La Cámara Nicaragüense de Plantas Exportadoras de Carne Bovina (Canicarne) proyecta que para el cierre de 2021 habrá un incremento del cinco por ciento en las exportaciones de carne, las cuales se mantienen en el puesto número tres de los diez productos más exportados de Nicaragua, según el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).
Juan Velásquez, director de Canicarne, explicó a LA PRENSA que hasta el 30 de junio de este año se han exportado, aproximadamente, 72 millones de kilogramos “de carne y sus despojos. Ahí van incluidas algunas vísceras comestibles, además de la carne del animal”.
En el primer semestre del 2021 se ha exportado 320 millones de dólares en carne de bovino, un 17.4 por ciento más que el año pasado, cuando se envió el equivalente a 272 millones de dólares.
Agregó que en el primer semestre de 2021 se percibió un incremento en volumen exportado del 10.6 por ciento con relación al mismo lapso de 2020. También en ese periodo hubo un crecimiento en valor del 18.7 por ciento. Esto es debido a que ha aumentado el precio promedio pagado por este producto en los mercados internacionales.
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En el periodo antes mencionado se han destacado importantes incrementos de exportación de este producto hacia México y Centroamérica. Estados Unidos continúa siendo el principal destino de las exportaciones de carne nicaragüense, con aproximadamente el cuarenta por ciento del total exportado. “Sin embargo, el incremento hacia ese país no ha sido tan grande como el registrado hacia el mercado mexicano”, añadió Velásquez.
Al ser consultado sobre las proyecciones para el cierre de 2021, el director de Canicarne compartió que esperan “un crecimiento modesto del cinco por ciento”.
“A inicios de 2021 las exportaciones estuvieron bastante bajas en comparación con los años anteriores, pero creo que ahora ayudarán algunas condiciones que se han dado en el campo, por ejemplo, el verano no estuvo tan seco como en otros años. Además, se ha incorporado de una mejor manera la trazabilidad, estos son factores que han contribuido a que se esté mejorando la llegada de animales a las plantas y que se pueda exportar más carne”, concluyó.
Este sector es clave en la generación de divisas. Solo en el 2020 la carne de bovino generó 550.72 millones de dólares, siendo el segundo producto de exportación, según el Cetrex. Los principales mercados internacionales que consumen carne nicaragüense son Estados Unidos, El Salvador, Puerto Rico, Taiwán, México, Guatemala, Costa Rica, Japón, Tailandia, Hong Kong y España.
Firman acuerdo para promover trazabilidad bovina
Canicarne y el Instituto de Investigación y Desarrollo (Nitlapan), de la Universidad Centroamericana (UCA), unieron esfuerzos y la semana pasada firmaron un acuerdo enfocado en promover la trazabilidad de carne bovina en todo el territorio nacional.
La trazabilidad no es más que la identificación del animal desde su nacimiento hasta el final de comercialización de sus distintos productos. Con la trazabilidad se indica su fecha de nacimiento, lugar, propietario, sexo, raza y, por otro lado, sus movimientos y lugar de muerte.
Velásquez aseguró que mejorar la trazabilidad de Nicaragua es de interés nacional, ya que con esto se asegura que el producto que llega al consumidor ha sido manejado de manera adecuada a lo largo de toda la cadena productiva.
Asimismo, compartió que este es un proceso “dinámico”, puesto que se están trazando todos los animales que están naciendo y los que cambian de dueño. “Ahorita se lleva más del 80 por ciento y se está haciendo un trabajo entre el Gobierno y otras instituciones privadas para tenerlo trazado en el menor tiempo posible, sin embargo es un trabajo que dura toda la vida”, indicó.
Agregó que la trazabilidad se ha convertido en un requisito para entrar a cualquier mercado. “Esta nos sirve para conservar los mercados que ya tenemos y estar listos para cumplir con otros requerimientos y ganar nuevos”, mencionó al respecto.
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El representante gremial sostuvo que, de la mano con Nitlapan, procuran que el productor no pague más de dos dólares por animal identificado y trazado. Esto incluye el servicio de poner el arete en beneficio de manejar los datos. El arete lo vende el Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA).
Pilares de la trazabilidad
Velásquez sostuvo que dentro de la Ley de Trazabilidad existen las focalizaciones operadoras, las cuales son organizaciones que se encargan de promover los pilares de esta actividad: la identificación del animal y sus movimientos, así como el registro de productores y establecimientos.
Los técnicos que participarán en el proyecto piloto ya fueron capacitados por el IPSA, quienes deben ser habilitados por dicha institución y portar su carné, que conste de que pueden hacer trazabilidades.
Por su parte, Canicarne ya cuenta con dos personas que serán las encargadas de ingresar los datos en el Sistema Nacional de Trazabilidad e Información Bovina (Snitb) y los técnicos habilitados irán a identificar a los animales y ayudar al productor con el movimiento de los mismos.
Sobre las expectativas con dicho acuerdo, el director de Canicarne comparte que esperan identificar, aproximadamente, a 2,000 animales de manera mensual.
“Esperamos llegar a todas las fincas que tengan ganado, que estén atendiendo los técnicos o los programas de Nitlapan, son alrededor de 300 fincas. Es un proyecto piloto, son tres meses de prueba, después vamos a buscar cómo replicar”, mencionó.
Sistema certifica procesos de producción
Un documento compartido por Canicarne expresa que Nicaragua produce carne “bajo los más altos estándares de calidad equivalentes a los exigidos de los mercados como Estados Unidos, Japón, entre otros. En este proceso, el SNITB es un medio fundamental para certificar los procesos de producción”.
Tanto Canicarne como Nitlapan “se comprometen en impulsar la trazabilidad de acuerdo a la Norma Técnica Obligatoria Nicaragüense sobre Sistema de Registro de establecimientos, identificación y movilización de ganado bovino. NTON 11 026-10”, indicaron en dicho documento.
Dicha norma es una herramienta que busca asegurar la procedencia de los animales y garantizar la trazabilidad del ganado que se procesa en los establecimientos de Canicarne. Además, el sistema solo permite el “registro de explotaciones en áreas legalmente aptas para esta actividad, lo que excluye toda reserva forestal y área protegida”.
Es decir, este sistema permite saber que los animales no provienen de zonas protegidas o territorios de reservas forestales o biológicas. “Esto aplica tanto para las plantas procesadoras como para los corrales de engorde”, enfatizaron.
De esa forma, la trazabilidad garantiza un sistema permanente de identificación, convirtiéndose en una herramienta para determinar el origen, sanidad e inocuidad de la producción ganadera de cara a los consumidores y mercados internacionales hacia donde se exporta la producción.