ser un país de afinidad política con el régimen de Ortega, no obstante en los últimas resoluciones ha optado por abstenerse. Bolivia y Nicaragua son miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP).

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“Bolivia es una país que está dentro del grupo de países que creen en el socialismo del siglo XXI y son los que le dan un apoyo duro a Nicaragua”. Sin embargo, en la última Resolución Bolivia se abstuvo, “pero hizo una critica al tema de permitir el ingreso de la comisión de alto nivel (a Nicaragua)”, señaló Cortés.

Además “es lógico que después que la OEA haya aceptado el golpe de Estado y después que gobierno del partido que acepto el golpe de estado volvió al poder, pues por lo menos mantiene una posición de no aceptar la propuesta de Almagro o la política de Almagro”, opinó Vargas.

San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves

Los países caribeños San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y San Cristóbal y Nieves forman también parte del grupo de los Estados Miembros de la OEA que se han abstenido de emitir un voto sobre la situación que atraviesa Nicaragua.

“En estos países del Caribe que son pequeñas islas más que todo, hay una afinidad de que reciben ellos un apoyo con el petroleo de Venezuela, y una afinidad con el gobierno de Venezuela y con el gobierno de Nicaragua. Esa es la razón por las cuales se abstienen, son parte de ALBA”, expresó Vargas.

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Estos países también son miembros del Acuerdo de Alcance Parcial sobre comercio y cooperación económica y técnica entre la República de Colombia y la Comunidad del Caribe (Caricom) y han mantenido una posición no alineada, no injerencionista.

Este grupo, según Orozco sostiene regularmente un doble estándar, toda vez que alegan que por ser países pequeños se sienten vulnerables ante la geopolítica mundial y por lo tanto se mantienen al margen. Pero al mismo tiempo su posición pasiva rechaza esfuerzos democráticos como los que se dan en la OEA, en relación con Bolivia, Venezuela y Nicaragua.

“Años anteriores estos países mantenían un vínculo material con Venezuela por su dependencia petrolera a través de Petrocaribe, importando mas de 70 mil barriles de petróleo, pero para este año cuando Venezuela está produciendo menos de 250,000 barriles, la relación ha cambiado porque el trato preferencial desapareció”, agregó el politólogo y analista del Diálogo Interamericano.

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