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Sin hacer ninguna mención a la crisis financiera que enfrenta ni a la creciente dependencia que ahora tiene de las transferencias estatales que recibe a través del Presupuesto General de la República para cumplir sus obligaciones, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) publicó con más de un año de atraso el Anuario Estadístico 2022. Aunque evitó referirse a la crisis, el informe sobre el estado de la situación financiera refleja que durante el 2022 la “deuda” que se creó en 2021, tras el agotamiento de las reservas técnicas, creció en 95 por ciento, es decir que casi se duplicó.
El estado de la situación financiera refleja que al 31 de diciembre de 2022 la “deuda” de 2,697 millones de córdobas acumulada en 2021 se elevó a 5,261 millones de córdobas al año siguiente. Del monto total, 4,998 millones corresponden al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y los restantes 263 millones al régimen de Riesgos Profesionales (RP).
Un especialista en Seguridad Social explica que se le llama “deuda” porque es dinero que el INSS debería tener en sus reservas, pero ya no está en sus arcas, lo gastó para cumplir con sus compromisos. Pero no es que se deba a un banco o a otra entidad sino a sus afiliados. Es decir el dinero que se debería tener para atender las futuras obligaciones se ha convertido en una deuda con los actuales contribuyentes.
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Deuda con los asegurados seguirá creciendo
“Esos 5,261 millones de córdobas es plata que se debe, se les debe a los asegurados, es una deuda con los asegurados… Es plata que debería estar en las reservas del INSS para garantizar las pensiones y otros compromisos con los asegurados que aportaron ese dinero a través de sus cotizaciones. Ese dinero debería estar en las reservas para garantizar las obligaciones del INSS con esta gente, pero ya no está, ya la gastaron y era dinero de ellos”, explica el especialista que por temor a represalias solicita no mencionar su nombre.
Además, advierte que mientras la cantidad de asegurados no crezca lo suficiente para cubrir con sus aportes los gastos de la institución, esta deuda seguirá creciendo y el Estado tendrá que seguir sacrificando algunos proyectos para transferirle al INSS el dinero que necesita para cumplir con sus compromisos.
“Mientras no crezca la población de asegurados activos esa deuda va a seguir creciendo porque los gastos van a seguir siendo mayores que los ingresos. Incluso, puede llegar el momento en que el Estado no pueda seguir garantizando esos pagos, porque el INSS se está comiendo el Presupuesto General de la República. Para poder darle el dinero al INSS para que cumpla con sus obligaciones, tienen que sacrificar programas, inversiones sociales, dejar de construir hospitales, carreteras y otras cosas”, advierte.
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Estado le inyectó al INSS US$1,000 millones
Un recuento de los Informes de Liquidación Presupuestaria realizado por LA PRENSA refleja que entre 2013 y 2023 el Estado le pagó al INSS los 500 millones de dólares de la llamada deuda histórica. El compromiso era pagarla a partir del 2014, en 50 cuotas anuales. Sin embargo, la crisis financiera que enfrenta la institución forzó el pago de cuotas adelantadas y se canceló en nueve años.
A partir de 2022, cuando se canceló la deuda histórica, comenzaron a crecer otras partidas que al cierre del año pasado suman cerca de 500 millones de dólares adicionales. Estos recursos se entregaron en concepto de aporte estatal, pago de pensiones especiales, servicio de la deuda interna y apoyo presupuestario. Este apoyo permitió que el año pasado, por primera vez en una década, las finanzas del INSS no cerraran con déficit sino con un leve superávit de 137.4 millones de córdobas, que a criterio de especialistas no es sostenible porque depende de la disponibilidad de recursos del Presupuesto General de la República, que también enfrenta limitaciones.
Según otro especialista que también pide anonimato, estas partidas que el Estado le entrega cada año al INSS le garantizan que pueda cumplir las obligaciones de ese año. Pero no resuelven la crisis que se sigue agudizando, ya que por el envejecimiento de la población cada año crece la cantidad de pensiones que debe entregar, y eso seguirá haciendo crecer la deuda que la institución tiene con ellos.
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En 2022 pagó C$1,727 millones más en pensiones
De hecho, según los Anuarios Estadísticos en 2021 el INSS pagó 20,459 millones de córdobas en pensiones a 257,874 jubilados del régimen Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), (entre ellos 71,469 pensiones reducidas) y 734 millones de córdobas a 18,020 pensionados del régimen de Riesgos Profesionales (RP).
En 2022 la cantidad de pensionados en el régimen de RP bajó a 17,918 y el monto total utilizado para pagar estas pensiones se redujo a 725 millones de córdobas. Es decir, que la reducción de los pensionados de este régimen provocó un ahorro de nueve millones de córdobas. Sin embargo, la cantidad de pensionados del régimen de IVM subió a 272,670 (entre estas 76,452 pensiones reducidas) y el INSS necesitó 22,186 millones de córdobas para pagar sus pensiones; un incremento de 1,727 millones de córdobas con respecto al año anterior.
El especialista también explica que existen dos tipos de reservas, la matemática y la contingente. En esta última sí se incluye todo el patrimonio del INSS, que comprende propiedades, equipos, edificios y otras inversiones, entonces el déficit real del INSS disminuye, pero no lo cubre por completo, la entidad sigue debiéndole a los asegurados.
¿Cuándo se resolverá la crisis del INSS?
Según la información divulgada en los Anuarios Estadísticos, en 2014 el INSS tenía 10,464 millones de córdobas en reservas técnicas, pero a partir de ese año comenzaron a reducirse. Esta merma fue provocada porque en 2023 por primera vez los gastos superaron los ingresos de la institución, creando un déficit, en ese año de 201 millones de córdobas, que en lugar de reducirse fue creciendo cada año hasta tocar fondo en 2018 cuando alcanzó 4,730 millones de córdobas.
Eso provocó que cada año las reservas técnicas se redujeran, y aunque la entidad recuperó los 500 millones de dólares de la llamada deuda histórica (unos 15,168 millones de córdobas), a partir de 2021 los estados financieros en lugar de reservas técnicas comenzaron a reportar deuda que en ese año fue de 2,697 millones de córdobas y al cierre de 2022 subió a 5,261 millones de córdobas.
Pese a la gravedad de la crisis, hasta ahora Daniel Ortega no se refiere al tema y en lugar de buscar una solución optó porque el Estado garantice, a través del Presupuesto General de la República, que el INSS siga cumpliendo sus compromisos con más de 801,751 asegurados activos y con los 338,842 pensionados que según la vocera oficial y vicegobernante Rosario Murillo, registra en INSS en abril de 2024.