Los migrantes nicaragüenses en Estados Unidos continúan revitalizando la economía que sostiene al régimen de Daniel Ortega, mediante el envío récord de remesas a Nicaragua, lo que estimula el consumo y aumenta la recaudación de impuestos. Hasta agosto, el máximo emisor bancario reportó el ingreso histórico de 2,500 millones de dólares llegados desde la unión americana, un nivel nunca observado en la historia económica reciente.
Entre enero y diciembre del año pasado, las remesas desde Estados Unidos totalizaron los 2,469.7 millones de dólares, un saldo histórico registrado en Nicaragua desde ese país. Sin embargo, el récord fue batido en agosto de este año, cuando se reportó el envío de 2,500.9 millones de dólares.
Fueron precisamente las remesas desde Estados Unidos lo que permitió que Nicaragua cerrara el octavo mes del año con un saldo global de 3,033.7 millones de dólares, 54 por ciento en comparación a las registradas en igual período de 2022. Eso implicó una oxigenación de la economía de 1,063.4 millones adicionales.
El peso de EE. UU.
Es decir que de cada 100 dólares que están ingresando al país, 83 dólares se originan en el gigante del norte. “Este resultado fue explicado principalmente por el aumento de 69.5 por ciento en los flujos procedentes de Estados Unidos, que significó 1,025.2 millones de dólares adicionales en el período”, explicó el BCN.
Los resultados a agosto de este año están en línea con las expectativas de la dictadura de Daniel Ortega. En semanas recientes, el presidente del máximo emisor bancario y operador económico del régimen, Ovidio Reyes, estimó en 4,800 millones de dólares las remesas al terminar el año, por encima de los 3,224.9 millones de dólares reportados el año pasado, que es hasta ahora el máximo histórico anual.
“Las remesas, que están teniendo una dinámica aceleradora en todos los países centroamericanos, en México y República Dominicana, es decir, las remesas están constituyendo una fuente de ingresos importante para todas estas economías, y los montos en otros países son mucho más grandes”, dijo Reyes.
Al respecto indicó que “Nicaragua está teniendo un impulso, pero aún las remesas de Nicaragua son más bajas comparadas con los otros países de la región que son mucho más grandes, el doble de lo que nosotros recibimos; sin embargo, el monto este año va a ser importante”.
“Es decir que nosotros esperamos unos 4,800 millones de dólares de ingresos por remesas durante el 2023 y para el próximo año un monto incluso superior”, precisó.
Los 4,800 millones de dólares en remesas que prevé el régimen —principal impulsor de la ola migratoria que azota a los nicaragüenses—, tendrá un peso tan importante como otros flujos esperados, como la inversión extranjera directa que la estima en 1,600 millones de dólares, 600 millones por turismo y unos 8,000 millones de dólares en exportaciones totales, incluyendo zona franca.
El monto global esperado por la dictadura triplica los 1,501.2 millones en el 2018, que fue el año que la dictadura hizo estallar una de las crisis sociopolíticas más grave que se ha observado en Nicaragua desde la llegada de la democracia en los noventa. El aumento de la represión y el impacto de esta en la economía derivaron en una masiva migración, que se acentuó en el 2021.
Tal ha sido la explosión migratoria provocada por la dictadura que según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), en el año fiscal 2020 solo fueron capturados 3,164 nicaragüenses, sin embargo, en el siguiente lapso fiscal se disparó a 50,722 detenidos.
Hasta ahora, el año fiscal 2022 ha sido el periodo de mayor apogeo en la migración nicaragüense hacia Estados Unidos, con la captura de 164,600 connacionales; mientras que en el año fiscal actual —que comenzó en octubre pasado y se extiende hasta septiembre de este año— ya han sido detenidos en las fronteras 108,986 nicaragüenses.
Es decir que la persecución del régimen contra la población, especialmente con la que adversa al partido de gobierno, está ocasionando que ahora la dictadura vea favorecida la economía, especialmente el consumo interno, con la llegada histórica de remesas, un hecho que ya se repitió el año pasado, cuando el Banco Central (BCN) reportó 3,224.9 millones de dólares en envíos, más que los 2,146.9 millones recibidos el año anterior.
Niveles mensuales superan los 400 millones
En lo que va del año, Nicaragua registra tres meses con ingresos mensuales que rebasan los 400 millones de dólares, siendo julio y agosto los dos meses que se mantienen a ese nivel de manera consecutiva, impulsado siempre por los envíos desde Estados Unidos.
Solo en agosto, ingresaron 409.8 millones de dólares, siendo superiores en 36.7 por ciento al monto registrado en igual mes del año pasado, cuando se reportaron 299.7 millones de dólares.
Del total de las remesas recibidas en el mes, el 83.9 por ciento provino de Estados Unidos (343.9 millones de dólares), 6.5 por ciento de Costa Rica (26.8 millones), 5.4 por ciento de España (22 millones), 1.1 por ciento de Panamá (4.6 millones) y 0.8 por ciento de Canadá (3.2 millones), que en conjunto representaron el 97.7 por ciento del total, según explica el BCN.
Costa Rica supera a España
Uno de los focos de concentración de la migración nicaragüense es Costa Rica, que se ubica detrás de Estados Unidos. Desde esa nación, los connacionales enviaron a sus familiares 212.1 millones de dólares, 34.9 millones más comparado con igual periodo del año pasado.
Por su parte, los flujos desde España, que en su momento llegó a superar los saldos desde Costa Rica, hasta agosto sumaron 179.5 millones de dólares, tres por ciento menos respecto al lapso del año pasado.
Igual caída registraron las remesas desde Panamá y El Salvador. Desde el país canalero llegaron 36 millones de dólares y desde el pulgarcito de Centroamérica 8.6 millones de dólares.
Otros destinos como Canadá ayudaron a la inyección de 23.3 millones de dólares. Y desde otras partes del mundo, 68.8 millones de dólares. Finalmente de México ingresaron 4.5 millones de dólares.