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LA PRENSA/ARCHIVO

Qué significaría que la Unión Europea suspenda a Nicaragua del AdA y cómo alcanzaría al Cafta

El régimen orteguista ha orillado al país a poder quedar suspendido del Acuerdo de cooperación con la Unión Europea. Esto se discutirá el 8 de octubre en el Parlamento Europeo. Estas serían las implicaciones para Nicaragua, que tendrían un efecto en el DR- Cafta.

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Las acciones autoritarias del régimen de Daniel Ortega, por medio de la instrumentalización de las leyes, ponen en un peldaño más cerca a que Nicaragua pueda quedarse fuera del Acuerdo de Asociación (AdA) entre la Unión Europea y Centroamérica, que ha permitido que los productos nicas compitan al mismo nivel de otros en esos mercados, cuya actividad representa el diez por ciento de las exportaciones en el país. Sin embargo, si esta decisión se concretara, una de las repercusiones que temen las fuentes consultadas es el riesgo de un efecto dominó por parte de Estados Unidos con respecto al Tratado de Libre Comercio DR-Cafta.

Evaluar la suspensión de Nicaragua del AdA ha estado en el tapete desde el año pasado cuando el Parlamento Europeo empezó a considerar una resolución contra la dictadura Ortega-Murillo por las violaciones a los derechos humanos y las prácticas antidemocráticas. El 19 de diciembre del 2019, el Parlamento aprobó con 560 votos la resolución “Situación de los Derechos Humanos y la Democracia en Nicaragua”, que exigía sanciones individuales a altos cargos, señalados como responsables de actos represivos en el contexto del estallido social de 2018.

Pero además incluía contemplar la suspensión de Nicaragua del AdA porque el país había violado la claúsula del Acuerdo correspondiente al respeto de los derechos humanos, los valores democráticos y la gobernabilidad. Dicho Acuerdo contempla tres pilares: diálogo político, cooperación, y comercio, este último entró en vigencia desde el 2013.

La posibilidad una suspensión surgió luego que José Ramón Bauzá, eurodiputado y crítico de Daniel Ortega, en sus redes sociales esta semana presionara por que el Parlamento Europeo abriera un debate sobre los paquetazos de leyes que está promoviendo el régimen contra los opositores y entre sus propuestas plantea que se le suspenda a Nicaragua del acuerdo de asociación. Días después del Parlamento incorporó en la agenda la crisis nicaragüense.

El AdA establece “el respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales, establecidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y al Estado de Derecho”, los cuales sustentan “las políticas internas e internacionales de ambas partes y constituye un elemento esencial del presente Acuerdo”, por lo que es necesario se tomen todas las medidas para dar cumplimiento a las obligaciones que implica el mismo, de lo contrario, podría ser suspendido.

Esta posibilidad se evaluará el próximo jueves 8 de octubre, cuando el Parlamento Europeo no solo discuta nuevas sanciones contra el régimen, sino además, que el país pueda ser suspendido del AdA, que fue firmado en Honduras el 29 de junio de 2012. Nicaragua vuelve a la agenda del Parlamento, tras que el régimen impulsara un paquete de leyes que atentan contra la libertad  de prensa, y de asociación e intentan controlar las redes sociales.

“El Parlamento Europeo debatirá las infames leyes anti-oposición del régimen Orteguista el próximo jueves 8 de octubre, incluida mi exigencia de sanciones a Ortega y Murillo y la suspensión del Acuerdo de Asociación con la UE”, anunció Bauzá.

Lea además: Parlamento Europeo aprueba resolución contra la dictadura de Daniel Ortega

Pero ¿qué implicaría si esa amenaza se materializa? ¿cómo cambiará la forma de Nicaragua de exportar hacia ese mercado con más de 500 millones de consumidores con alto poder adquisitivo?

Guillermo Jacoby, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), explicó que los acuerdos de asociación básicamente lo que hacen es liberar el pago de aranceles, al no pagarlos, los productos se vuelven competitivos.

