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Sede el CNU en Managua. LA PRENSA

Universidades privadas en Nicaragua sufren “persecución silenciosa”

Docentes de las pocas universidades privadas que quedan denuncian excesiva carga laboral, salarios bajos y trabas del CNEA y del CNU para acreditarse

Las escasas universidades privadas que quedan en Nicaragua, por la persecución que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo emprendió contra los centros de estudios superiores, se encuentran en el proceso de acreditación por parte del Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CNEA) y el Consejo Nacional de Universidades (CNU), administrados por funcionarios orteguistas. El proceso, de acuerdo con maestros de las casas de estudio, se ha tornado engorroso por los requisitos que solicitan.

Docentes de dos de las universidades privadas que están realizando el procedimiento afirmaron a LA PRENSA que el CNEA y el CNU están “más agresivos” en cuanto a la exigencia y los requisitos que deben cumplir para pasar el proceso de acreditación.

“Están pidiendo a las universidades que el 10 por ciento de su plan de docente horario esté con contrato fijo, cuando las universidades privadas están ahogándose lentamente debido a que con la apertura de universidades públicas los jóvenes, por un asunto de recursos económicos, se están yendo para allá y estas universidades están muriendo de forma lenta”, dijo a este Diario uno de los docentes.

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El 9 de abril pasado, la presidenta del CNEA, Maribel Duriez, realizó la convocatoria al proceso de Acreditación Institucional, en el cual participarán 37 universidades acreditadas. El CNEA en su sitio web detalla que actualmente 55 instituciones de educación superior participan en el Proceso de Verificación de Obligaciones (Mínimo de Calidad).

Deserción de docentes por sobrecarga laboral

Los docentes revelaron que en el sector de la educación superior se están dando innumerables deserciones por parte de colegas, como consecuencia de la sobrecarga laboral que no está en consonancia con el salario que perciben mensualmente.

Uno de los maestros mencionó que ahora no solo tienen que dar clases, sino que “tenés que hacer investigaciones —cosas que antes no se hacía—, piden actualizar las plataformas digitales, también participar en diversas actividades y entrar a organismos aliados al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), a eso se le suma la poca paga que reciben los maestros”.

Mencionó que la deserción de docentes no solo ocurre en las universidades privadas, sino en las públicas. “Muchos maestros están optando por retirarse (…) la deserción es bárbara, (las universidades) están sin maestros y lo que hacen es sobrecargar al maestro (que queda) por el mismo salario”, precisó.

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Esa posibilidad la está valorando el docente que vive en la capital debido a la inestabilidad que siente.

“En mi caso estoy valorando retirarme este año, porque la desmotivación y la sobrecarga de trabajo por los parámetros que ahora están exigiendo, tanto los del CNU como los del CNEA, me parece descabellado, porque muchas universidades públicas no cumplen y trabajan con normalidad. Es una persecución que viven las universidades privadas”, apuntó.

Otro docente confirmó que efectivamente “hay demasiadas exigencias por parte del CNU y CNEA para cumplir requisitos que no le piden a las universidades públicas. Es decir, programas de asignaturas exageradamente largos que por los tiempos que hay difícilmente se va a poder cumplir. Es una manera de poner trabas, para que al final no se pueda cumplir y actuar en contra de la universidad”.

A su vez agregó que “todo atenta contra la gestión académica porque los funcionarios de las universidades viven sometidos a un estrés fuerte, porque tienen que cumplir con las clases, requisitos que incluso no lo piden para cuatro meses, sino de un fin de semana para otro, cuando es rehacer programas de asignaturas con las nuevas normativas que han impuesto”.

Más de 25 universidades privadas han sido despojadas en los últimos años de su personería jurídica y les han confiscado sus bienes, como la Universidad Centroamericana (UCA), con más de 60 años de presencia en el país por parte de la Compañía de Jesús. En su lugar instalaron la Universidad Casimiro Sotelo.

Temen confiscación

Para el docente que tiene planes de retirarse este año, no hay duda que ese será el futuro de las universidades privadas que aún quedan en el país.

“De algo se van a agarrar para decir que no cumplieron y darán la disolución voluntaria, que sería lo más idónea, o le quitan la personería jurídica”, dijo.

A su vez, compartió que el día a día que viven los docentes está cargado de incertidumbre y vulnerabilidad. “Lo vivimos todos los días. Es más, la orientación está en que no dejemos nada de valor adentro del recinto porque no se sabe qué día pueden tomárselo. El temor está en que tarde o temprano va a pasar lo mismo que ha pasado con otras universidades, van a cerrarlas y abrirlas con otro nombre”, dijo.

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El maestro mencionó que las universidades que buscan cómo sobrevivir son víctimas de una persecución exhaustiva, con un arsenal de trabajo y en el limbo porque dentro de seis meses vuelven a entrar a una revisión.

“Hemos conocido que las personas encargadas de las universidades tuvieron que insistir para que el Ministerio del Interior le aceptara los documentos requeridos. Las universidades tarde o temprano se van a convertir en públicas, porque por ejemplo, esta universidad no tiene los recursos para cumplir todos los parámetros que están exigiendo. El salario de un maestro anda por 400 dólares y en las aulas de clases hay entre 4 y 6 alumnos. Ya se acabaron los grupos de 30 y 40 alumnos”, indicó.

Por lo anterior, no duda en apuntar que “es una persecución silenciosa” debido a que de manera diplomática “te están haciendo creer que tenés que cumplir con las exigencias, cuando la Universidad Casimiro Sotelo abrió sin tener personería jurídica. Te exigen por un lado, pero por el otro lado estás viendo la barbarie de la educación porque al final te ponen a sembrar árboles para pasar la asignatura”.

Nacionales CNEA CNU Daniel Ortega Nicaragua universidades

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