14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Alta dependencia de las remesas puede enfermar a la economía nicaragüense

El FMI y el Banco Mundial (BM) dicen que desde el año pasado el crecimiento económico depende del consumo privado que impulsan las remesas. Especialistas advierten que esa dependencia genera riesgos para la economía

Las autoridades locales elevaron recientemente la meta crecimiento sustentada en el dinamismo del ingreso de divisas y organismos internacionales confirmaron que desde 2022 el crecimiento económico de Nicaragua depende del impulso que le inyectan al consumo privado las remesas que envían los nicaragüenses desde el exterior. Este empuje lo provocan mayoritariamente los que salieron a raíz de la crisis sociopolítica que estalló en 2018, ya que entre 2017 y 2022 el monto total de estos envíos creció 150 por ciento y ya representa el 20.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Mientras estos envíos siguen creciendo, los especialistas advierten que tener un crecimiento sustentado excesivamente en las remesas expone a Nicaragua a los vaivenes que enfrenten las economías de los países desde donde se envían estos recursos. Además, estancará la diversificación de la economía y en el largo plazo el riesgo económico podría ser muy grave porque incluso podría provocar la enfermedad holandesa.

En 2017, es decir el año previo al estallido de la crisis sociopolítica que todavía enfrenta Nicaragua, el país captó 1,390.8 millones de dólares en remesas. En 2022, tras la salida de más de 600 mil personas desde el estallido de la crisis, ese monto se elevó hasta 3,224.9 millones de dólares; y este año siguió creciendo, en agosto, superó los 3 mil millones de dólares.

Puede leer también: Régimen de Ortega se revitaliza con otro nuevo ingreso histórico de remesas desde EE. UU.

Magnitud de las remesas es similar a la IED

Pese a este fuerte incremento en 2022 Nicaragua no entró en la lista de las diez economías de Latinoamérica que más remesas recibieron. Sin embargo, los 3,224.9 millones de dólares recibidos en 2022 representaron el 20.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Este dato ubicó al país como la quinta economía de la región con la mayor proporción de remesas con respecto al PIB.

“La actividad económica en América Central, Panamá y la República Dominicana (CAPRD) desde comienzos de 2022 ha estado impulsada por el sólido consumo privado, sostenido por las aún abundantes remesas —en especial en Nicaragua, pero también en Guatemala y Honduras— así como por la continua recuperación en el sector de servicios. Las exportaciones han sido en general débiles en la región debido al menor dinamismo de la demanda externa, excepto en Costa Rica”, dice un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Otro estudio reciente del Banco Mundial (BM) destaca que “lo más notable es que el porcentaje mediano de remesas en relación al PIB es de 19.1 por ciento en América Central y 6.4 por ciento en el Caribe”. Sin embargo en Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití y Jamaica, estas representan alrededor del 20 por ciento del PIB. Según el BM las remesas se convirtieron en un recurso financiero clave para los países de América Latina, “comparable en magnitud a la Inversión Extranjera Directa (IED)”.

Remesas pueden enfermar la economía

Esta fuerte dependencia expone a los países a los efectos externos. “Los principales riesgos externos de este tipo son los siguientes: el menor crecimiento en los principales socios comerciales —debido entre otras razones a una desaceleración en China más profunda de lo previsto— podría tener importantes repercusiones para el crecimiento de la región mediante menores exportaciones, precios de materias primas, remesas y turismo”, dice el informe del FMI.

Para el economista y exreo político, Juan Sebastián Chamorro, el flujo de las remesas podría estabilizarse pronto, ya que muchos nicaragüenses siguen migrando, pero no en la misma proporción que en el año pasado que fue cuando más gente salió. Además, admite que esta es una fuente de crecimiento sostenible porque dinamiza el consumo. Pero considera que no es la indicada para sustentar el crecimiento. “Entonces el crecimiento es como están diciendo los organismos, basado en el consumo y no en lo que debería estar basado que es: en inversiones, tecnología, incremento de la productividad, mayor capital y capital humano”, expone Chamorro.

Por su parte otro economista, que solicita anonimato por temor a represalias, coincide con Chamorro en que la dependencia hacia las remesas frenaría la diversificación económica, estancaría la productividad y a largo plazo puede volverse insostenible. “Para mitigar este riesgo los países que dependen en gran medida de las remesas deben diversificar su economía y promover la inversión en otros sectores como la industria, la agricultura y la tecnología, para evitar la excesiva dependencia de una sola fuente de ingresos”, señala el economista.

Lea también: Régimen admite que su fórmula de crecimiento económico en Nicaragua no produce empleo y culpa a la pandemia

Otros riesgos que generan las remesas

Además, advierte que la falta de diversificación puede empujar a la economía hacia la enfermedad holandesa. “Este es un concepto económico clave que debe tenerse en cuenta al analizar el impacto de las remesas. La enfermedad holandesa se refiere a la situación en la que una economía depende en exceso de una fuente de ingresos de un solo sector o producto, como la exportación de recursos naturales, en este caso serían las remesas. Esto puede llevar a una apreciación excesiva de la moneda local y afectar negativamente a otros sectores económicos, como la manufactura y la agricultura”, explica.

Otros riesgos menos graves a los que se expone una economía altamente dependiente de las remesas es que, las fluctuaciones económicas de los países donde viven las personas que mandan las remesas impactarán en la economía local. Pueden desincentivar a quienes las reciben a buscar oportunidades de inversión local, emprendimientos y otras fuentes de ingresos locales.

Además, según el economista dependiendo de cómo se distribuyan en la sociedad, las remesas pueden agravar la desigualdad económica si solo ciertas familias o regiones se benefician de manera significativa de ellas.

Pueden beneficiar la balanza de pagos

También pueden generar un impacto importante en la balanza de pagos, ya que representan una entrada de divisas. Esto puede ser beneficioso para el país en términos de estabilidad financiera. Sin embargo, puede llevar a una sobrevaloración de la moneda local, lo que puede afectar negativamente a otros sectores de la economía como el exportador, explica el economista.

Además, las remesas están vinculadas a la migración de miembros de la familia en busca de empleo en el extranjero. Esto puede tener implicaciones significativas en términos de dinámicas familiares, ya que puede resultar en la separación de familias y la falta de cuidado familiar.

“Las remesas pueden proporcionar una fuente estable de ingresos para muchas familias y ayudar a aliviar la pobreza y la inseguridad económica a nivel individual. Sin embargo, la dependencia excesiva de las remesas puede llevar a una falta de diversificación en la economía y puede no ser sostenible a largo plazo”, concluye el economista.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí