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La historia de las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica está salpicada de momentos de amistad pero también de tensiones. LA PRENSA/ ÓSCAR NAVARRETE/ ARTE DE LUIS GONZÁLEZ

Nicaragua y Costa Rica: una relación tormentosa de amor y odio

Dos naciones unidas geográficamente, enfrentadas a veces por sus intereses pero que inevitablemente mezclan su cultura y su sangre

Morena y un poco gordita, una mujer de Nicaragua que vive en Costa Rica, María Andrea García tiene 19 años de llegar todos los días al parque La Merced, en San José, donde vende especialmente refrescos en bolsa. A ese parque los ticos le llaman “el parque de los nicas” en tono algo despectivo, porque son varios los nicaragüenses que llegan a ese centro a vender alimentos. Y en un tono un poco más burlesco también le llaman “el parque de los patos”, porque dicen que los nicas se comen la “s” al final de las palabras y siempre andan diciendo “pue, pue, pue”.

María Andrea García vende vigorón, chancho con yuca, tajadas con queso, nacatamal y refrescos en el parque La Merced desde hace 19 años. GESLINE ANRANGO/ LA NACIÓN DE COSTA RICA

García puede tolerar las cosas malas que los ticos dicen de los nicas, pero lo del pasado sábado 18 de agosto para ella no tuvo nombre. Fue lo peor que la nicaragüense ha vivido en ese país vecino. Al diario La Nación, García le contó cómo llegaron unos 500 costarricenses al parque La Merced a protestar por la gran cantidad de nicaragüenses que están llegando a Costa Rica en busca de refugio, huyendo de la crisis que ha causado más de 400 muertes de nicaragüenses a manos de policías y paramilitares del gobierno de Daniel Ortega.

Unos 500 ticos se manifestaron en el parque de la Merced, el pasado sábado 18 de agosto, en contra de la gran cantidad de nicas qué han llegado a Costa Rica en los últimos días. GRACIELA SOLÍS/ LA NACIÓN DE COSTA RICA

Con voz temblorosa, explica La Nación, García dijo que los manifestantes la emprendieron contra ella y otros nicaragüenses. “Desde que yo vivo aquí nunca habíamos aguantado una humillación así… Nos decían: ‘Nicas, hijos de tal. Váyanse, asesinos, ladrones’, y se nos tiraban encima. La policía no hacía nada. Más bien, golpeaban a los nicaragüenses y nos decían: ‘No están en su país. Váyanse, perros’”, expresó García.

De acuerdo con las noticias y los nicaragüenses que viven en Costa Rica, el presidente Carlos Alvarado ha expresado apoyo a los nicaragüenses, al grado de que, a través de las redes sociales, ahora los costarricenses están planeando protestar en contra de Alvarado por el apoyo expresado a los nicas. “Los ticos dicen que ahora Alvarado es más presidente de los nicaragüenses que de ellos. Que les dan bono de vivienda, becas y ayudas de víveres. Como en la Lotería el premio acumulado ya va por los 1,100 millones (de pesos), andan diciendo que solo falta que se lo saque un nica”, explica una nicaragüense que prefiere se omita su identidad.

La Policía costarricense controló el parque La Merced, el pasado sábado 18 de agosto, para evitar agresiones u otro tipo de violencia contra los nicaragüenses. GRACIELA SOLÍS/ LA NACIÓN DE COSTA RICA

Relación complicada entre Nicaragua y Costa Rica

Las relaciones entre nicaragüenses y costarricenses no siempre son de conflicto, pero las tensiones se han mantenido desde inmediatamente después que se produjo la independencia de Centroamérica.

Durante los 300 años que duró la colonia española, la organización administrativa de Centroamérica cambió varias veces, de acuerdo con los intereses de la corona española. Cuando se creó la gobernación de Nicaragua, la corona española incluyó el territorio de Nicoya dentro de Nicaragua, explica la historiadora nicaragüense Frances Kinloch Tijerino. Luego Nicoya estuvo unos años dentro de Costa Rica y después pasó bajo control de la Audiencia de Guatemala. Y en 1812 pasó nuevamente a Nicaragua.

Lea también: Los tres caminos del migrante nicaragüense

Según el historiador costarricense Vladimir de la Cruz, la misma población de Nicoya pidió ser anexada a Costa Rica en 1824, cuando Nicaragua atravesaba una crisis política. Nicaragua protestó por este hecho y también por el territorio de Guanacaste.

En 1856, cuando Nicaragua luchaba para expulsar al filibustero William Walker, quien se había proclamado presidente, el ejército costarricense llegó en apoyo a los nicaragüenses. Con ayuda de los demás países centroamericanos se logró la derrota de Walker, quien fue fusilado en Honduras. Pero los historiadores nicaragüenses consideran que ese “favor” lo cobraron los ticos cuando se firmó el tratado Jerez-Cañas, mediante el cual Nicaragua aceptó la anexión de Nicoya a Costa Rica.

A pesar de que en ese mismo tratado se abordaba el tema del río San Juan, de que le pertenecía a Nicaragua pero los ticos podían navegar libremente por el mismo, con fines comerciales, las pugnas por el río continuaron, especialmente cuando en 1914 se firmó el tratado Chamorro-Bryan y Nicaragua le cedió derechos sobre la ruta canalera a Estados Unidos, la cual pasaba por el río San Juan.
Otro episodio de tensión se vivió en 1948, cuando hubo un conflicto armado entre Nicaragua y Costa Rica que ha quedado en el olvido. “Anastasio Somoza García envió tropas de la Guardia Nacional de Nicaragua e invadieron Costa Rica tomándose Los Chiles, La Cruz y Villa Quesada”, detalló el historiador Nicolás López Maltez a la revista Magazine de LA PRENSA, a pesar de que Somoza García nunca aceptó ser el autor de la invasión.

El río San Juan ha sido causa de discordia entre Costa y Nicaragua por casi 200 años, aunque el río le pertenece realmente a Nicaragua. LA PRENSA/ BLADIMIR AMADOR

En esa época el presidente tico era Teodoro Picado, amigo de Somoza, pero sus fuerzas fueron derrotadas por las del insurgente José Figueres. Picado huyó a Nicaragua y pidió ayuda militar a Somoza García, pero como la invasión no fue aprobada por Estados Unidos, los guardias de Somoza retrocedieron a Nicaragua.

Después, en los años setenta, el territorio tico fue utilizado por los guerrilleros sandinistas para luchar contra el último de la dinastía de los Somoza, Anastasio Somoza Debayle. Eso mismo ocurrió en los años ochenta, solo que esta vez los insurgentes eran los contrarrevolucionarios que luchaban contra el régimen sandinista que había llegado al poder en 1979.

La Carpio, uno de los más grandes asentamientos de Costa Rica, donde habitan unas 20 mil personas y donde al menos la mitad de ellas son inmigrantes nicaragüenses. LA PRENSA/ ARCHIVO

La migración

Desde los años ochenta una gran cantidad de nicaragüenses han migrado hacia Costa Rica en busca principalmente de trabajo. En la actualidad, según indica el historiador Vladimir de la Cruz, las autoridades costarricenses admiten que hay cerca de 300 mil nicaragüenses viviendo en Costa Rica, oficialmente. Pero se calcula que hay más, hasta cerca de los 500 mil. De la Cruz señala que, según las estadísticas, no hay más de 50 mil nicaragüenses nacionalizados como ticos.

A pesar de que los nicaragüenses viviendo en Costa Rica expresan que la xenofobia es bastante fuerte, y de que se les trata como si fueran delincuentes, De la Cruz indica que de los detenidos en los penales costarricenses el total de reos nicaragüenses no supera el ocho por ciento, lo cual significa que no es verdad que los nicas sean la causa principal de la delincuencia en Costa Rica.
Por otra parte, indica De la Cruz, el aporte de los nicaragüenses a la economía de Costa Rica es importante, ya que impulsan en un 12 por ciento el producto interno bruto (PIB) del país vecino.