Al perder nosotros esas ventajas arancelarias entonces perderíamos competitividad y por lo tanto, se verían afectadas nuestras exportaciones”, pero esto sucedería no por falta de mercado, sino porque no se tendrían los elementos para competir, explicó. Las exportaciones a la Unión Europea implican unos 300 millones de dólares al año, dijo el líder gremial, lo cual es importante.

Sin embargo, Jacoby considera que el problema sería si esta posible suspensión del AdA tuviese un efecto dominó, con respecto a Estados Unidos y que siguiera la misma línea europea con respecto al DR-Cafta. “De perder el Cafta sería gravísimo porque el 50 por ciento de nuestra economía depende de los Estados unidos”, expresó Jacoby.

Por su parte, el economista Róger Arteaga explica que podría ser más fácil que Nicaragua pueda ser suspendida del AdA que del Cafta porque, según su apreciación, Estados Unidos castigaría con esa decisión mucho más al sector privado, y no tanto al gobierno. “Estados Unidos está dejando eso ya como última opción porque ahí si afectaría al sector privado más que al gobierno”, expresó.

Recordó que al no tener mercados se pierden oportunidades, y eso hace que muchas empresas dejen de exportar y tengan que ajustarse, lo que implica despido de personal, cierre de sucursales, o algo más fácil, que se trasladen a otro país como hacen las zonas francas, cuando algo no está bien en la nación donde se encuentran, dijo Arteaga.

Jacoby recalca que con una posible suspensión del Cafta ahí sí tendrían problemas porque lo que está manteniendo la economía en el país son las exportaciones, y ha habido mucha inversión de los empresarios, para buscar que a pesar de la pandemia, el sector no se vea tan afectado. Una sanción de esa naturaleza no solo impactaría en la desmotivación para hacer negocios, sería grave en términos de desempleo, desarrollo económico, entre otros puntos.

Para la diputada Azucena Castillo, miembro de la Comisión Producción, Economía y Presupuesto, en vez de avanzar hacia una integración-con respecto a Centroamérica- , tomando en cuenta que el país tiene una economía pequeña y codependiente, “estamos erosionando aquellas relaciones que pudieran servir mucho para levantar cabeza en lo económico”, expresó.

Asimismo, el economista Maykell Marenco, explicó que de suspender al país del Acuerdo, repercutiría sobre la imagen de este a nivel internacional.“Que te expulsen del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea estaría muchos pasos más aislado internacionalmente”, dijo.

Lea también: Exportadores inquietos por petición de suspensión de Nicaragua del Acuerdo de Asociación con la UE

Jacoby explicó que la suspensión del país del AdA no significa que se prohíban las importaciones de bienes en Europa con respecto al país, es decir, no es un bloqueo, sino que los productos nicas perderían las concesiones que se otorgan dentro del marco del Acuerdo.  Una de estas serían las cuotas libres de aranceles, con un crecimiento anual, para importantes productos de exportación de Centroamérica, tales como el azúcar, la carne de res, el ron a granel y el arroz, según expuso la UE en una nota de prensa cuando se firmó el Acuerdo.

Riesgo de salir del DR- Cafta

Mario Arana, presidente de la Cámara de Comercio Americana de Nicaragua (AmCham), explicó que el riesgo que Estados Unidos valore una suspensión del país del DR-Cafta es un tema que ha estado en la mesa entre las sanciones que se han considerado por parte de EE. UU. a Nicaragua, como parte de los mecanismos de presión, para que se restablezcan en Nicaragua las libertades y reformas electorales que permitan elecciones limpias, como salida a la crisis política del país. “Sería una medida extrema”, expresó.

“Uno quisiera pensar que antes de eso, el gobierno va a reaccionar y buscar cómo entrar en una senda de resolver la crisis política en vez de profundizarla. Pero son decisiones que siguen pendientes y los riesgos están gravitando sobre el país de sanciones más graves”.

Arana señala que se debe insistir en que Nicaragua necesita una salida a la crisis política clara y explícita por parte del gobierno y que se comprenda que internacionalmente se responderá muy probablemente, proporcionalmente a lo que el gobierno haga, pero que allí la correlación de fuerza no favorece al gobierno y puede terminar impactando al final, negativamente, a todos los nicaragüenses.

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