Después de cinco años mostrando dificultades para afiliar trabajadores, el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) rebasó por primera vez los 800 mil contribuyentes en febrero de este año, según muestran cifras publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Y aunque en el primer bimestre la entidad —que acumula más de una década en crisis financiera— consiguió rebasar dicho umbral, lo cierto es que aún requiere más de 100 mil nuevos afiliados para alcanzar los 914,196 que contabilizaba en el 2017, previo al estallido de la crisis sociopolítica del 2018, que ocasionó la pérdida de más de 200 mil contribuyentes.
Hasta abril de este año, según el reporte oficial, la entidad ya tenía 804,668 afiliados, es decir un aumento de 13,083 en el último año. Eso implicaría que el INSS en 12 meses solo ha podido agregar en promedio cada mes un poco más de 1,000 personas, lo que dificultad su recuperación reflejada previo al 2017.
Solo en los primeros dos meses del año, con relación a diciembre pasado, el Gobierno asegura que la entidad ha conseguido 12,755 nuevos afiliados. Es decir, que de los más de 13 mil en el último año, más del 80 por ciento se afilió en lo que va del año y en el 2023 la incorporación de nuevos contribuyentes fue casi nula.
Fuerte rezago
De esta manera el INSS acumula un enorme rezago en su base de afiliación. Solo en el 2018, antes del impacto de la crisis, los especialistas advertían que la entidad urgía rebasar el millón de contribuyentes para poder hacer frente a su déficit financiero, que era grave. Pero lejos de mejorar su posición, el INSS observó un deterioro en sus números en el siguiente quinquenio.
De los 12,755 empleos que se han creado en lo que va del 2024, la mayoría están concentrados en el sector agropecuario, silvicultura, caza y pesca, donde hay 70,952 afiliados. Respecto a diciembre, este grupo de actividades agregó 5,066 contribuyentes, es decir un poco más del 38 por ciento del total de nuevos afiliados.
El problema de este segmento económico es que los afiliados suelen ser temporales, es decir no son sostenibles a largo plazo, porque a muchos los registran en el INSS en el contexto del inicio de la temporada de cortes y recolección de cosechas en el campo. Esto supone un desafío para el Seguro Social.
La industria manufacturera acumula 175,706 contribuyentes, de los cuales 6,405 se añadieron en el primer bimestre de este año. Es decir, que el sector agropecuario para esta actividad es el que más está creando empleos formales, esto último pese a que en zona franca se han perdido más de 20 mil puestos en el último año.
Comercio con baja afiliación
Uno de los sectores claves en la economía, que, sin embargo, no está creando suficientes puestos, es el comercio, que tiene 132,892 afiliados. Desde diciembre ha agregado a 1,356 contribuyentes y si se compara con respecto a igual periodo del año pasado hay 9,769 adicionales.
Los servicios comunales, sociales y personales, que concentran la mayor cantidad de afiliados en el INSS, es el que no está creando empleos. Hasta febrero habían 268,028 afiliados, menos que los 268,782 reportados en diciembre del año pasado, lo que implica una reducción de 754 plazas.
En tanto, transporte, almacenamiento y comunicaciones tiene 38,171 asegurados, es decir 379 menos comparado con diciembre pasado cuando se tenían 38,550 afiliados.
La construcción, que segùn el Gobierno está en recuperación, en lo que va del año acumula 25,072 asegurados, 1,038 más respecto a diciembre pasado. Si la cifra se compara con hace un año, las empresas de este sector han aumentado su participación con 2,475 trabajadores formales.
En el caso de minas y canteras se han agregado apenas 32 nuevos afiliados en los primeros dos meses del año, pese a que el sector se ha beneficiado de los elevados precios del oro a nivel internacional. Hasta febrero tenían 5,831 asegurados.
El sector financiero, que es una de las actividades que tuvo dificultades para recuperarse del impacto de tres años de recesión económica y que ha sufrido la pérdida de sucursales, hasta febrero tenía reportado en el INSS 79,582 trabajadores, un poco más de los 78,992 contabilizados en diciembre pasado.
Y finalmente el sector de electricidad, gas y agua hasta febrero tenía 8,434 afiliados, menos de los 9,033 reportados en diciembre pasado y ligeramente mayor a los 8,096 contabilizados en igual mes del año pasado, según cifras publicadas por el BCN.
La otra cara de la moneda
El incremento del número de afiliados contrasta, no obstante, con la tasa de desempleo que el Gobierno ha venido reportando en estos dos últimos meses.
Nicaragua cerró el primer bimestre con un aumento en el desempleo y el subempleo, una mala noticia para un mercado laboral que aún sigue enviando señales de que el crecimiento económico que pregona el Gobierno sigue sin mellar sus indicadores.
La tasa de desempleo en febrero se ubicó en 3.7 por ciento, mayor que el 3.2 por ciento reportado en igual periodo del año pasado, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide). Si la tasa se compara con enero, esta se mantiene invariable.
Por el lado del subempleo, que suele ser un empleo mal remunerado y precario, en febrero este afectaba al 38.5 por ciento del mercado laboral, es decir más que el 36.7 por ciento referido en igual mes del año pasado. El 43.4 por ciento de los trabajadores del área urbana tenían ese tipo de empleo, mientras que en Managua la tasa se eleva a 49.1 por ciento, y en el área rural era de 31.4 por ciento.