Enorme edificio en construcción en San José, en 1995, edificado principalmente por mano de obra nicaragüense. LA PRENSA/ ARCHIVO

Además, los nicaragüenses han enriquecido a Costa Rica culturalmente, ya que conforman la comunidad extranjera más numerosa de ese país. La mayoría se dedican a trabajar en agricultura, construcción y en labores domésticas.

Esta migración ha creado entre nicas y ticos vínculos cada vez más fuertes. Nicaragüenses que se casan con costarricenses o nicaragüenses cuyos hijos nacen en el país vecino. Inclusive, hay un asentamiento donde viven principalmente nicaragüenses, La Carpio.

Aunque algunos costarricenses se expresen mal de los nicaragüenses y protesten para que no entren más, la verdad es que, dice De la Cruz, “tienen una presencia muy importante y un papel estratégico en la economía tica”.

Los nicaragüenses le llaman gallopinto, los costarricenses también lo conocen como “pinto”. Año con año, con la ayuda de empresas, ticos y nicas preparan lo que sería el gallopinto más grande del mundo y batallan por conseguir un espacio en los Récord Guinness. LA PRENSA/ ARCHIVO

Una mezcla de cultura

Nicaragua y Costa Rica reclaman como suyos el gallopinto. Los historiadores, como el escritor Sergio Ramírez, aclaran que este platillo en realidad se cocina en varios países, pero aún así en Costa Rica y Nicaragua existe la disputa y cada año realizan competencias por quién hace “el gallopinto más grande del mundo”.

Esta mezcla de arroz y frijoles en Cuba se conoce como congrí, en Puerto Rico como moros y cristianos, en Colombia como calentado paisa y en El Salvador, casamiento.

Aunque en ocasiones algunas personas en el exterior han confundido que el vigorón es de origen tico, el historiador costarricense Vladimir de la Cruz indica que en realidad el vigorón es uno de los aportes culturales que los nicaragüenses han llevado a Costa Rica.

En Costa Rica se pueden apreciar ahora numerosos restaurantes de comida nica, en donde los ticos degustan varios platillos que ellos no tenían.

De la Cruz indica que algunos sí son similares, por ejemplo, el nacatamal existe en Costa Rica con el nombre de tamal.

El futbolista de la selección costarricense Óscar Duarte es el primero y único nica en participar en un Mundial de Futbol. LA PRENSA/ ARCHIVO

Talento nica

Son varios los personajes nicaragüenses que han triunfado en Costa Rica. Entre los más antiguos se destaca Sor María Romero, una monja nacida en Granada pero que gran parte de su servicio lo realizó en Costa Rica. Falleció en 1977 en León, cuando andaba de visita en Nicaragua, pero por su expreso deseo fue sepultada en Costa Rica.

La revista Magazine de LA PRENSA explica que el 14 de abril del 2002, cuando el papa Juan Pablo II realizó la ceremonia de beatificación de Sor María Romero, banderas ticas y nicas ondeaban en el atrio de la Basílica de San Pedro. Hay quienes la conocen como la “Santa nica-tica”.

Lugar donde reposan los restos de Sor María Romero, en la Casa María Auxiliadora, en San José. LA PRENSA/ ARCHIVO/ JOSUÉ BRAVO

Otro personaje insospechadamente tico-nica es el cantante Memo Neyra. Oficialmente es costarricense, pero un primo suyo, de nombre Octavio Latino, asegura que es nica. Sea de dónde sea, lo cierto es que como músico se hizo en Nicaragua, con Los Ramblers y con la canción Derrumbes de Octavio Latino, su primo nicaragüense.

“Yo lo quise mucho. Fui el que más lo sintió cuando murió. ¿Sabe por qué? Porque un compositor sin su intérprete no es nada. Pero no solo por eso. Era mi primo. Memo era nicaragüense, nació en Masaya, en el barrio Países Bajos”, aseguró Octavio Latino en 2011 a la revista Domingo.

