14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El dictador Daniel Ortega y su esposa y “cogobernante” Rosario Murillo. LA PRENSA/AFP/ARCHIVO

Ortega pagaría alto costo político si se atreve a encarcelar a sacerdotes y líderes de la Iglesia católica, advierten analistas

"Lo que estamos viendo hoy contra la Iglesia, nunca lo hubo en el tiempo de Somoza", dice una de las fuentes al referirse al asedio contra monseñor Rolando Álvarez y al padre Harving Padilla

Contenido Exclusivo CONTENIDO EXCLUSIVO.

El padre Harving Padilla, de la parroquia San Juan Bautista de Masaya y el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien se resguarda en la parroquia Santo Cristo de Las Colinas, en Managua, cumplen este lunes, 10 y 5 días, respectivamente, de estar rodeados por la Policía del régimen orteguista.

Los antecedentes represivos y desmedidos de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra quienes critican la forma en que dirigen el país y sobre todo por sus ataques contra la Iglesia católica, apuntan a una posible detención de los líderes religiosos en las próximas horas o días, alertan especialistas consultados por LA PRENSA.

Sin embargo, dos exembajadores apuntan que si se llega a esos extremos, el costo político será “muy alto” y significaría “el principio del fin” del régimen en Nicaragua.

Podría interesarle: Ortega persiste en su ataque contra la Iglesia católica y los acusa de “hipócritas, mercaderes y falsos fariseos”

“A veces pienso que no van a llegar a ese extremo, porque saben algunas consecuencias, pero viendo que nunca ha habido límites ni escrúpulos, y viendo también el lenguaje que utilizan ella (Murillo) y él (Ortega), no me extrañaría que tuvieran que hacerlo, para imponer miedo y para decirles a sus bases que no se detienen ante nada”, opinó un especialista en temas eclesiásticos, quien prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias.

Aplicarían el “modelo músico”

El especialista considera que el régimen podría aplicar al padre Padilla y a monseñor Álvarez las mismas medidas que aplicaron a los dueños de la productora Saxo Producciones y a los músicos detenidos en abril, a quienes más tarde expulsaron del país.

“Pudiéramos llegar a un escenario en el cual los apresan y lo llevan al Chipote a investigación y después los destierran —el modelo músico, por ejemplo— sin tenerlos tantos días como a los músicos, que cuando aceptaron el destierro, pues se acabó la cosa, desaparecieron”.

“Es un escenario muy posible, un apresamiento sin golpes, ellos se entregarían, van al Chipote, están en días de investigación y les aplican destierro, que es una nueva forma represiva”, reiteró el experto.

Iglesia por cárcel

La abogada y defensora de presos políticos, Yonarqui Martínez, quien está en constante comunicación con el padre Padilla, indicó que en la parroquia también se encuentran dos colaboradores del templo, que tienen dos días de no poder salir ante la amenaza de detención.

“El padre intentó sacar al monaguillo y los antimotines quisieron abrir los portones y agarrarlos, tuvieron que salir corriendo y encerrarse en la iglesia. O sea, que prácticamente él tiene como cárcel la parroquia, porque no lo dejan salir y no dejan salir a nadie”, dijo Martínez.

Una patrulla policial permanece contiguo a la iglesia San Juan Bautista, de Masaya. Foto tomada de la cuenta de Twitter de Yonarqui Martínez.

La abogada agregó que “el padre en sí lo han amenazado varias veces con encarcelarlo y eso no es solo por oficiales, sino que en su momento se hizo una campaña donde lo estaban acusando a él de participar en algunos eventos de 2018. Él ha sido un gran defensor de derechos humanos para con el pueblo de Masaya, y pues eso ha traído consecuencias”.

Precedentes de detención

Martínez tampoco descarta una posible detención de los religiosos y recordó que antes de detener a los opositores encarcelados entre mayo y junio de 2021, en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocida como el nuevo Chipote, el régimen empezó a legislar leyes represivas y a asediarlos, al grado de no dejarlos salir de su vivienda como está haciendo ahora contra los sacerdotes.

“Hay que recordar que a las personas que están detenidas en el Chipote, primero los asediaron, durante meses y luego solo irrumpieron a la propiedad y se los llevaron. O sea, eso es un precedente, aquí en Nicaragua sentaron precedentes desde el 2018, el asedio significa que en cualquier momento te llevan”, alertó.

