Por cada Nelson Rolihlahla Mandela hay mil ejemplos de presos políticos a quienes la cárcel no logró hacerlos crecer. Daniel Ortega es uno de ellos.
Andrés Pérez Baltodano
Palabras que matan
Las prohibiciones de las procesiones religiosas se explican más fácilmente por el miedo de los ORMU a cualquier multitud cargada de emoción y fervor, que por el “odio al catolicismo y a Cristo”.
El fenómeno religioso del Chipote (2a parte)
Nicaragua pareciera recorrer hoy el siglo XXI caminando hacia el XIX. Ojalá me equivoque. Ojalá que nuestra juventud en el exilio y los/las jóvenes sandinistas honestas nos impulsen hacia adelante.
El fenómeno religioso del Chipote (1ª Parte)
Millones de cristianos construyen interpretaciones providencialistas del mundo en las que Yahvé interviene en la historia para castigarnos, premiarnos o consolarnos.
El dolor de ser nica
Nuestro llanto y el del “otro”, sandinista o azul y blanco, nacen de un mismo fracaso, un mismo dolor y una misma historia formada por el llanto de nuestros indios conquistados y embarcados como esclavos…
¿Nos importa la verdad?
Los sandinistas decretaron una amnesia colectiva para borrar de la memoria de los nicaragüenses los errores y horrores de ese proceso. Y lo que no pudieron borrar lo disimulan hoy con beatitudes socialistas, solidarias y cristianas.
El ranking de la Gallup: en un mundo patas arriba, hay que leer al revés
Nosotros podemos vivir “siempre” en “paz” porque a lo largo de los siglos hemos delegado la responsabilidad de controlar la historia en Dios y el caudillo de turno.
Docta ignorantia
Lo verdaderamente cristiano, es participar en lo que Romero llamó la “gran política”, la política del bien común, para parar la guerra.
Mi Jesús
Esta Navidad —que sangra migrantes, presos y exiliados—, no ha sido diferente. Pensé en su prédica para confirmar, una vez más, que la utopía del reino del Dios del amor que predicó el Nazareno sigue siendo tan imposible como necesaria para salvar a la humanidad de sus peores impulsos.
El exilio de la mente
Pensar y escribir duele y “no paga”, pero a veces es la única forma de sobrellevar la pinche “pesadumbre” de “la vida consciente”. Un intelectual es eso: alguien que no tiene otra opción que agarrarse del salvavidas de la palabra para no hundirse en una depresión.