El cantante Memo Neyra, cuyo nombre completo era Guillermo Enrique José Acuña Brenes, hijo de Alicia Acuña Brenes, nacido el 7 de agosto de 1944 en Masaya y fallecido el 22 de abril de 1977 en San José. LA PRENSA/ ARCHIVO

Entre las figuras más recientes se encuentra el único futbolista nica que ha disputado una Copa Mundial de futbol: Óscar Esaú Duarte Gaitán. Nacido en Masaya, Duarte se nacionalizó costarricense y fue convocado a la selección de Costa Rica por el técnico colombiano Jorge Luis Pinto.

Otro caso destacado es el de las nadadoras Claudia y Sylvia Poll. Nacieron en Nicaragua pero se fueron a Costa Rica. Claudia es la primera deportista en la historia de Costa Rica en ganar la primera y única medalla de oro de su país en unos Juegos Olímpicos, en Atlanta 1996. En Seúl 88, Sylvia había ganado para Costa Rica la primera medalla olímpica de su historia, de plata.

La política y sus protagonistas

Entre los personajes más destacados que han influido tanto en Costa Rica como en Nicaragua se encuentra el expresidente tico Óscar Arias.

Por su participación en los procesos de paz en Centroamérica, cuando Nicaragua estaba enfrascada en una guerra civil entre sandinistas y contras, Arias recibió el Premio Nobel de la Paz en 1987.

Y en Costa Rica ha habido tres presidentes que han tenido origen nica. El último de estos fue Rafael Ángel Calderón, quien gobernó el país de 1990 a 1994. Resulta que su padre, Rafael Calderón Guardia, presidente de Costa Rica entre 1940 y 1944, y su madre Rosario Fournier salieron de Costa Rica tras la guerra civil de 1948. Se establecieron en Diriamba, Carazo y ahí nació él, el 14 de marzo de 1949. Nació en un hotel llamado Majestic y fue bautizado en la iglesia San Sebastián, sitios que conoció en una visita que realizó a Nicaragua en 1991.

Los otros fueron: Salvador Lara Zamora, presidente interino de junio de 1881 a enero de 1882, nacido en Rivas, su padre costarricense, su madre nicaragüense; y Ascensión Esquivel Ibarra, presidente de 1902 a 1906, también de origen rivense.

Pero el principal personaje que ha protagonizado más conflictos entre Nicaragua y Costa Rica no es realmente una persona; es el río San Juan. La historia viene de muchos años atrás, desde las primeras décadas del siglo XIX, después de la Independencia, cuando Costa Rica buscaba por dónde sacar el café que producía y encontró la solución en las aguas del San Juan.

En diciembre de 2015 la Corte Internacional de Justicia estableció que el río San Juan será igualmente accesible para Costa Rica y Nicaragua.

Daniel Ortega y el presidente costarricense Rodrigo Carazo Odio cargan los supuestos restos del héroe tico Juan Santamaría, durante la ceremonia de entrega en 1981, en Peñas Blancas. Al final resultaron huesos de monos y de vaca. Costa Rica los regresó. LA PRENSA/ ARCHIVO

El caso Santamaría

Uno de los primeros personajes a relucir entre las relaciones entre Nicaragua y Costa Rica podría ser Juan Santamaría, un poco polémico pues, según la revista Magazine de LA PRENSA, se han expresado dudas de que haya existido realmente. Sin embargo, el aeropuerto internacional de San José lleva su nombre.

Santamaría habría sido un soldado tico que participó en Rivas en la lucha contra William Walker. En 1855 el general costarricense José María Cañas sugirió prender fuego a una casona donde estaban unos filibusteros y pidió un voluntario. Entre los que se ofrecieron estaba Santamaría.

Combatientes ticos que presenciaron la acción contaron varios años después que Santamaría empapó pedazos de lienzo y tuzas en aguarrás formando una tea que colocó en una vara de caña y se dirigió hacia el mesón capeando los disparos. Unos dicen que logró subirse al techo, otros que solo acercó la improvisada tea al cielorraso de cañas secas y el fuego se propagó. Entonces las balas lo alcanzaron.

