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Mercado de la Unión Europea permitiría a lácteos nicas quitarse las presiones de El Salvador. ¿Por qué Nicaragua aún no le vende esos productos?

Estas son las razones de por qué los exportadores nicaragüenses aún siguen sin llegar al bloque europeo, pese a que país goza de preferencias en el marco del Acuerdo de Asociación desde hace 10 años

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Nicaragua ha venido desarrollando capacidades para ser un país con alta producción de leche. Durante 2020 y 2021 se posicionó como el principal exportador de leche y derivados lácteos para los países centroamericanos, sin embargo, a pesar de mantener un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) desde casi diez años los nicaragüenses aún no han conseguido poner sobre la mesa de gran parte de los europeos estos productos derivados de la actividad ganadera.

A través del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (AdA), suscrito en Honduras en junio de 2012 y aprobado por el Parlamento Europeo en diciembre de ese mismo año, los exportadores nicaragüenses pueden llevar sus productos lácteos a un universo de 500 millones de personas con alto poder de compra.

El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), a través de su sitio web, explicó que el AdA “promueve el acceso recíproco de productos y servicios entre Centroamérica y los 27 países que conforman la Unión Europea, también incluye los componentes de diálogo político y de cooperación”.

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El tratado ha permitido a Nicaragua convertirse en una plataforma exportadora con acceso a mercados privilegiados por sus altos niveles de ingresos, como es el europeo. No obstante, el sector lácteo no se ha visto muy beneficiado por dicho acuerdo.

Datos de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN) revelan que, durante 2021, Holanda fue el único destino de los lácteos nicaragüenses en Europa. No hay estadísticas correspondientes a 2020.

En detalle, hacia ese país se exportaron 11,456 kilogramos de leche evaporada, lo que generó ingresos que ascendieron a 23,750.6 dólares. También se enviaron 2,400 kilogramos de productos lácteos, por un monto de 5,533.5 dólares. Es decir un ingreso bajo dentro del universo que generó el sector lácteo a Nicaragua ese año, que se estimaba en 183 millones de dólares, según el Plan Nacional de Producción Consumo y Comercio para 2021-2022.

Holanda fue el único destino de los lácteos nicaragüenses en 2021. Archivo/LA PRENSA

Cabe destacar que gran parte de la producción de lácteos y sus derivados es destinada a Centroamérica, sobre todo a El Salvador, país que se ha consolidado como el principal destino de las exportaciones de queso nicaragüense, donde constantemente afrontan dificultades de ingresos en las fronteras.

¿Cuáles son los requisitos que Nicaragua aún no cumple?

Oscar López, director ejecutivo de la Cámara Nicaragüense del Sector Lácteo (Canislac), compartió a LA PRENSA la situación con el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, y explicó que, en el caso de los lácteos, “tenemos libre comercialización de algunos quesos frescos y existen algunas partidas arancelarias para otros derivados de la leche, como leche pasteurizada y demás”, ejemplificó.

López también indicó que los nicaragüenses no han conseguido exportar productos lácteos hacia la Unión Europea porque hace falta cumplir con algunos requerimientos como lograr la trazabilidad al ciento por ciento y que la UE certifique el Sistema Sanitario de Nicaragua.

Cabe destacar que la trazabilidad no es más que la identificación del animal desde su nacimiento hasta el final de comercialización de sus distintos productos. Con la trazabilidad se indica su fecha de nacimiento, lugar, propietario, sexo, raza y, por otro lado, sus movimientos y lugar de muerte.

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Sobre el segundo requerimiento destacó que la certificación de la UE es diferente al caso de los países de Centroamérica, que certifican establecimientos. “Por ejemplo, El Salvador puede venir a certificar un establecimiento, mientras la UE certifica el Sistema Sanitario de Nicaragua y todavía este, que es el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA) no ha cumplido con los requerimientos que solicitan para el caso de carne y leche o derivados lácteos”.

Es por esos motivos, señaló, que todavía no han logrado exportar hacia esos destinos. Sin embargo, afirmó que han avanzado en algunos aspectos, como el hecho de que en mayo de 2021 la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ratificó los Estatus Sanitarios Oficiales de Nicaragua como país de riesgo insignificante para la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), también conocido popularmente como el “mal de las vacas locas”, y de país libre de fiebre aftosa sin vacunación.

“En ese sentido ya tenemos el mismo estatus de la UE, sin embargo, no está totalmente establecida la prohibición para el uso de anabólicos y de algunas hormonas que se utilizan en animales en Nicaragua, entonces por eso la UE no nos certifica”, sostuvo.

Además de la trazabilidad y la certificación, indicó que otro factor determinante es la capacidad de los laboratorios. “Son una serie de factores que otros rubros ya han aprovechado y que les han permitido alcanzar ese estatus con la UE, por ejemplo, ya certificaron el sistema que atiende a la parte de camarón y miel, que son productos derivados de animales, pero en el caso de derivados de la ganadería, todavía no”, recalcó.

Archivo/LA PRENSA

“Ahora tenemos algunos productos que podemos mandar, pero estamos pensando que exportar queso fresco a la UE, cuando no hay una cultura de consumo de ese tipo de queso allá, sería poco atractivo, además tendríamos que competir con productos europeos que normalmente también gozan de muchos subsidios y eso complica la operación para poder estar en la UE, pero no lo descartamos y todos queremos y estamos trabajando en pro de aprovechar no solo a la UE, sino a todos los tratados que tenemos vigentes”, enfatizó.

Sobre cuando el país podría llegar a exportar los lácteos hacia ese continente, López indicó que “eso no depende solamente de las plantas, depende en gran medida también de nuestro sistema sanitario, ahí hay muchas inversiones y muchos temas que tiene que atender el IPSA directamente, y que no nos corresponde como establecimientos. Sabemos que están trabajando en eso, pero no podríamos decir en cuanto tiempo ellos estarían listos”.

Cabe mencionar que Nicaragua tiene el hato ganadero más grande de Centroamérica (con más de cinco millones de cabezas), lo que indicaría que con respecto al resto de la región, los exportadores nicaragüenses son los mayores perdedores por no abrir por completo ese mercado.

Diversifican matriz exportadora

El sector lácteo está consciente que llegar a ese mercado del primer mundo sería provechoso. El representante de Canislac sostuvo que exportar hacia Europa puede traer consigo más beneficios y la estabilidad que Nicaragua no consigue con algunos países de Centroamérica, como El Salvador, el principal cliente del queso nica.

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“Básicamente el único país inestable es El Salvador y lamentablemente todavía más del 60 por ciento de nuestras exportaciones se dirigen a ese mercado, sin embargo, hemos venido haciendo un buen trabajo porque hace cuatro o tres años teníamos el 92 por ciento de nuestras exportaciones en ese país. Ahora hemos ido cambiando esa matriz y hemos hecho otros tipos de productos como mozzarella, chédar, etcétera, lo que nos ha permitido llegar a mercados como Guatemala, Estados Unidos, Costa Rica, Panamá, entre otros”.

El Salvador con frecuencia impone trabas a los exportadores nicaragüenses, cuyos pares de ese país incluso han señalado que las autoridades sanitarias han detectado en lácteos nicaragüenses elementos que provocan cáncer u otras enfermedades.

Siguiendo esta línea, agregó que el sector poco a poco se ha quitado “la carga de estar solamente en un país con dos productos, diversificamos nuestros productos y nuestros destinos, eso nos da bastante estabilidad”.

Asimismo, detalló que otro de los factores que será un punto a debatir en el futuro son los volúmenes, “porque los volúmenes que nos demandan países como Guatemala y El Salvador son manejables para algún establecimiento, pero actualmente hemos perdido algunas oportunidades de hacer negocios directos con Estados Unidos porque no hacemos el volumen que necesita, por ejemplo, una cadena de supermercados”.

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“Todavía nos hace falta subir nuestras capacidades de acopio de procesamiento para poder atender a esos segmentos de clientes que son muy grandes y requieren altos volúmenes, los establecimientos cada vez van invirtiendo más para poder tener esas capacidades”, concluyó.

Según el Plan Nacional de Producción Consumo y Comercio 2021-2022, en el 2020 Nicaragua logró producir 381.4 millones de galones de leche, 6.2 por ciento más que el año anterior. Para el 2021 se estimaba en 395.5 millones de galones.

Del total de esa producción, en el 2020 se acopiaron 176.9 millones de galones y en 2021 se esperaba 185 millones, según estimaciones del Gobierno. Es decir gran parte queda en las fincas, se pierde o va a las industrias queseras artesanales, pese a que existe un mercado europeo donde se puede vender.

¿Listos en un año?

Ronald Blandón, gerente de la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan), también compartió que uno de los requisitos de la UE es que el país debe tener la completa trazabilidad de todo el sistema, “estamos en camino, tenemos bastante avance”, sostuvo.

“Lo otro es la inserción a la certificación de las fincas al Sistema Segregado de Producción Bovina, para el tratado europeo se tiene que estar en ese sistema que es el que regula los 44 requisitos o estándares de manejo de bienestar animal, de salud, etcétera, para poder traer a los compradores y que verifiquen las fincas que están certificadas, para poder insertarnos a ese mercado europeo”, aseguró.

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Blandón indicó que Conagan ha ayudado a incorporar a 200 fincas, pero necesitan tener, al menos, unas 1,000 dentro de ese sistema. “Con el aprendizaje que tenemos de cuatro años, que ya sabemos cómo los productores pueden ingresar a esto más rápidamente, sumado al esfuerzo en conjunto con el IPSA, que es el rector de la certificación, creemos que un año podemos tener los volúmenes de producción tanto de leche y sus derivados, como de carne para ese mercado”.  

“Apenas tenemos un 40 por ciento de la leche que va por la industria formal certificada, necesitamos formalizar más al sector, metiendo las fincas al Sistema Segregado de Producción Bovina, ese es el reto para poder llegar a Europa y diversificar las exportaciones”, concluyó.  

Fe de errata: Por un error involuntario en una versión anterior se afirmó que Holanda, no pertenecía a la Unión Europea, pese a que este realmente sí forma parte del bloque. Disculpa a nuestros lectores.

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