Aunque desde 2015 —según se refleja en informes del Banco Central— no ha entrado dinero en cooperación (préstamos y donaciones) desde Rusia, un repaso por los acuerdos entre Nicaragua y Rusia, deja ver que uno de los apoyos más tangibles entre estos países es en el campo militar y de seguridad.
Por ejemplo, en la reciente gira oficial de una delegación nicaragüense en Rusia y sus países aliados, se concretó la firma de un Memorándum de Entendimiento entre el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones (Telcor) y Correos de Nicaragua y el Centro Nacional de Coordinación de Incidentes Informáticos de la Federación de Rusia, para el “fortalecimiento de la cooperación con la Federación de Rusia en materia de seguridad informática”, según lo que reportaron los medios de comunicación oficialistas.
El acuerdo, firmado el 25 de mayo en Moscú, supuestamente tiene el objetivo de “detectar, prevenir y eliminar las consecuencias de ataques informáticos, así como la respuesta a incidentes informáticos”.
Equipo militar ruso para Nicaragua
El 18 de mayo pasado, el Ministerio de Defensa de Rusia anunció a través de un comunicado, que enviará equipamiento militar al Ejército de Nicaragua para fines “humanitarios”. Según el Ministerio ruso, el equipamiento tiene el propósito de dar “asistencia a la población civil en situaciones de emergencia”.
Y también, el 12 de diciembre de 2022, la Policía Nacional de Nicaragua y la Guardia Nacional de Rusia firmaron un acuerdo de cooperación para temas de seguridad entre ambos países. Todo esto ocurre en un contexto internacional en el que las relaciones con el Gobierno de Vladimir Putin son cuestionadas por la invasión militar a Ucrania.
Otro de los últimos acuerdos con Rusia que han levantado críticas, es en el campo de la energía atómica. La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó el pasado 2 de mayo el acuerdo de cooperación con Rusia para el desarrollo de energía atómica con fines pacíficos. Para los críticos, esto significa que la dictadura de Ortega se acerca cada vez más a las prácticas de los regímenes de Irán y Rusia, que son países con capacidad técnica para el desarrollo de armas nucleares, las cuales se derivan de la energía atómica.
Ortega, quien lleva más de 15 años en el poder, igualmente fue cuestionado en 2016 por la compra de 50 tanques rusos, a través de un acuerdo de cooperación técnico militar entre Nicaragua y Rusia.
Reforzamiento de armas y tecnología
Bajo la dictadura de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, Telcor y la Policía son instituciones usadas como instrumento represivo contra los críticos y opositores. Telcor es la entidad encargada de cancelar los permisos de televisoras y radios de línea crítica. También, desde el edificio de Telcor en Managua funciona un equipo pagado que se encarga de promover el discurso oficial en las redes sociales y desacreditar y atacar a los oposiores a la dictadura, lo que ha sido conocido como “granja de troles” o “turbas virtuales”.
También, los críticos han acusado al régimen orteguista de realizar prácticas de espionaje a través de Telcor, lo que ha sido negado por esta institución.
La Policía, dirigida por el consuegro de Ortega, es la institución que está al frente de la represión contra los opositores y críticos, encargada de perseguirlos, asediar sus casas, sus negocios e inclusive iglesias; detenerlos, encarcelarlos, allanar sus propiedades, empresas o sedes de organizaciones no gubernamentales (ONG), entre otros actos represivos y de violencia.
En 2018, más de 300 personas murieron por la represión policial contra las protestas civiles, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Y el Ejército Nacional es encabezado por un leal a Ortega, que le declara reiteradamente su fidelidad y protección ante cualquier caso de golpe de estado. Para los críticos, las armas son lo único que mantiene en el poder a Ortega.
Pagar la lealtad al Ejército
Un experto en relaciones internacionales que habló con LA PRENSA bajo condición de anonimato, manifestó que el entrenamiento de personal de seguridad de parte de Rusia, confirma el uso de tácticas represivas que son similares en Nicaragua, Rusia y países satélites como Bielorrusia, donde también se aplastan los descontentos sociales con el uso de las fuerzas y de las armas.
El experto también valoró que asegurarle el abastecimiento de equipo técnico al Ejército es una forma de “mantener contenta” a esta institución, “cuya cúpula se ha mantenido totalmente subordinada a Ortega”.
“Lo que no sabemos ahora es el endeudamiento con ese país que se va a derivar de estos acuerdos y si se trata de simple reposición de equipos o de nuevas adquisiciones que rompan el equilibrio militar que se ha buscado siempre mantener en Centroamérica con el Triángulo Norte”, manifestó la fuente.
Además, el experto señaló que hay una “creciente colaboración rusa en temas de información e inteligencia estratégica, cuyos alcances se mantienen en secreto”.
Para el experto, la colaboración militar de Rusia a Nicaragua no es nueva. “Rusia ha sido desde los años ochenta el principal abastecedor de armas al Ejército de Nicaragua, una situación que no cambió durante los gobiernos liberales. El gobierno de doña Violeta (Barrios de Chamorro) tuvo que lidiar con la abultada deuda externa con Rusia que heredó del gobierno sandinista”, agregó la fuente.
Por su parte, un especialista en temas de seguridad que habló con LA PRENSA también bajo condición de anonimato, confirmó que desde que Ortega restableció las relaciones de cooperación con Rusia, uno de los primeros campos y el más activo hasta ahora ha sido el militar.
“A lo largo del tiempo esto se ha concretado al menos en las siguientes actividades: suminisro y venta de armamento y equipo militar; formación y capacitación; intercambios, visitas y ejercicios militares; tecnología e inteligencia (estaciones Glonass); y el centro de entrenamiento regional para la lucha contra el narcotráfico”, expresó.
Rusia pretende inquietar a EE.UU.
El especialista no dudó en afirmar que la pretensión de Rusia es inquietar a Estados Unidos, que ve como su principal enemigo a nivel internacional, al igual que Ortega.
“Esa cooperación se ha mantenido durante los últimos cinco años y en la medida que el régimen acerca sus posiciones políticas al gobierno Ruso precedido por Vladimir Putín, así como sus aliados, es factible que se fortalezca la cooperación en el ámbito militar, sobre todo por las pretensiones rusas de confrontar a Estados Unidos en Centroamérica, una región que siempre ha estado bajo la hegemonía norteamericana”, agregó.