La revista Magazine cuenta que el 11 de abril de 1981, en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua, el entonces jefe de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, Daniel Ortega Saavedra, entregó un urna de madera al presidente Rodrigo Carazo Odio. La caja generó gran expectativa en Costa Rica, porque se había informado que esta contenía restos de muchos héroes costarricenses muertos en la Segunda Batalla de Rivas contra las tropas filibusteras de William Walker, en abril de 1856, incluido Juan Santamaría.

Pero un mes después, un equipo de antropólogos y médicos ticos descubrió que las osamentas repatriadas eran “un surtido de fémures de vaca y mandíbulas de mono”. Las regresaron a Nicaragua, donde fueron enterrados con solemnidad.

Linerth Rostrán junto a su esposo costarricense y sus hijos. LA PRENSA/ CORTESÍA

Familias tico-nicas

La nicaragüense Dalila Salmerón tiene 25 años de residir en Costa Rica. Vive tranquila, trabaja y la tratan bien, pero hay algo que le preocupa: está casada con un costarricense de nombre Geovanny. El problema en sí no es que esté casada con un tico, porque tienen hijos y se lleva bien con él, sino que ese hecho de alguna manera le impide regresar a vivir a Nicaragua, un deseo muy grande de ella.

“Yo le aconsejo a las nicaragüenses que no se casen con ticos, porque si después quieren regresar a Nicaragua se les hará difícil”, dice Salmerón.

Por lo demás, Salmerón dice que no hay dificultades mayores en los matrimonios tico-nicas. “Las parejas se adaptan a las costumbres de uno”, explica.

Salmerón tiene dos hijas, gemelas, que llegaron a Nicaragua a vivir tres meses en el país y se regresaron a Costa Rica porque les hacían falta sus padres, pero estaban encantadas con sus familiares nicaragüenses y también con el país.

Otra nicaragüense, Yadira Linert Rostrán, tiene 14 años de vivir en Costa Rica y nueve años casada con un tico, Jimmy León Aguilar.

El hombre se ha tenido que acostumbrar a la comida nicaragüense, aunque finalmente se ha dado por vencido: no le gustan ni el nacatamal ni el indio viejo.

Cuando Rostrán conoció a sus suegros entre lo primero que le preguntaron es si era nicaragüense. “Sí, con mucha honra”, les contestó. La familia de su esposo la aceptó, pero ella ha visto las malas experiencias de otros nicaragüenses.

Entre lo más negativo que ha sufrido Rostrán fue cuando a su hijo mayor se lo llevó ilegalmente de Nicaragua a Costa Rica y cuando lo metió a la escuela al muchacho sus compañeros siempre le recalcaban en forma despectiva que era nica.

“Yo fui a hablar con la directora. Di la cara por mi hijo. Si no, lo hubieran seguido molestando”, explica Rostrán.

Rostrán indica que a su marido tico le da miedo viajar a Nicaragua y por eso no han venido al país. Su esposo trabaja con varios nicas, quienes le hablan de las bellezas de Nicaragua, pero no lo han convencido. Eso sí, se lleva bien con los nicaragüenses.

Las dos hijas menores de Rostrán apuestan por viajar a Nicaragua. La más pequeña, de siete años de edad, todavía no conoce el país de origen de su mamá y está anuente a viajar, pero el hijo mayor, el que salió ilegalmente de Nicaragua, ya no quiere regresar, pues tiene su vida estabilizada en Costa Rica.

Con las recientes protestas de costarricenses en contra de la entrada a Costa Rica de más nicaragüenses, Rostrán explica que no han afectado a los nicaragüenses que ya están establecidos en ese país vecino, pero sí los ha puesto nerviosos. “En mi caso, yo siempre tengo una Bandera de Nicaragua en la entrada principal de mi casa”, alega.

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