Lea también: Juan Carlos Ortega Murillo tilda a sacerdotes de viciosos y avaros

A la vez precisó que “si comenzaron a legislar y hacer anteproyectos en virtud de procesar a los sacerdotes, yo no lo descarto que los apresen, porque han dicho que son colaboradores de crímenes de odio, terroristas, etcétera”.

Este 4 de mayo pasado, la Asamblea Nacional, bajo el control total del régimen Ortega-Murillo, aprobó un informe que propone enjuiciar a sacerdotes porque civiles consultados por la Comisión de Justicia del Legislativo declararon que los sacerdotes cometieron delitos “no como pastores representantes de Cristo, tampoco como proteger y defender los derechos humanos, sino de manera personal, con saña y odio hacia la militancia sandinista y personas relacionadas con el GRUN (Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional)”.

El costo político

Un exembajador nicaragüense, en condición de anonimato, aseveró que el costo político para el régimen si se atreve a encarcelar a los sacerdotes será “muy alto”. “El régimen ha perdido todo pudor, y a diferencia de dictaduras que han buscado visos de legalidad a su sistema de imposición, Ortega se ha lanzado ahora abiertamente contra la Iglesia católica de una manera inaudita y sistemática, como lo ha hecho contra organizaciones políticas opositoras”.

“Veo un error garrafal del régimen Ortega-Murillo lanzarse contra una institución de carácter religioso, apolítico y basada en el legado y doctrina de Jesucristo. No podrá terminar con ella”, agregó, al tiempo que llamó a Ortega a “detener de inmediato esta guerra contra la Iglesia católica, pues cualquier escalada, en que por ejemplo aprese a un obispo o sacerdote, traerá mayor conmoción al país, y sumiría al país en una excepcional incertidumbre, y mayor alarma en la comunidad internacional, trayendo al Gobierno un costo político de incalculables magnitudes”.

Lea además: Conferencias episcopales de Centroamérica muestran su respaldo a líderes religiosos asediados por el régimen

Por su parte, el exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields, alertó que si Ortega comienza a apresar a los sacerdotes eso será “el principio del fin”.

“La dictadura busca estrangular la voz profética de la Iglesia, una voz que denuncia las mentiras cotidianas, los asesinatos, las torturas y los desaparecidos por el régimen, la Iglesia está con el pueblo y el pueblo está con la Iglesia y la Iglesia está con Dios y ni el imperio romano pudo con Jesús, mucho menos una dictadura solitaria, aislada y casi derrotada pueda con la Iglesia, muy difícil”, dijo McFields.

“Somoza respetaba más a la Iglesia”

El especialista en temas eclesiásticos señaló que en los tiempos de la dictadura de Somoza se respetaba a la Iglesia, y sostuvo que el sandinismo siempre ha tenido una pésima relación con la Iglesia católica por ser una institución con poder que denuncia las arbitrariedades y violaciones de derechos humanos, lo que ha costado la muerte y persecución de líderes religiosos en todo el mundo.

“Lo que estamos viendo hoy contra la Iglesia, nunca lo hubo en el tiempo de Somoza. Somoza respetaba más, he hablado con un sacerdote que fue párroco en medio de la guerra contra Somoza y él me decía: ‘Yo le quité de las manos a un guardia somocista a un muchacho, al que se lo llevaba, y no me hizo nada’, o sea, respetaban a los sacerdotes”, relató el especialista.

Foto tomada el sábado 21 de mayo de 2022. La Policía orteguista bloqueó la entrada a la iglesia donde se encuentra resguardado el obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez. LA PRENSA.

Asimismo expresó que “el sandinismo siempre ha tenido una pésima relación con la Iglesia católica, pero no por ateísmo, sino porque es un poder simbólico tan grande para el pueblo, que si la gente de la Iglesia les aplauden (a los gobiernos), no van a tener problemas, pero si los denunciás sí, porque los ven como un poder”.

El experto insistió en que nunca “el Frente Sandinista de los 80 y el Frente orteguista actual, desde 2007 ha visto con buenos ojos a la gente crítica (de su régimen) dentro de la Iglesia católica”. Sin embargo, recordó que para ese entonces “estaba el cardenal Miguel Obando, que fue cómplice de ellos, y estaba una situación que no se veía tanto estos roces”.

