El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, Rolando Álvarez, denunció esta noche, de jueves, 19 de mayo, que la Policía del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo lo persiguió todo el día.
Además, Álvarez dijo en un video transmitido por la página de Facebook de la Diócesis de Matagalpa que al ver que al final de la tarde los oficiales de la Policía entraron en su “círculo de privacidad familiar” decidió resguardarse en la Parroquia de Santo Cristo de Las Colinas, donde monseñor Carlos Avilés lo acogió como huésped.
Monseñor Álvarez expresó que inició un ayuno de agua y suero, indefinido, a partir de esta noche y que lo suspenderá hasta que la Policía le haga saber que va a respetar su círculo de privacidad familiar a través del presidente de la Conferencia Episcopal o el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal.
Esto es lo que dice textualmente monseñor Álvarez en el video:
Amadísimos hermanos y hermanas de la Diócesis de Matagalpa y de nuestra Diócesis de Estelí, que comprende como sabemos los departamentos de Nueva Segovia, Madriz y Estelí, pueblo santo, fiel del señor.
Lamentablemente, en esta ocasión me dirijo a ustedes para compartirles que hoy he sido perseguido durante todo el día por la policía sandinista desde la mañana hasta esta hora de la noche, en todo momento, durante todos mis movimientos del día.
Lea además: Arquidiócesis de Managua: “La Iglesia seguirá acompañando al pueblo”
Al final de la tarde, encontrándome en la casa de mi sobrina, he ido directamente a preguntarles a los oficiales de la Policía por qué me persiguen, y me han informado que ellos obedecen órdenes.
Les he también dicho que se comunicaran con el primer comisionado, para informarle que ya por hoy era suficiente esta persecución. Esperaba, después de cenar en casa de mi sobrina, que ellos también pudieran estar descansando. Lejos de suceder lo que realmente creí que con una básica y mínima voluntad, o sentido común de parte de las autoridades superiores de la Policía y del gobierno iba a suceder, realmente lo que sucedió fue lo contrario. Entraron en mi círculo de privacidad familiar. Llegaron a mi casa privada familiar, paternal y maternal, poniendo en riesgo la seguridad de mi familia y entonces me regresé a la Parroquia de Santo Cristo de Esquipulas, aquí en Las Colinas.
Donde quiero agradecer a monseñor Carlos Avilés que me ha dado hospedaje y me ha acogido como huésped de esta parroquia, desde donde hoy, a estas horas comienzo un ayuno a agua y suero, indefinido, hasta que la Policía Nacional, a través del presidente de la Conferencia Episcopal o del vicepresidente de la Conferencia Episcopal, únicamente, me hagan saber que van a respetar mi círculo de privacidad familiar.
Ellos (policías) me han hecho saber en uno de los semáforos de la Carretera a Masaya, donde me detuve para preguntarles qué pasaban nuevamente, que era por mi seguridad, pero ya sabemos que la inseguridad de este país es precisamente la Policía, es decir, los que nos hacen sentirnos inseguros son ustedes hermanos policías.
Le pido al Divino Espíritu que los ilumine y al pueblo, santo fiel de Dios de las Diócesis de Matagalpa y Estelí, y a todos los que quieran unirse a mí en este ayuno indefinido, que lo hagan. Que vayan a partir de mañana a las parroquias de las dos Diócesis que en este momento estoy pastoreando, donde los párrocos se los permitan, adorar al santísimo, a cantar y a alabar al Señor y a ayunar por el tiempo que ustedes estimen conveniente, así como hacer vigilias, unidos a este servidor.
Le puede interesar: Parroquia San Juan Bautista de Masaya bajo asedio policial
Yo estaré en oración, estaré haciendo exorcismos de aquí, estaré orando, estaré ante el Santísimo, estaré celebrando la Eucaristía, estaré elevando mis súplicas al Señor, para que pueda cesar esta situación de hostigamiento durísimo y cruel para todos nosotros.
Hostigamiento a religiosos
El hostigamiento por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra de religiosos de la Iglesia católica se ha intensificado en los últimos días.
Es lo que ha pasado con el padre Harving Padilla, párroco de la iglesia San Juan Bautista, de Masaya, quien sufrió asedio policial desde la tarde del sábado, 14 de mayo, hasta el miércoles, 18 de mayo. El lunes la patrulla policial amaneció en el portón de acceso a la casa cural “impidiendo la salida o entrada”. Este jueves, el religioso expresó brevemente a LA PRENSA que los policías se fueron, pero siempre rondan el lugar los paramilitares.
“Ellos (policías) dicen que puedo salir a la hora que quiera, pero cómo voy a salir estando inseguro, con esas personas ahí, cuál es la seguridad que uno puede sentir cuando constantemente personas de civil están ahí apostadas, personas que sabemos son paramilitares, agresivos, y para evitar que ellos tengan algún confrontamiento conmigo prefiero no salir. Tengo parroquia por cárcel”, dijo el religioso en una entrevista con Esta noche.
La Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua emitió el miércoles un mensaje en el que señala que “la Iglesia seguirá anunciando el Evangelio, denunciando las estructuras sociales de pecado, acompañando al pueblo, especialmente a los pobres y débiles”.
“La misión de la Iglesia siempre provocará contradicciones en este mundo donde junto a la luz también existe la oscuridad del mal”, agrega el mensaje, además de afirmar que “nos preocupa la situación del país que amamos como hijos de Dios, como nicaragüenses y como cristianos”.