Nicaragua delimitó su espacio marítimo en la salida del Golfo de Fonseca con Honduras y le otorgó al vecino país salida hacia el Océano Pacífico. El reciente tratado firmado entre los presidentes Daniel Ortega y Juan Orlando Hernández traza una línea entre la Punta Amapala en El Salvador y la Punta Cosigüina en Nicaragua y establece un punto medio. A partir de este punto medio se establecieron puntos de referencia territorial marítima entre los hondureños y los nicaragüenses. La delimitación territorial a lo interno del Golfo aún es tema pendiente, pues corresponde a una decisión de los tres gobiernos centroamericanos.
Con el “Tratado de Límites entre la República de Nicaragua y la República de Honduras en el mar Caribe y aguas afuera del Golfo de Fonseca“, Nicaragua logró delimitar con Honduras, un espacio para la salida del vecino país al Océano Pacífico, no obstante a los hondureños les queda pendiente delimitar la otra mitad con El Salvador. Sobre esta delimitación, analistas políticos y expertos en Derecho Internacional consultados por LA PRENSA consideran que más allá de la división de límites, el tratado contiene razones políticas.
Geográficamente, Honduras no tiene salida directa al Océano Pacífico, su límite sur apunta al Golfo de Fonseca, que es compartido por las tres naciones.
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El experto en Derecho Internacional, temas de integración y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Murillo Zamora, analiza que el trasfondo de este tratado deja más preguntas que respuestas, una de ella es ¿qué ganó Nicaragua?
"No hay ninguna explicación, porque ha sido el eterno reclamo de Honduras de que El Salvador y Nicaragua deberían darle salida al mar, e históricamente ambos países les han negado esa salida a Honduras que no es un derecho inherente tal salida, sería una cuestión tripartita como se consiguió en diferentes ocasiones. Por eso la pregunta es ¿qué ganó Nicaragua?, nada, la clave más bien es ¿qué gana Daniel Ortega?", se cuestiona el experto.
Lo que dice el tratado
Además agrega que "Honduras siempre ha tenido salida en el Océano Pacífico, lo que Honduras ha reclamado y ahora lo logra, es tener espacio marítimo, es decir, mar territorial y zona exclusiva en el Pacífico". El tratado entre ambos países fue publicado este viernes 29 de octubre, en el diario oficial La Gaceta.
El artículo quinto de dicho tratado dicta que la línea de cierre del Golfo se extiende desde Punta Amapala hasta Punta Cosigüina, y con el propósito de lograr una delimitación equitativa entre las partes contratantes, estas acuerdan delimitar la porción de la línea localizada entre el punto central de dicha línea en las coordenadas 87º 4 7' 3 7. l" W - 13 º 02' 6.6" N y Punta Cosigüina.
Especifica que "de esa línea a delimitarse a Honduras se le reconoce soberanía sobre una porción de tres punto ciento sesenta y ocho (3.168) millas entre el punto sobre esa línea con coordenadas 87º 45' 33.6"W - 12º 59' 38.8"N y el punto medio de la línea de cierre con coordenadas 87° 47' 37.1" W - 13º 02' 6.6" N. El remanente de la línea de cierre ubicado entre la coordenada 87º 45' 33.6"W - 12º 59' 38.8"N y Punta Cosigüina se reconoce bajo soberanía de Nicaragua".
Con esto queda establecida la delimitación de salida al Pacífico de ambos países, desde el Golfo de Fonseca.
Sobre este punto, Murillo Zamora sostiene que desde su punto de vista "Nicaragua no obtiene nada, a no ser que la política exterior de Nicaragua haya cambiado radicalmente y diga que ahora 'somos un país cooperativo con nuestros hermanos centroamericanos' un discurso de esa naturaleza, pero no tiene lógica. Honduras históricamente ha dicho que la boca del Golfo de Fonseca debe dividirse en dos porciones iguales, Nicaragua y El Salvador no necesitan salida al mar, tienen costas en el Pacífico, tienen mar territorial y zona económica exclusiva", señaló.
Respecto a lo definido en el tratado como "Aguas dentro del Golfo", establece que "El Golfo de Fonseca y sus aguas interiores hasta la línea de cierre continuarán siendo reconocidos como una bahía histórica y los derechos de los Estados ribereños a su uso, incluyendo la navegación, continuarán siendo respetados. Teniendo esto en cuenta las Partes contratantes acuerdan invitar a la hermana República de El Salvador a continuar con los esfuerzos de mantener el Golfo de Fonseca como una zona de Paz, Desarrollo Sostenible y Seguridad y ampliar los lazos de cooperación".
El especialista compartió que lo que se vislumbra partiendo del reclamo que ha tenido siempre Honduras de que la boca del Golfo de Fonseca debería de ser una parte de El Salvador, Honduras y Nicaragua en extensiones iguales: "Por supuesto que ahora tiene más de 3 millas de mar territorial, va a pedírselo a El Salvador, pero sabe que no le va a dar nada porque hay un reclamo histórico territorial (...) hay un reclamo salvadoreño sobre un islote —Isla Conejo— en el Golfo que ahora está ocupado por Honduras, que podrá ir y decir mire señor gobierno salvadoreño ya Nicaragua cedió su parte ahora a ustedes le toca una franja de 3 millas de ancho, que El Salvador diga que sí, bueno los milagros ocurren, pero constitucionalmente el presidente salvadoreño no puede ceder esa porción (el islote)".
La frontera terrestre y el Mar Caribe
En los artículos segundo y tercero del tratado, Nicaragua y Honduras definen los límites fronterizos terrestres y en el Mar Caribe. "Las partes concuerdan utilizar para los propósitos del presente tratado como punto final de la frontera terrestre, el punto ubicado en las coordenadas 83° 7' 55. 186" W - 15°0' 13 .522" N. según lo registrado por la Comisión Técnica Honduras-Nicaragua en 2011 durante los procesos de elaboración de la cartografía en la desembocadura del Río Coco", dicta el documento.
Enseguida, señala que las partes coinciden en que el punto final de la frontera terrestre establecido por el Laudo del Rey de España de 1906, y que actualmente para los efectos de este tratado es el reflejado en las coordenadas 83º 7' 55. 186" W - 15º O' 13.522" N, está sujeto a cambios periódicos dadas las circunstancias geográficas del área. Por lo tanto, "queda establecido que la ubicación exacta de este punto será objeto de revisión cada diez años a partir de esta fecha por una Comisión Mixta que será nombrada para estos efectos".
Por lo anterior, en cuanto a la frontera terrestre, lo que se establece en el tratado es mantener la delimitación ya trazada, siendo la desembocadura del río Coco, la línea fronteriza entre ambos países que comparten dicho caudal y será revisado cada década.
Trasfondo político, ¿refugio de Juan Orlando Hernández?
Según analistas consultados por LA PRENSA, el tratado está vinculado en crear un nuevo conflicto o confrontación con El Salvador —uno de los tres países involucrados en los fallos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) La Haya— que serviría para desviar el foco de las cuestionadas elecciones en ambos países e inclusive de que el mandatario hondureño Juan Orlando Hernández busque asegurar su asilo y nacionalidad nicaragüense, tras finalizar su mandato en los próximos días.
En esa línea Murillo Zamora asegura que la única explicación que existe para que ambos mandatarios tomaran una decisión que bien pudieron haberlo hecho hace 14 años y que no se puede modificar porque es una sentencia de La Haya, responde a varios puntos, pero primero cuestiona que ¿por qué esperar 14 años, por qué esperar o hacerlo antes de las elecciones en ambos países, por qué Honduras se abstiene en la resolución de la OEA sobre Nicaragua?.
"Aquí solo hay una explicación que es que Juan Orlando está garantizándose un lugar de refugio en Managua después que finalice su período de gobierno en Honduras, porque si no gana el partido oficialista y gana la oposición, el hoy presidente sabe que va ser denunciado e investigado por corrupción y narcotráfico, y por otra serie de acciones, y necesita refugiarse en algún lado, y Managua se ha convertido en el país VIP de refugios para exmandatarios que son investigados por distintos delitos", aseveró Murillo Zamora.
Cabe recordar que Honduras se abstuvo en la votación de la resolución de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la situación en Nicaragua. En ambos territorios se espera que en noviembre se realicen las cuestionadas y polémicas elecciones generales.
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Murillo Zamora resaltó en cuanto al Golfo de Fonseca y la gran aspiración de Honduras, que "no es tener una salida al Océano Pacífico, porque para efecto de navegación la tiene por ser una bahía histórica que se rige bajo la Convección de Derecho del Mar (...) la aspiración de Honduras es tener mar territorial y zona económica exclusiva en el Pacífico, y eso es un asunto muy diferente porque el punto ahí es cuál de los dos Estados que tienen costas en el Pacífico estaría cediendo esa salida al Océano en términos de tener espacio marítimo bajo jurisdicción de Honduras eso para que tuviera validez debería de ser un acuerdo tripartito", indicó.
"Nicaragua le está cediendo espacio a Honduras, o sea perdiendo territorio marítimo para cedérselo a Honduras (...) eso significaría que Daniel Ortega firmó un tratado cediendo una parte del territorio marítimo nicaragüense a Honduras", remarcó el experto en Derecho Internacional.
Otro especialista en relaciones internacionales nicaragüense, bajo la condición de anonimato, explicó que a su lectura Nicaragua no gana ni pierde nada. "Nicaragua lo que gana es que Honduras reconozca por medio de un tratado el fallo de La Haya de 2007, es un tratado en el que ambos países ganan, Honduras gana esa salida en el Golfo de Fonseca hacia el Pacífico, las dos puntas donde se encuentra la bahía le pertenece a Nicaragua y El Salvador, entonces Honduras no podía salir, pero ahora que firma el acuerdo Nicaragua le da la salida, algo que no ha negociado con El Salvador entonces va a ser por aguas marítimas nicaragüense. Nicaragua tiene clara sus fronteras", precisó.
Factor de distracción de cara a las elecciones
Para la socióloga y economista hondureña Leticia Salomón, el tratado entre Ortega y Hernández es un "factor de distracción", en medio de procesos electorales muy confrontativo y de señalamientos directos a ambos mandatarios centroamericanos.
"Esto no es un nuevo acuerdo no hay nada de novedad son cosas acordadas desde hace mucho tiempo, es una manera de reafirmar su posición dentro del Golfo de Fonseca, lo que significa también un mensaje para el presidente de El Salvador: estamos pendiente, el Golfo de Fonseca es de todos (...) nosotros estamos al frente tratando de defender los acuerdos y la obligación de preservar la democracia, gobernabilidad", comentó Salomón.
Agregó además que a su lectura es un "mensaje de fuerza" directamente dirigido a Estados Unidos, a quienes les dice según la socióloga, "tenemos ejército, están preparados, están con ganas de lucirse no solo en la represión interna sino externa y es un especie de mensaje para decir que ambos presidentes se mantienen unidos por algo más que el interés por la confraternidad a nivel centroamericano".
Por tal razón, ella considera que el impacto es más publicitario en los intereses que se están jugando en estos momentos con respecto a la atención que está recibiendo Centroamérica por parte de EE. UU. "Es también un mensaje de decir, esto es lo que podemos hacer le guste o no a los EE. UU., aquí decidimos nosotros, es un mensaje que nos está advirtiendo de las posiciones que se están jugando de cara a un proceso electoral", sostiene.
Agradecimiento con Honduras
El especialista en relaciones internacionales de Nicaragua indicó que hay una estrategia clara de ambos países por desviar la atención de cara a las elecciones.
"Ya Juan Orlando en Honduras había dicho que reafirmaban su soberanía sobre las Islas e Islotes en el Golfo, como primer paso. Luego se vio este convenio, donde si bien no se le quita nada a El Salvador, tampoco se le toma en cuenta y La Haya indicó en su fallo de 1992 que es algo de los tres países, no solo de dos. Por lo que se puede intuir también una clara coalición contra Bukele y sus posicionamientos contra los gobiernos de Juan Orlando y Ortega, a quienes llamó dictadores hace algún tiempo", afirmó.
El experto nicaragüense indica que "Nicaragua lo que hace es agradecer el reconocimiento hondureño en el mar Caribe, de cara al posicionamiento contra Colombia, con el reconocimiento al derecho de Honduras de su salida en el Golfo y la soberanía sobre las islas e islotes en las 3 millas náuticas reconocidas por la CIJ. Es digámoslo así, un dame y te doy, una reciprocidad al más alto nivel en temas de límites", añadió.
Explicó que la salida por el Golfo Honduras la tiene desde 1992 con el fallo en La Haya, pero Nicaragua le reconoce bilateralmente. "Las demás aguas deben ser negociadas por los tres países, según la CIJ. La salida al Pacífico por parte de Honduras reconocida por Nicaragua sería solo una parte. Por eso llaman a El Salvador a sumarse a eso, pero ya con la condicionante de un pacto bilateral, sin tomarlos en cuenta. El golfo está formado por dos puntas en su extremo de Nicaragua y El Salvador, Honduras está al fondo, por eso la necesidad de ese reconocimiento de salida, pero Honduras tiene la mayor cantidad de kilómetros de tierra en el golfo", detalló.
Asamblea Nacional ratificó el tratado
En menos de 24 horas, la Asamblea Nacional, controlada por la bancada orteguista, ratificó de manera exprés el tratado limítrofe que suscribieron ambos países centroamericanos. El tratado limítrofe denominado 'Tratado de Límites entre la República de Nicaragua y la República de Honduras en el Mar Caribe y Aguas Afuera del Golfo de Fonseca' fue enviado por Ortega este jueves y aprobado el mismo día por los legisladores con carácter de "urgencia" con 88 votos a favor, ninguna abstención o en contra.
Incluso, al parlamento asistió el representante y agente de Nicaragua ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, Carlos Argüello, quien explicó a los diputados los alcances del Tratado, afirmando que "ambos países salen ganando y obtienen grandes beneficios".
Argüello apareció acompañado de los mandos militares, el general Leonel Gutiérrez; el jefe de Inteligencia y Contrainteligencia Militar, el coronel Lester Gallo Sandoval; el jefe de la Secretaría General del Ejército, coronel Noel Antonio Morales Briones, y Vladimir Gutiérrez, director del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
Reacción de El Salvador
En el Tratado se lee que teniendo en cuenta la delimitación las partes contratantes acuerdan "invitar a la hermana República de El Salvador a continuar con los esfuerzos de mantener el Golfo de Fonseca como una zona de Paz, Desarrollo Sostenible y Seguridad y ampliar los lazos de cooperación".
No obstante, el propio día en que se dio la firma, el presidente salvadoreño Nayib Bukele reaccionó y cuestionó la decisión en la que su país figuró como ausente.
"¿Qué creen que estuvieran diciendo DW-Español, New York Times, The Washington Post, y sus medios afines, si yo hubiera firmando este mismo tratado geopolítico con Ortega?, ¿qué estuvieran diciendo los demócratas en la Casa Blanca", fustigó Bukele desde su cuenta de Twitter al compartir la publicación de la Casa Presidencial de Honduras.
Un día después, el secretario de Comercio e Inversiones de El Salvador, Miguel Kattán, calificó como "nulo" el acuerdo firmado por los mandatarios de Nicaragua y Honduras. "El acuerdo convenio, acuerdo, tratado que firmaron no tiene ninguna validez, es nulo en su esencia y en su naturaleza", aseguro Kattán al medio salvadoreño, El Diario El Salvador.
Kattán manifestó que la firma del convenio "es una acción puramente electorera de los dos gobiernos que están a pocos días de enfrentar una elección presidencial y necesitan levantar el espíritu de su pueblo que está en contra de ellos para tener algún resultado electoral".
El funcionario salvadoreño además dijo que el tratado que firmaron Ortega y Hernández "no nos vincula para nada, no estamos obligados para nada". Señaló que ni Honduras ni Nicaragua convocaron a El Salvador a participar en el acuerdo que firmaron. "Y si nos hubieran invitado, tampoco hubiéramos ido", aseguró.
De la misma manera, sostuvo que "este acuerdo que firmaron es papel mojado, no sirve para nada, excepto para beneficiar sus procesos electorales y tratar de que El Salvador responda a eso para tener una excusa y levantar el nacionalismo de su pueblo".
El tratado plantea que "estará sujeto a ratificación de la Asamblea Nacional de la República de Nicaragua y el Congreso Nacional de la República de Honduras de conformidad con lo dispuesto en sus legislaciones nacionales; y entrará en vigor en la fecha del canje de los instrumentos de ratificación, gestionando su registro en la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas".
