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La crisis que enfrenta el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) no se limita al hueco financiero que desde hace una década registra como consecuencia de que sus ingresos no cubren sus gastos. Sus reservas técnicas se agotaron en 2020 y su cartera de inversiones se redujo casi a la mitad. Sin embargo, la entidad no explica en qué invirtió esos recursos que son de los asegurados, ni qué ocurrió con ellos. La cartera de inversiones que en 2013, es decir, en el inicio de la crisis financiera, tenía 14,315 millones de córdobas, cerró el 2022 con 7,845 millones de córdobas.
Esta reducción en la cartera de inversiones coincide con la creación, en 2011, de un fondo de 90 millones de dólares para impulsar el Programa Nacional de Viviendas, en el que el INSS aportó la mitad de los recursos. Pero también con múltiples casos revelados por investigaciones de LA PRENSA en los que el INSS prestaba dinero a directivos y empresas de origen dudoso, para construir condominios de lujo y en algunos casos sin exigir las garantías necesarias para asegurar la recuperación del dinero invertido.
En 2017 el Fondo Monetario Internacional (FMI) aconsejó reglamentar el uso de los recursos del INSS y calificó la incursión de la institución en “inversiones riesgosas”, y calificó su incursión en el campo del financiamiento de proyectos de bienes raíces, poco común para los sistemas públicos de pensiones.
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Ortega eliminó datos del INSS en anuarios
El Anuario Estadístico 2022 publicado recientemente por el INSS, tras más de un año de atraso, simplemente dice que “el valor de la cartera de inversiones pasó de 7,693.3 millones de córdobas en 2021
a 7,845.9 millones de córdobas en 2022, incrementando en 1.9 por ciento”, pero este es uno de los tres años, de la última década, en los que esa cartera creció levemente.
Desde 2013, cuando la institución comenzó a registrar déficits financieros, la cartera de inversiones también entró en declive. Los datos de 2013 no están completos porque la entidad removió ese Anuario Estadístico de su sitio web, pero en la última década la cartera de inversiones registró disminuciones en siete de los diez años; y juntas estas mermas acumulan una reducción de 6,470 millones de córdobas, que equivalen a una caída del 45 por ciento con respecto a 2013.
Antes del retorno de Daniel Ortega al poder en 2007 los anuarios del INSS detallaban las ganancias que producían estas inversiones. Pero ese dato se eliminó de los reportes anuales y desde entonces solo desglosan de manera general el sector donde están invertidos los recursos. Además, ni los directivos del INSS ni ningún otro funcionario estatal se han referido nunca a estas inversiones.
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Inversiones del INSS se redujeron
Según estos datos, en 2014 el INSS tenía cien millones de córdobas en certificados de depósitos, pero desde 2015 no volvió a invertir ni un solo córdoba en ellos. Algo similar está ocurriendo con los Títulos Valores cuya inversión pasó de casi seis mil millones de córdobas a 319 millones; y con los préstamos cuyo monto pasó de 3,392 millones a 700 millones. Mientras tanto, las cuentas de ahorro se han reducido en menor medida, ya que de 1,694 millones que se tenían en 2014, bajó a 1,471 millones de córdobas al cierre de 2022.
De acuerdo con la poca información publicada en los anuarios estadísticos, las únicas inversiones que han crecido en la última década son las del Fondo hipotecario, que pasó de 538 millones de córdobas en 2014 a 963 millones al cierre de 2022. Y las que se registran bajo el concepto de Participaciones, que desde 2014, cuando registraban 1,960 millones de córdobas, subieron a 4,390 millones al cierre de 2022.
En 2009 se anunció la creación de un fondo de 90 millones de dólares para impulsar el Plan Nacional de Viviendas que promovía el acceso de familias pobres a viviendas de interés social. La mitad de esos recursos la aportarían tres bancos privados y los otros 45 millones de dólares (unos 1,009 millones de córdobas al cambio oficial de ese año), el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). En 2013, esos recursos ya se habían agotado y se descartó ampliar el fondo. Sin embargo, la cifra no coincide con las que reporta el Fondo hipotecario.
INSS era financiador más accesible
Adicionalmente, diversas investigaciones periodistas publicadas por LA PRENSA revelaron que en esos años, además de aportar al fondo, el INSS se convirtió en financiador de la construcción de varios condominios de lujo, entre ellos San Sebastián y Pinares de Santo Domingo, estos dos relacionados con el empresario Tirso Celedón.
