Un mes y medio después de haber restablecido las relaciones diplomáticas con Nicaragua, el gobierno de Xi Jinping realizará su primer proyecto de “cooperación” en el país que consiste en un “gran programa de viviendas”. Durará tres años y llegará a unos 84 municipios, según anunció la vicepresidenta designada del país, Rosario Murillo. Pero, ¿qué experiencias de estas hay en los países de la región que tienen relaciones con el gigante asiático?
“Estamos trabajando, vamos concluyendo y podemos anunciar que el Gobierno de la República Popular China ha aprobado un importante proyecto de cooperación con nuestra Nicaragua y el pueblo nicaragüense, un gran programa de viviendas para las familias en todo el país (…) el plan es para tres años, beneficiando a decenas de miles de familias nicaragüenses en 84 municipios del país”, informó Murillo el 28 de enero, durante su alocución de mediodía, sin brindar un número exacto de las viviendas que se planea construir.
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Durante las relaciones de Taipéi y Nicaragua, la cooperación taiwanesa se destacó por la construcción de este tipo de proyectos. El último fue el programa “Vivienda solidaria a familias vulnerables” que el régimen extendió a 49 municipios, y que, según las autoridades taiwanesas, significó la construcción de 400 viviendas en 2021.
¿En qué invierte China?
Expertos en relaciones internacionales consultados por LA PRENSA coinciden en señalar que Pekín busca incrementar y reforzar su posición comercial en el mundo y entre sus principales objetivos de inversión para los próximos años se encuentra América Latina y especialmente, Centroamérica.
Andrés Serbín, analista internacionalista presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (Cries), fundada en 1982 en Managua, explica que lo que está ofreciendo China en sustitución de Taiwán seguramente tiene que ver en algún tipo de inversión y la escasa posibilidad de préstamos.
“China ha sido bastante renuente a ofrecer préstamos en América Latina, ha reducido el nivel de préstamo, pero ha incrementado su nivel de inversiones que está dirigida al área extractiva de minerales que le resulten importantes y a la absorción de esos minerales en función de su propio desarrollo”, dijo a LA PRENSA.
En esa línea, Carlos Malamud, investigador principal de América del Real Instituto Elcano, refiere que sin duda alguna China está en América Latina “con una perspectiva de más largo plazo, pendiente del abastecimiento, de materia prima, alimentos, minerales” y de esa perspectiva lo que puede ofrecer Nicaragua “es relativamente poco, Nicaragua es un país muy pequeño, muy pobre y con un mercado muy limitado, y si bien desde la perspectiva política está bien desde la lectura China que Nicaragua haya reconocido al Gobierno de Pekín”.
Indica a la vez, que por otra parte la economía de China “tampoco está pasando por un momento demasiado volante, evidentemente no tiene los otros contratiempos de otras potencias, sin embargo, la situación es bastante delicada”.
Serbín señala que si bien es cierto, los intereses de China están en los recursos naturales en el desarrollo de infraestructuras, pero estas tienen que “beneficiar su conexión para la exportación de productos desde los distintos países de América Latina hacia su mercado, hacia China y además tiene un interés en temas energéticos, estos son las tres claves de cómo se maneja China en cuanto sus intereses aparte del incremento de comercio”.
Las proyectos de China en Centroamérica
En realidad dentro de la región centroamericana han sido muchas las promesas que China hizo a los países, pero que varias no se han concretado.
En Costa Rica, por ejemplo, que fue el primer país centroamericano que estableció sus relaciones diplomáticas con China, en 2007. Ese año, el entonces presidente costarricense, Óscar Arias, visitó Pekín y fue recibido por su homólogo chino, Hu Jintao; de esa visita salió la promesa china de construir un nuevo Estadio Nacional de Futbol, una refinería petrolera y una carretera hacia Puerto Limón. Además de promesas de inversiones en hidroeléctricas y turismo. Hasta la fecha, solo se materializó la construcción del estadio, el resto de promesas están pendientes. El estadio, bautizado como La Joya de La Sabana, cuenta con 34,122 metros cuadrados de área total de construcción, 34,762 asientos, y tuvo un costo de 111 millones de dólares. La obra generó polémica, porque China trajo a su propia mano de obra, quitando oportunidad de trabajo en ese país.
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Los otros proyectos van avanzando, pero ya se pasaron de la fecha prevista para estar finalizados.
En el caso de Panamá, la inversión de empresas chinas en al menos tres proyectos de infraestructura en el ámbito marítimo y de transporte supera los 2,585 millones de dólares. El 29 de junio de 2018 el consorcio chino (Panamá Cuarto Puente) presentó la oferta de 1,420 millones de dólares para el diseño y construcción del cuarto puente sobre el Canal Interoceánico, y el 9 de noviembre del mismo año el Gobierno panameño firmó el contrato para realizar la obra. Otro de los proyectos que fue adjudicado a una empresa china es el nuevo puerto de cruceros que será construido en Amador, en la isla Perico. El costo estimado de la obra es de 165,708 millones de dólares.
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Se esperaba que la nueva terminal portuaria, ubicada en Isla Margarita, estaría lista a finales de 2019. Sin embargo, en junio de 2021 la Autoridad Marítima de Panamá inició proceso de cancelación de concesión a Panamá Colon Container Ports por incumplimiento de contrato. También estaba la intención de construir una línea de ferrocarril de alta velocidad, que costaría 4.1 billones de dólares y sería terminado en seis años, que uniría a Panamá con Chiriquí en la frontera con Costa Rica. No obstante, se fue a pique y no se concretó.
En El Salvador, los proyectos de la Biblioteca Nacional, el Estado Nacional, la planta potabilizadora en el lado de Ilopango y el Muelle de La Libertad están implementándose de manera constante. Según detalló el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, a través de su cuenta de Twitter, la nueva Binaes (Biblioteca Nacional de El Salvador) es una donación de China y tendrá un costo de 54 millones de dólares. Esta obra incluye equipamiento y libros.