Pero, a partir de 2018 el ataque contra la Iglesia se acrecentó “porque la Iglesia en el mundo, siempre en momentos de crisis ha sido como lugares de refugio y de hecho lo fueron en 2018 en Nicaragua”, añadió.

A raíz de la crisis, a “Silvio Báez (obispo auxiliar de Managua) lo hicieron irse del país, y el padre Edwin Román, que era otra piedra en el zapato para ellos, también tuvo que irse”, señaló.

El papa Francisco debe reaccionar

Para el experto, lo que el régimen hace con la Iglesia en este momento tiene dos objetivos: “Meter miedo a la mayoría de la gente que tiene miedo y que sabe de lo que son capaces; y el segundo objetivo es alentar a sus bases a que ellos tienen el control, que son fuertes, que no se detienen ante nadie, para una masa fanática que todavía la hay, aunque no sea numerosa, sería un estímulo”.

“Esas son las dos razones por las que ellos se pasan la raya. Ahora, en ese caso, si eso sucediera, tanto con el párroco de Masaya como con el obispo, yo esperaría palabras, no de rezos, sino de rechazo, de repudio y de condena del papa Francisco, que sobre el tema de Nicaragua nunca ha hablado”, dijo el especialista en temas eclesiásticos.

Lea además: Policías insultan a sacerdotes que iban a celebrar la misa con monseñor Álvarez y no los dejan pasar

En esa misma línea cree que “si se los llevan (presos) la gente se va a indignar”, pero reconoce que “no hay capacidad de enfrentamiento abierto en un sistema que ha implantado el terror”, y mencionó la frase que aparece en el evangelio de San Lucas: “Porque, si esto hacen con el árbol verde, ¡qué no harán con el árbol seco!”. Es decir, “si han sido capaces de agarrar a un obispo imagínate a un pobre que no es nadie”, agregó.

Por otro lado, manifestó que Nicaragua no es el primer país en América Latina o en el mundo en perseguir a líderes religiosos por temas políticos, recordó que en El Salvador, en la década de los ochenta, mataron a 14 sacerdotes. “No los apresaban, los mataban, por sus homilías, por sus mensajes, por su acompañamiento a la gente que sufría la represión”, dijo.

Ortega ha superado en represión a Cuba y Venezuela

Pese a que los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua actúan bajo el mismo patrón autoritario y represivo, el experto dijo que lo que está pasando en el país, en Cuba no ha pasado, al menos en los últimos años.

“Al comienzo de la revolución, entre el 1960 y 1961, sí fueron expulsados de Cuba algunos sacerdotes, sobre todo extranjeros españoles. Después este tipo de persecución, de asedio a una parroquia que yo conozca eso no ha habido. Hay que tener en cuenta que el proceso cubano lleva mucho tiempo y se ha consolidado, a diferencia de esta esquizofrenia (orteguista)”, explicó.

Podría interesarle: Cómo Ortega arrebató a los evangélicos y católicos el derecho a recibir el mensaje de Dios vía estación televisiva

“Es decir, aquí se dice que es un gobierno cristiano, todos los días la vicepresidenta menciona a Dios a Jesucristo; en Cuba no, en Cuba incluso se declaró el ateísmo en su Constitución, entonces la religión fue algo casi clandestino, que tiempo después se quitó, pero este tipo de persecución de que se rodea una iglesia para que la gente no llegue, de que se amenaza, yo al menos no lo conozco”, agregó.

Por su parte, un analista político que también demandó el anonimato, dijo que en Venezuela también “ha habido formas represivas contra la Iglesia, pero no a estos niveles”.

Lea también: Conferencia Episcopal de Nicaragua se solidariza con monseñor Rolando Álvarez

“La Iglesia habla de justicia social, todo principio de Cristo Jesús es la justicia, ahí está el problema, si los sistemas son injustos, chocan con la justicia que predica Jesucristo”, expresó el analista.

Mientras que el experto en temas eclesiásticos señaló que la situación de Nicaragua difiere de la de Cuba y Venezuela. “Esta es un dictadura esperpéntica, ilógica, un desvarío, no se puede entender qué estrategia hay detrás de esto. Hay algo enfermizo en el tipo de dictadura que hay en Nicaragua”, dijo.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí