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Laureano Ortega es el encargado de buscar inversión en China tras establecer relaciones diplomáticas con ese país en diciembre del 2021. Foto tomada de Twitter

Qué nos dice el primer proyecto que la dictadura consiguió con China y por qué a El Salvador y Costa Rica les fue mejor

Estos son los proyectos que El Salvador y Costa Rica han conseguido con China y en qué se diferencian con el primer programa que consiguió el Gobierno de Daniel Ortega

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A casi cinco meses de haber restablecido relaciones diplomáticas con China y romper más de 30 años de amistad con Taiwán, el régimen de Daniel Ortega parece haber conseguido el primer proyecto con los chinos: 60 millones de dólares para construir casas.

El régimen lo anunció la semana pasada en medio de un fuerte hermetismo, donde ni siquiera se sabe si es una donación o un préstamo, lo que empieza a dar las primeras señales de cómo funcionarán las relaciones con ese país en detrimento de la transparencia de las finanzas públicas.

Lo único que se se supo, en palabras de la portavoz de la dictadura, Rosario Murillo, fue que Iván Acosta, titular del Ministerio de Hacienda y Crédito Público y cuya firma no tiene validez en los mercados financieros internacionales por estar en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de EE. UU., fue junto con Laureano Ortega Murillo el encargado de firmar y concretar el primer proyecto con Pekín, por 400 millones de yuanes (unos 60 millones de dólares).

“Estamos hablando de un programa de viviendas, esta es la primera fase del financiamiento para viviendas que es parte de los programas de la Agencia Internacional de Cooperación para el Desarrollo de China”, dijo sin dar más detalles sobre la iniciativa que llegará a más de 80 municipios del país.

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La primera vez que Murillo se refirió a este proyecto fue el 28 de enero de este año, cuando dijo que sería un “gran programa de viviendas”. “Esperamos iniciar construyendo este 2022 y el plan es para tres años”, afirmó. Al mismo tiempo que anunció que el proyecto llegaría a 84 (de los 153) municipios del país.

No está claro cómo funcionará el proyecto, cuáles son los requisitos que deberán cumplir los beneficiarios y si se tratará de un préstamo o una donación. En su momento, Taiwán ya apoyó iniciativas de este tipo, pero las viviendas eran regaladas a las familias beneficiadas.

Rosario Murillo y Daniel Ortega. Archivo/LA PRENSA

Costa Rica y El Salvador tienen más atractivo para China que Nicaragua

En ese contexto,¿qué oportunidades reales tiene Nicaragua de atraer proyectos de más envergadura desde China, más allá de proyectos muy similares que ya se ejecutaban con Taiwán? ¿Qué consiguieron Costa Rica y El Salvados de Pekín hasta ahora?

A inicios de abril, se incluyó nuevamente en la agenda legislativa de la Asamblea la Iniciativa de Acuerdo Marco de Cooperación entre el Gobierno de Nicaragua y la República Popular de China, presentada por primera vez a inicios de febrero.

El Acuerdo con China cuenta con 10 artículos, entre los que destacan: establecer mecanismos de consulta política, la construcción conjunta de la Franja y la Ruta; explorar la firma de un Tratado de Libre Comercio, entre otros. No obstante, hasta ahora no hay nada en concreto sobre la mesa.

A pesar de los convenios, un economista y consultor externo, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, compartió que Nicaragua no es un destino atractivo para la inversión extranjera de naciones como China, pues no cumple con las condiciones requeridas.

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“Nicaragua es un destino muy modesto y de no gran relevancia para China, tal vez lo será desde el punto de vista político por la cercanía que existe con Estados Unidos y por la relación que tiene el Gobierno nicaragüense con Cuba, Venezuela y Rusia, pero por importunar a Estados Unidos”, aclaró.

Asimismo, detalló que los principales países de América Latina de importancia para China son Brasil, Perú, Ecuador, Argentina, México, y en el Caribe, República Dominicana. “También Costa Rica porque está desarrollando bastantes inversiones inmobiliarias y también en zonas francas de alta tecnología y eso le interesa mucho a China, para poder tener el trampolín hacia Estados Unidos”, enfatizó.

Nicaragua, a su criterio, es un punto muy minúsculo en la importancia económica para China, “son más atractivos Costa Rica y El Salvador, incluso Guatemala. Si Nicaragua tuviese un desarrollo humano capacitado y de alta tecnología sería un buen destino para inversiones chinas”, ejemplificó.

Agregó que este Gobierno “ha traído una inversión que le ha calzado a ellos desde el punto de vista político e ideológico, como la de Venezuela, pero de ahí inversión extranjera de gran relevancia solo se ha concentrado en minas, en zonas francas, pero no hay grandes inversiones en el campo turístico, inmobiliario, industrial, no existen, porque el país no tiene condiciones para eso”.

Foto tomada de El 19 Digital

“No tiene condiciones políticas, estructurales, organizativas ni de productividad. Nicaragua no ofrece las tasas de rentabilidad que tienen los inversionistas extranjeros para poder radicar en el país y no existe la mano de obra calificada como la tiene Costa Rica, Guatemala, México, y los otros países de Latinoamérica”, añadió.

Sobre este punto, el economista Marco Aurelio Peña explicó en diciembre pasado a LA PRENSA que para atraer a Nicaragua más capital de la segunda economía más grande del mundo, es necesario mejorar los incentivos fiscales.

“Creo que podría ser viable para ellos lo que está pasando en Costa Rica, el crear un conjunto de incentivos y beneficios fiscales para la inversión de China. Si eso pasara, el mercado nicaragüense vería el ingreso de volúmenes de inversión chino y pueden abrir establecimientos comerciales, más restaurantes, empresas de servicios, comerciales, industriales, etcétera, esa sería una posibilidad”, mencionó en su momento.

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Los primeros proyectos de China en Costa Rica y El Salvador

1. Costa Rica

Costa Rica fue el primer país centroamericano en establecer relaciones diplomáticas con China en 2007, en una época en que todo el istmo reconocía unánimemente a Taiwán. Además, en 2011 el Tratado de Libre Comercio entre ambos países entró en vigor, siendo el primero en Centroamérica y el tercero en América Latina, después de Chile y Perú. 

Según el sitio web del Observatorio de Comercio Exterior de Costa Rica, desde el establecimiento de relaciones diplomáticas, China ha ofrecido a ese país una amplia gama de donaciones. Es así como se construyó el estadio de fútbol de 100 millones de dólares y se han recibido miles de computadoras para las escuelas. China también donó 30 millones de dólares para la construcción y equipamiento de una nueva Academia Nacional de Policía, además de 8 millones para que el Gobierno los utilizara en los proyectos que decidiera.

En octubre de 2007, el entonces presidente costarricense, Óscar Arias, visitó Pekín y fue recibido por su homólogo chino, Hu Jintao. De esa visita salió la promesa china de construir un nuevo Estadio Nacional de Futbol, una refinería petrolera y una carretera hacia Puerto Limón. Además de promesas de inversiones en hidroeléctricas y turismo.

El Estadio Nacional de Costa Rica, bautizado como La Joya de La Sabana, fue el primer proyecto de obra completa a gran escala donado por el gobierno chino. La obra cuenta con 34,122 metros cuadrados de área total de construcción, 34,762 asientos, y tuvo un costo de 111 millones de dólares. Se inició su construcción el 12 de marzo de 2009 y se finalizó en su totalidad el 31 de octubre de 2010.

Estadio Nacional de Costa Rica. Foto tomada de StadiumDB

La cooperación en infraestructura también se ve reflejada en la construcción de la Academia Nacional de Policía, iniciada el 16 de diciembre de 2014 y terminada en 15 de junio de 2017. La academia, que cuenta con 33,283 metros cuadrados de construcción, es considerada una de las instalaciones más modernas y grandes en su tipo en América Latina.

Por otro lado, en octubre de 2016 China entregó dos aeronaves tipo Y12E (una de modelo estándar, otra de rescate) al Gobierno costarricense para ser utilizadas en las tareas de seguridad nacional, patrullaje costero, prevención de delitos, asistencia médica, rescate y socorro en casos de desastre, entre otras cosas.

En 2017 China ayudó con un fondo no reembolsable a la construcción del sistema de suministro de agua para la región Cañas-Bebedero. Las obras comenzaron el 10 de abril del 2019 y la obra fue inaugurada en marzo del corriente.

El Gobierno chino también ha implementado con éxito proyectos de ayuda tales como la donación de vehículos policiales, equipos deportivos, equipos de oficina, computadoras para enseñanza escolar, entre otras cosas. Además, en septiembre de 2018 ambas naciones firmaron el memorando de entendimiento sobre la construcción conjunta de “la Franja y la Ruta”.

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Por otro lado, los proyectos que ya se pasaron de la fecha prevista para estar finalizados o que fueron cancelados son:

-La ampliación de la carretera hacia Limón, conocida como Ruta 32, que cuesta 450 millones de dólares, de los cuales 395 millones son prestados por parte de China.

-En noviembre de 2008 se estableció un proyecto que consistía en una refinería en Limón, que sería propiedad de Costa Rica y China, con un fondo inicial de 100 millones de dólares aportados por ambos países, en partes iguales, pero el sueño terminó en diciembre de 2020 después de disputas legales y señalamientos de corrupción.

2. El Salvador

El Salvador anunció el 20 de agosto de 2018 la ruptura de relaciones con Taiwán para establecer lazos con China, cuando el país era gobernado por el izquierdista Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

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Sánchez Cerén visitó China en noviembre de 2018, pero su partido perdió las elecciones presidenciales de febrero de 2019, en las que se impuso el actual mandatario Nayib Bukele.

En un artículo publicado por la BBC en diciembre de 2019, Margaret Myers, directora del programa sobre Asia y América Latina del centro de estudios Diálogo Interamericano, compartió que en los acuerdos bilaterales anunciados durante el Gobierno de Sánchez Cerén se incluía la creación de una gran zona de desarrollo económico que habría ocupado una parte importante del territorio de El Salvador y la renovación del puerto de La Unión, lo que preocupaba a Washington pues podía ser usado por China con fines militares y geoestratégicos.

Sin embargo, Bukele ganó las elecciones y esos acuerdos quedaron en el olvido. En la primera semana de diciembre de 2019, el presidente chino Xi Jinping desplegó la alfombra roja para recibir a Bukele, quien llegó a Pekín para una visita de Estado de seis días.

El presidente de China, Xi Jinping (i) y su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele (d). Foto tomada de BBC

Durante esa visita ambos gobernantes firmaron una serie de acuerdos en distintos sectores y Bukele anunció que China aprobó otorgar “una gigantesca cooperación no reembolsable” a su país.

Las obras pactadas en ese momento fueron: el nuevo Estadio Nacional, la nueva Biblioteca Nacional, una planta potabilizadora de agua en el Lago de Ilopango para abastecer al Área Metropolitana de San Salvador; un sistema de distribución de agua y saneamiento de aguas negras del circuito de playas de Surf City; calles y cableado eléctrico subterráneo para Surf City; la recuperación y restauración del sitio arqueológico Joya de Cerén y la ampliación del muelle del Puerto de La Libertad.

Además, se anunció que El Salvador se implicaría en el proyecto de “La Franja y la Ruta”, conocido como la Nueva Ruta de la Seda, mediante el cual Pekín intenta expandir sus vínculos comerciales en el mundo.

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En su momento, Bukele detalló que El Salvador tendría control completo sobre las inversiones y las autoridades chinas señalaron que el país importaría más bienes salvadoreños, incluidos el azúcar y el café.

La Embajada china en El Salvador difundió una declaración conjunta de ambas naciones en la que se aseguraba que los seis proyectos comenzarían a construirse “cuanto antes” y estarían concluidos y en funcionamiento antes de que finalizara el gobierno de Bukele.

En la declaración conjunta se indica que ambos mandatarios suscribieron nueve “documentos de cooperación bilateral en los terrenos de agricultura, comercio, inversión, turismo, cooperación económica y técnica y deportes”.

En mayo de 2021, la Asamblea Legislativa salvadoreña ratificó el “Convenio marco para la asistencia Económica y Técnica entre el Gobierno de la República Popular China y el Gobierno de la República de El Salvador”, el acuerdo de cooperación para la construcción y donación de obras de infraestructura por parte de China.

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El convenio había sido suscrito por Bukele en diciembre de 2019 durante su viaje a China, por el equivalente a 400 millones de yuanes, es decir más de 62 millones de dólares. Dos años más tarde, Bukele indicó que el monto es mucho mayor. “500 millones de dólares en inversión pública no reembolsable y sin condiciones”, escribió en su cuenta de Twitter. 

El presupuesto inicial de construcción del nuevo Estadio Nacional de El Salvador, con capacidad para 50,000 personas, es de unos 100 millones de dólares, casi el mismo costo que tuvo el Estadio Nacional de Costa Rica. 

Por otro lado, el 3 de febrero del corriente, Bukele anunció que China está invirtiendo más de 50 millones de dólares en la construcción de la Biblioteca Nacional de El Salvador y enfatizó que se trata de una donación.

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