También el Edificio Norte, que es un complejo de apartamentos ubicado cerca del centro comercial Metrocentro. Este proyecto lo impulsó otro grupo de inversionistas, representados por el abogado Rafael Chamorro Fletes, en el que Celedón actuó como asesor.
En aquel momento, Celedón admitió que el INSS se había convertido en una fuente de financiamiento más accesible que los bancos, ya que ponía menos “trabas” y “complicaciones” a la hora de aprobar el financiamiento de los proyectos urbanísticos.
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Recomendaron reglamentar inversiones
Además, aseguró que entregaban los recursos sin importar la ideología política de los dueños de los proyectos y que no consideraba que eso constituyera una mala práctica o riesgo para la institución, ya que al menos él había pagado hasta el último centavo que le había prestado.
Durante muchos años especialistas en Seguridad Social aconsejaron aprobar una nueva Ley de Seguridad Social que estableciera claramente en qué podían invertirse los recursos de los asegurados. También advirtieron que el secretismo que caracterizaba estas inversiones era peligroso, pues se desconocía si eran inversiones que generaban rendimientos adecuados o si representaban algún riesgo para el dinero que es propiedad de los asegurados y por ende para la estabilidad financiera del INSS, que una década después depende del apoyo estatal para seguir funcionando.
Por su parte, en 2017 el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe sobre la revisión anual del Artículo IV, también recomendó reglamentar el uso de los fondos de reservas del INSS, y confirmó que en los últimos años la institución había incursionado en inversiones riesgosas y de bajo rendimiento, lo que calificó como “una tendencia poco común en los sistemas públicos de pensiones”.
En 2017 el FMI aconsejó reglamentar inversiones
“Ha habido una inversión significativa en el desarrollo de bienes raíces, que no parece estar conectada con la naturaleza de las operaciones del INSS ni con las del fondo de reserva”, señala el Fondo en su reporte completo sobre la Consulta del Artículo IV de ese año.
El reporte de ese año también detalló que al menos 141.3 millones de dólares salieron de las arcas del INSS en concepto de préstamos para financiar principalmente la construcción de edificios y viviendas con tasas de interés subsidiadas.
En los informes de los años siguientes no se abordó este tema con tantos detalles como en ese año cuando también se explicó que, para reducir costos de operación, el INSS invirtió otros 149.5 millones de dólares en Participación accionaria en clínicas y hospitales, que prestarían atención médica a los asegurados. De hecho, la Participación accionaria es el segmento de la cartera de inversiones que según el Anuario Estadístico 2022 más ha crecido. En 2014 tenía 1,960 millones de córdobas y cerró el 2022 con 4,390 millones de córdobas. Sin embargo, la cartera referida al Fondo hipotecario comenzó a reducirse en 2021 y la de los préstamos entró en descenso en 2017.
Estados Unidos sanciona a López
Por su parte, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos reveló en noviembre de 2019 que el presidente ejecutivo del INSS, el militar retirado Roberto López, usa el dinero de los asegurados para realizar transacciones engañosas. Entre ellas, “la apropiación indebida de bienes públicos o la expropiación de bienes privados para beneficio personal o con fines políticos, corrupción vinculada con contratos públicos o sobornos”.
Debido a estos malos manejos, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a López. Justificó la sanción por el mal manejo que hace con los recursos de los asegurados. Además, afirmó que el INSS es uno de los “principales vehículos que facilitan la corrupción y son usados como caja negra por el gobierno” de Daniel Ortega.
“El INSS se ha visto afectado por escándalos de corrupción y maniobras de lavado de dinero mientras López ha estado a cargo de la institución, estos incluyen desde financiar la construcción de un rascacielos valuado en varios millones de dólares en terrenos de propiedad de López, hasta favorecer contratos con empresas constructoras y proveedores farmacéuticos vinculados con el gobierno, o efectuar pagos ilegítimos a funcionarios a través de sociedades pantalla”, explica el Departamento de Estado de Estados Unidos al anunciar la sanción a López.
El documento agregó que “el INSS otorga préstamos por montos muy superiores al valor real y luego permite que los prestatarios incumplan los pagos y se liberen de la deuda entregando activos por un valor muy inferior al del préstamo”.