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Gustavo Petro celebra son sus seguidores la noche del domingo 19 de junio en Bogotá. LA PRENSA/AFP

¿Gustavo Petro, aliado o crítico del régimen de Ortega? Estos son los primeros indicios

Conozca la lectura de analistas políticos consultados por LA PRENSA

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Al igual que ocurrió con el triunfo de Gabriel Boric —de ideología de izquierda—, en la elección presidencial chilena en diciembre pasado, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo no se hizo esperar para enviar un mensaje de felicitaciones al nuevo presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, —también de tendencia izquierdista—, quien al igual que Boric no ha dejado a un lado la demanda de liberación de los presos políticos y la situación de derechos humanos en Nicaragua.

Boric en varias ocasiones ha expresado su solidaridad con las personas presas políticas que mantiene el régimen orteguista y recientemente Petro reconoció la existencia de presos políticos en Nicaragua. “Quienes están presos en Nicaragua, y aquí ya me meto otra vez en camisa de 11 varas, son los que hicieron la revolución contra Somoza”, dijo el viernes 25 de junio el nuevo presidente electo de Colombia, en su primera entrevista oficial al diario Cambio de Colombia.

En Nicaragua hay más de 180 personas presas por manifestarse en contra de Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo, entre ellos disidentes del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que encabeza Ortega. A estos es a quienes se refirió Petro en la entrevista, incluso uno de ellos, el general en retiro Hugo Torres, murió cautivo el pasado 12 de febrero, pero también están presos estudiantes universitarios, líderes campesinos, empresarios, exdiplomáticos, periodistas, dueños de medios y hasta un banquero.

A lectura de analistas políticos, pese a su tendencia ideológica, Petro trata de seguir los pasos de Boric a lo que llaman “la nueva izquierda latinoamericana”, tomando distancia política de Ortega, quien no representa “ningún proyecto progresista”.

“No quieren ser identificados con regímenes totalitarios”

“Gustavo Petro trata de seguir lo que Boric, el presidente de Chile, llama la ‘nueva izquierda latinoamericana’, tratando de diferenciarse de las dictaduras ortodoxas de izquierda represivas de Cuba, Nicaragua y Venezuela, luego del jaque mate que les ha infligido Ortega con la represión sin límites que ha ejecutado contra el pueblo de Nicaragua”, opinó un exembajador nicaragüense en condición de anonimato.

A criterio de un analista político, quien también prefirió el anonimato, “Petro y Boric toman distancia política y reconocen que Ortega no representa ningún proyecto progresista. Ambos tienen influencia en los sectores progresistas de América Latina, lo que significa que su aislamiento se va a profundizar, no solamente las fuerzas políticas de la derecha sino que ahora se suman los políticos progresistas”.

El analista aclaró que Ortega no es de tendencia izquierdista, pues este mutó y dejó de tener la misma ideología de Petro y Boric. “Eso es lo que ellos expresan al señalar que ellos se identifican con los que están presos y no con Ortega”, dijo el analista.

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Al respecto, el exembajador señaló que, basados en la persistencia de los problemas de pobreza, marginación y abandono de la mayoría de los pueblos latinoamericanos, la izquierda a partir de la revolución cubana trató de construir algo distinto, pero ni Cuba ni Venezuela ni Nicaragua construyeron democracia ni mejoraron la vida de los pueblos, pues se concentraron en “la lucha contra el capitalismo y contra Estados Unidos, sin ofrecer nada positivo, y hasta avalaron la reciente invasión de Putin a Ucrania”.

Con el auge de defender los derechos humanos, la libertad y la democracia en el mundo, Boric criticó al régimen de Ortega, de Cuba y Venezuela, y hasta pidió la libertad de los presos políticos de Nicaragua, señalando que lo de Nicaragua “era demasiado”, buscando con ello un tipo distinto de gobierno de izquierda. Ahora, Gustavo Petro trata también de que los colombianos no lo identifiquen con esos regímenes totalitarios, y parece sumarse a la “nueva izquierda” que impulsa Boric, abogando por los presos políticos de Nicaragua, aunque reconociendo con cierto temor de irritar a Ortega, que se “está metiendo a camisas de once varas”, agregó el exembajador.

¿Coalición de Petro respaldará su posición?

El analista político, Eliseo Núñez, manifestó que las declaraciones de Petro no son nuevas, sobre el tema de Nicaragua, particularmente en cuanto a Ortega. No obstante, a su juicio, las dudas que se presentan están alrededor del círculo, “como Piedad Córdoba que están pegados a Petro y que pueden empujar no hacia una posición de Petro a favor de Ortega, pero probablemente a una neutralidad que hará mucho daño”, alertó.

Por lo tanto, Núñez considera que “hay que estar pendientes de los pasos que dé, porque no está claro de que tenga el apoyo interno suficiente entre su coalición para generar una política activa a favor de los derechos humanos en Nicaragua”.

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El exembajador coincide por separado en que Petro “no está garantizando un camino de paz, democracia y desarrollo con esta ‘nueva izquierda latinoamericana’, si de verdad no se adhieren a los postulados de la libertad, el pluralismo y un estado de derecho, y sobre todo muestren capacidad de entender a fondo, y tener propuestas concretas para resolver a mediano y largo plazo los graves problemas”, dijo.

Sin embargo, Núñez agregó que “dado a las conexiones que tiene Petro con el régimen, a través de años de colaboración que tuvieron ambos movimientos, pudiese ser que en algún momento se convierta en un buen interlocutor —si de pronto hay voluntad de diálogo—, aunque hemos visto la misma intención en México y Argentina, y Ortega lo ha rechazado y la posición de México pasó de ser de una propuesta de mediador a defender al régimen de Ortega, entonces esto definitivamente nos da un indicio de por dónde va, pero todavía hay que ver los balances internos de su propia coalición de izquierda en Colombia”, expresó.

El ahora gobernante de izquierda en los meses más álgidos de la crisis sociopolítica de Nicaragua, en 2018, se pronunció en contra de la violación de derechos humanos en el país ejecutados por el régimen Ortega-Murillo.

El 26 de junio de 2021, Petro escribió en su cuenta de Twitter que “en Venezuela como en Nicaragua no hay un socialismo, lo que hay es el uso de una retórica de izquierda del siglo XX para encubrir una oligarquía que se roba el Estado, una minoría que gobierna para sí misma y viola los derechos de la mayoría”.

Petro en los meses más álgidos de la crisis sociopolítica de Nicaragua, en 2018, se pronunció en contra de la violación de derechos humanos en el país ejecutados por el régimen Ortega-Murillo

También se pronunció criticando la reeleción por tercera vez consecutiva de Ortega, en noviembre de 2021.

Relación de Nicaragua con Colombia

Las relaciones entre el gobierno de Daniel Ortega —quien lleva 15 años en el poder— y los anteriores presidentes colombianos han sido de tensiones y hasta descalificaciones, tanto por las disputas limítrofes como por las diferencias políticas, debido a que los gobiernos colombianos habían sido de derecha hasta ahora.

Ortega en el último año ha repetido el calificativo de “narcoestado” para referirse a Colombia, lo que provocó la reacción del mandatario colombiano Iván Duque y en el campo diplomático ambos países han llamado a consultas a sus respectivos embajadores.

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