La dictadura de Daniel Ortega endureció la embestida que mantiene contra los representantes de la Iglesia católica, ya que en medio de un enorme despliegue policial siete sacerdotes que permanecían bajo la figura de casa por cárcel en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, fueron trasladados a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial conocida como el nuevo Chipote. La medida también se aplicó al padre Cristóbal Gadea, de Jinotega, quien permanecía detenido en las instalaciones de la sede policial en Plaza El Sol.
Fuentes cercanas a la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) confirmaron a LA PRENSA que desde las primeras horas del domingo 15 de octubre los sacerdotes que permanecen en las celdas del nuevo Chipote son:
1. Cristóbal Gadea:
Es el párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Merced, ubicada en el municipio de El Cuá, en Jinotega. Durante la madrugada del lunes 2 de octubre, paramilitares y agentes de la Policía lo secuestraron y trasladaron a la capital. Desde entonces permanecía en las instalaciones de la sede policial ubicada en Plaza El Sol. Su retención fue parte de un operativo que se desarrolló desde la noche del domingo 1 de octubre, en el que secuestraron a varios clérigos. Hasta ahora se desconoce el motivo del secuestro y posterior encarcelamiento.
2. Julio Ricardo Norori:
Es el titular de la parroquia San Juan Evangelista, de San Juan del Río Coco en Madriz y lo secuestraron durante la redada que realizaron paramilitares junto a agentes de la Policía durante la noche del domingo 1 y la madrugada del lunes 2 de octubre. Tras su secuestro lo trasladaron a las instalaciones del Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, en Managua, donde permanecía bajo custodia policial.
3. Iván Centeno:
Está a cargo de la parroquia Inmaculada Concepción de María, en Jalapa, Nueva Segovia y pertenece a la Diócesis de Estelí. También lo secuestraron durante la redada que realizaron entre el 1 y 2 de octubre. Posteriormente lo trasladaron a la capital y lo dejaron junto con otros sacerdotes bajo custodia policial en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima.
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4. Álvaro Toledo:
Es el párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, en Ocotal, cabecera departamental de Nueva Segovia, por tanto pertenece a la Diócesis de Estelí. Lo detuvieron la noche del jueves 5 de octubre. Según sus feligreses durante la celebración eucarística de ese día advirtió que la Diócesis de Estelí se está quedando sin sacerdotes, por represión del régimen de Daniel Ortega y admitió que él podría ser otro de los capturados. Confirmó que tras cuatro meses de mantenerlo bajo custodia en el Seminario habían liberado al padre Leonardo Guevara, vicario de la Catedral de Estelí y el secuestro de otros dos sacerdotes, Iván Centeno y Julio Ricardo Norori.
“Por ahí anda un rumor de que a mí también me habían llevado. La verdad es que ya no sabemos, en cualquier momento nos puede tocar. Pero tenemos la paz y la conciencia tranquila”, habría dicho el sacerdote en la misa que celebró antes de su secuestro.
5. Yesner Cipriano Pineda:
Es el párroco de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, en Ocotal, Nueva Segovia. Además, es asesor diocesano de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Estelí a la que pertenece su parroquia. Durante su secuestro se usó el mismo esquema arbitrario utilizado en los últimos días con al menos una decena de clérigos. Es decir, sin ninguna orden judicial y con la participación de paramilitares acompañados de agentes de la Policía. Pineda fue secuestrado en Estelí el sábado 7 de octubre, después de participar en los festejos religiosos de la Virgen del Rosario.
6. Ramón Esteban Angulo Reyes:
Angulo es el párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, en la comunidad Wapy, del municipio de El Rama, que pertenece a la Diócesis de Bluefields, en la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur de Nicaragua (RACCS). Según reporte del medio de comunicación Noticias de Bluefields, durante la tarde del domingo 8 de octubre, el jefe de la estación policial de Wapy, Eddy Santos Espinoza Castro, acompañado de tres oficiales de la Policía sacó al sacerdote de la parroquia con el pretexto de que necesitaban que participara en una reunión. Sin embargo, el sacerdote nunca regresó a la parroquia ya que fue trasladado a Managua y permanecía bajo casa por cárcel en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima, junto a otros siete religiosos.
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7. Pastor Eugenio Rodríguez Benavides:
Es el párroco de la iglesia Divina Providencia, de Jalapa, Nueva Segovia y pertenece a la Diócesis de Estelí. Sus feligreses lo reportaron como desaparecido desde la noche del sábado 20 de mayo. Su desaparición se hizo evidente porque el sacerdote acostumbraba a transmitir cada una de sus celebraciones eucarísticas que realizaba y el domingo 21 no hubo transmisión. Posteriormente, a través de las redes sociales personas vinculadas a la iglesia denunciaron que lo habían secuestrado junto a cuatro miembros del coro de la parroquia San Francisco de Asís, de Estelí.
Tres días después la Diócesis de Estelí a través de un comunicado denunció que el padre Rodríguez junto al padre Leonardo Guevara, párroco de la Catedral de Estelí, estaban bajo investigación de las autoridades. El comunicado detalló que a ambos sacerdotes los trasladaron a Managua y que permanecerían en una de las casas de formación de la Iglesia, mientras la Policía realizara una investigación relacionada con asuntos administrativos de la extinta Cáritas Diocesana de Estelí. Al padre Guevara, que es vicario de la Catedral de Estelí, lo liberaron en la primera semana de octubre, mientras realizaban otra redada que dejó como resultado la captura de al menos una docena de sacerdotes.
8. Osman Amador Guillén:
Fungió como director de Cáritas Diocesana de Estelí y actualmente es párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima, de Wiwilí-Nueva Segovia, que pertenece a la Diócesis de Estelí. Pero ante las recientes redadas se había trasladado a Estelí. Durante la noche del viernes 8 de septiembre agentes de la Policía, acompañados de agentes antimotines, lo sacaron de la casa cural de la Catedral de esa ciudad y lo trasladaron a la capital. Desde entonces permanecía bajo la figura de casa por cárcel en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima.
Sus feligreses atribuyen su captura arbitraria a que constantemente pedía la liberación de su pastor, el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, encarcelado hace más de un año y condenado a 26 años de cárcel por supuesta traición a la patria y otros delitos que el régimen le achaca a los políticos de oposición. En ese momento, el padre Amador Guillén se contabilizó como el sexto sacerdote secuestrado por las autoridades en los últimos días.
Eso significa que junto a los siete mencionados anteriormente son al menos 13 los sacerdotes capturados en las más recientes redadas, la mayoría pertenecientes a la Diócesis de Estelí que está bajo la administración apostólica de monseñor Rolando Álvarez.
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