El gobierno del presidente Alberto Fernández, en Argentina, a través de su Cancillería reclamó que el Estado de Nicaragua debe respetar los derechos humanos de sus ciudadanos, sin hacer referencia a los resultados electorales en el que el caudillo sandinista Daniel Ortega garantizó su cuarto mandato consecutivo.
La Cancillería argentina a través de su cuenta oficial de Twitter compartió un hilo de tuit sobre Nicaragua. En primera instancia dejó claro que “a horas de haber finalizado el acto eleccionario, mantenemos nuestra tradición diplomática de no injerencia en cuestiones internas en otras naciones”.
Sin embargo, la Administración de Fernández —considerado de ideología izquierda socialista— indicó que “ratifica su compromiso histórico con la defensa de los derechos humanos y apoya con firmeza el trabajo de la alta comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, respecto de la situación en Nicaragua”.
Reitera preocupación por presos políticos
En esa misma línea, Argentina sostiene que como país entienden que “la democracia supone respetar la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones”, y añade sobre la crisis sociopolítica de Nicaragua que “debemos acompañar al pueblo de Nicaragua para que cuanto antes recupere el diálogo y la convivencia democrática”.
El gobierno de Fernández reitera su preocupación por los opositores encarcelados: “Reiteramos nuestra preocupación ante la detención de dirigentes opositores, así como la necesidad de que el gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población”, indicó la Cancillería.
El director ejecutivo de Human Rights Watch, José Vivanco, reaccionó ante las declaraciones de la Cancillería, lo que tildó de “disparate”.
“Disparate de la Cancillería de Argentina sobre Nicaragua. En su opinión, las elecciones y la detención de candidatos presidenciales son dos cosas distintas. Les ‘preocupan’ las detenciones, pero no se pronuncian sobre las elecciones por tratarse de ‘cuestiones internas'”, fustigó Vivanco.
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A raíz de los resultados electorales, ya son más de 40 países que se pronuncian, la mayoría declara ilegítimo el resultado y demanda al régimen del caudillo sandinista Daniel Ortega liberar a todos los presos políticos.
Los gobiernos de Perú, Noruega, Costa Rica, Estados Unidos, Chile, Panamá, Uruguay, Suiza, Reino Unido, Ecuador, Colombia, Guatemala, República Dominicana y los 27 países que conforman la UE, como España y Alemania, han declarado ilegítimo el resultado electoral en Nicaragua.
Por otro lado, los países que hasta ahora han expresado sus «felicitaciones» al régimen de Nicaragua han sido: Venezuela, Cuba y Bolivia, dirigido por los pocos aliados de Ortega: Nicolás Maduro, Miguel Díaz-Canel y Luis Arce Catacora.
Argentina sin embajador en Nicaragua
Desde el 21 de junio, el gobierno de Argentina no tiene embajador en Nicaragua, debido a que ese día ese país ordenó que su diplomático Mateo Daniel Capitanich se trasladara a su nación para responder consultas sobre el actuar del régimen orteguista, cuando ya habían claros indicios de la agudización de la represión en contra de la oposición. En reciprocidad, en agosto pasado el régimen trasladó a Managua a su embajador Orlando Gómez.
El canciller argentino, Felipe Solá, se ha referido a la crisis en Nicaragua en algunas ocasiones, incluso en junio reveló que su país envió una carta al régimen orteguista en la que exponía su preocupación debido a los acontecimientos en Nicaragua por la detención de opositores. La respuesta del régimen de Ortega fue “una furia”, aseguró el diplomático argentino.
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A lo largo de la crisis ambos gobiernos de izquierda han tenido fuertes tensiones. El régimen orteguista en septiembre pasado a través de una carta enviada por la Misión de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) acusó a ese país de «indeseable intromisión», «injerencia» y «acosos sostenidos».
Ortega además denunció a la Administración del presidente Alberto Fernández por “tráfico de influencias” y de “chantajear, con proposiciones indecorosas” para presuntamente conseguir fallos favorables en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
En la más reciente resolución de la OEA sobre la situación de Nicaragua, Argentina fue uno de los siete países que se abstuvieron de votar a favor o en contra de la resolución que demanda al régimen de Ortega una solución inmediata a la crisis, y que fue aprobada con 26 votos.