Para los pequeños y medianos empresarios es fundamental contar con un modelo de negocios, por lo general se utiliza el famoso modelo de canvas, un cuadro en el que se describe elementos claves como los productos, los aliados o socios, los canales de distribución, ingresos, costos y el que considero fundamental… la propuesta de valor.
La idea de un modelo de canvas es que tengas claro el panorama de tu negocio y que seas capaz de sintetizar lo fundamental de la mismo en una “plática de ascensor”. Por lo general de un piso a otro tardas de uno a dos minutos platicando con alguien, si lograste captar su atención.
Digamos que el máximo de esa plática inicial es de cinco minutos. La pregunta es si somos capaces de decirles por qué comprar nuestro producto, por qué aliarse a nuestra empresa o por qué apoyar esa aventura.
El modelo de negocios debe elaborarse para proyectos y empresas en todos los sectores, más si estos desean crecer, eso incluye proyectos y empresas de comunicación, sí, también para los medios de comunicación.
El periodismo en Nicaragua ha sufrido golpes duros como la pandemia de covid-19 y por supuesto el exilio. Estos momentos muestran la necesidad de un buen modelo de negocios. En el primer caso para mantener la esencia del medio modificando procesos pasándolos al mundo virtual y en el segundo caso hasta modificando este modelo de negocios.
Explicando un poco mejor la segunda parte, hay cerca de 30 medios que se formaron en el exilio, esos deberían haber nacido con un modelo de negocios que incluya las características de un proyecto que trabaja desde otro país, pero los medios que se trasladaron debieron ajustar su modelo de negocios porque las reglas del juego cambiaron.
Una de las reglas que cambió fue la de los socios, apoyar a un medio en el exilio se tradujo en ser declarado “traidor a la patria” y muchos medios vieron una bajada estrepitosa de sus anunciantes. Además, cambiaron los canales de distribución.
Lamentablemente los mejores ejemplos son los medios que experimentaron las mayores agresiones y pérdidas. LA PRENSA, Confidencial, 100% Noticias perdieron sus instalaciones físicas, pero también se vieron afectados en sus canales de distribución. El último diario impreso ahora debe de tener un modelo de negocios que se mueve en el mundo digital y Youtube remplaza a los canales de televisión.
Los medios debieron y deben tener un modelo de negocios visible para ellos y sus socios, deben tener clara la propuesta de valor y poder realizar la plática de ascensor.
El modelo de negocios sobre todo te permite superar los cambios y imprevistos. ¿Se han preguntado cómo Pepsi dejó de ser la gaseosa más vendida en Nicaragua y terminó siendo un territorio Coca Cola? Solo les daré uno de varios elementos, los canales de distribución. Hoy viajas a una comunidad en una montaña y probablemente no encuentras una botella de agua purificada pero sí una Coca Cola.
La propuesta de valor es lo fundamental porque es lo que te diferencia de empresas o productos similares. Para los medios que nacieron en el exilio esa es una buena pregunta, qué me diferencia del resto, algunos están haciendo noticieros en videos, otros en podcast, otros diferenciándose en la parte gráfica con fotografías y artes y otros centrándose en localidades.
El exilio ha casi reducido al mínimo o desaparecido medios culturales y centrados en deportes, supongo por la complejidad de reportar esto desde un país extranjero, pero es importante destacar, por ejemplo, que también fueron forzados al exilio los artistas y hay mucho sabor nica por el mundo.
Los medios que sienten que no encuentran oportunidades deben primero analizar su propuesta de valor, luego ver si su modelo de negocio ya se ajustó a la nueva realidad y finalmente prepararse para buscar aliados en esta nueva aventura.
No es igual ajustar un modelo de negocios que crearlo desde cero, medios como LA PRENSA ya tienen un arranque en su propuesta de valor, 98 años no son jugando, pero los que nacen deben encontrar eso que los diferencie más allá de la pasión de hacer periodismo y el compromiso con la libertad de expresión, sobre todo porque para los donantes y empresarios, futuros socios y aliados este término ya está gastado en las pláticas de ascensor.
La autora es licenciada en Ciencias de la Comunicación.