Mi padre murió en 1981, a una edad que ahora yo he sobrepasado, y lo he recordado cuando la fiel y servicial Corte Suprema de Justicia de Nicaragua me ha despojado de algo que sólo a él debo, mi título de abogado y notario.

Mi padre murió en 1981, a una edad que ahora yo he sobrepasado, y lo he recordado cuando la fiel y servicial Corte Suprema de Justicia de Nicaragua me ha despojado de algo que sólo a él debo, mi título de abogado y notario.
Los gemelos heredaron de su madre una gran hermosura y de su padre una furia incontenible, y un par de alas cada uno, que les nacieron cuando llegaron a la pubertad.
Todo este ambiente de preocupaciones requiere de un compromiso colectivo para proteger la cultura de los derechos humanos, y no ahogarse en mezquindades, sabiendo que todo depende de nosotros, también esa marea idílica necesita del verso nuestro para ser inmensidad de oleaje en comunión.
En América Latina y el Caribe, la iniciativa está apoyando los gobiernos de Costa Rica, Jamaica y Brasil en el desarrollo de planes de acción nacionales para prevenir y reducir la contaminación por plásticos en los sectores del transporte marítimo y la pesca.
Deberíamos asegurarnos de que el mundo mantenga una conversación similar sobre sus numerosas promesas. Rescatemos la agenda de los ODS y aprovechemos al máximo los siete años que nos quedan. Demos prioridad a aquello que aportará los beneficios más increíbles para el mundo.
Boric, que en su país es denostado por la extrema derecha y por la izquierda radical, lo dijo muy claro en Brasil: “Los derechos humanos deben ser respetados siempre”. Lula y Maduro hacen oídos sordos. Hay alianzas que las carga el diablo.
El exguerrillero del M-19 y presidente de Colombia, Gustavo Petro, debe renunciar. No porque sea culpable, sino porque se necesita esclarecer su inocencia. Es lo que sucede en una democracia saludable.
Indudablemente, nos falta humildad para reconocer que no estamos en el camino correcto, con una fuerte crisis de identidad y con una atmósfera de confusiones que nos dejan apesadumbrados y sin fuerza.
Estados Unidos es el único país del mundo donde la cantidad de pistolas y fusiles supera al número de personas, en una proporción aproximada de 120 armas por 100 habitantes… La proliferación de las armas de fuego está en la raíz de la plaga de la violencia.
La negación del adversario por motivos ideológicos implica ponerse a la altura de lo que hoy corrompe a Nicaragua: un poder omnímodo que impide cualquier discrepancia y que rehúye el control y la alternancia de poder.