14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

¿Surge la nueva derecha liberal?

La derecha después de 1979 no ha logrado gobernar Nicaragua. Sus lastres tienen varias causas siendo la principal la mermada visión política de los pactos liberales y conservadores que, demostrando ser buenos estadísticas en la economía y el sentido de modernidad (en el período de los 30 años conservadores del siglo antepasado como en las administraciones liberales tanto de Zelaya como de los Somoza, sobre todo), no fueron capaces de propiciar relevos políticos ni crear mecanismos propios del sistema para alternar la continuidad, lo que fue acorralando a sus estructuras ya resquebrajadas por descontentos sociales, distanciamiento con el sector privado, las capas medias y populares que empezaron a transar con la guerrilla sandinista más el aislamiento de gran parte de la comunidad internacional.

El presidente Somoza Debayle fue visionario al advertir que el comunismo lo tumbaba a él y que este llegaría hasta Estados Unidos, gran acierto pero ya era tarde y todos, absolutamente todos, “le echaron la vaca”.

Desde entonces las cosas no han parado de andar mal, irradiando ahora la posibilidad de una nueva alianza liberal, brotando en las entrañas de la propia nación, según se desprende de algunos de sus propios organizadores quienes antes de que termine el presente año, aseguran que la darán a conocer.

En este contexto ya queda más que evidente que la transición de 1990 a 2007 fue fallida, chantajeada y manoseada por el sandinismo, el cual si bien es cierto no le quedó más alternativa que aceptar los resultados electorales con la señora Violeta Chamorro como triunfadora, fue capaz de mantener la amenaza, verbal y activa, realizando asonadas e incendiando al país con una vulgaridad social desenfrenada, protagonizada por el resentimiento social y el acoso político contra los gobiernos en los que el Frente Sandinista fue oposición.

Corresponde ahora, bajo esta crisis sociopolítica que continúa creciendo pero también en medio del actual siglo XXI, con sus envoltorios globalistas y sus amenazas contra los valores conservadores sobre todo ante la herencia y vigencia de la familia, y más aún ante el reto de aspirar a una cultura política decente, tratar de conceptualizar una alianza política, con visión de modernidad, para una nación tan sufrida por sus propias fuerzas políticas, que genere otra visión de país.

En estas circunstancias, con una sociedad civil en el exilio fracasada, sin liderazgos sólidos, con una comunidad internacional timorata y con un sistema represivo a más no poder, pensar en el surgimiento de una unidad opositora alrededor del liberalismo, resulta difícil incluso el solo pensarlo. Aunque a pesar de todo, sobre todo incluyendo los errores de sus jerarcas viciosos, siguen siendo sus bases la principal fuerza democrática electoral, garante de un cambio social.

No obstante, algo de esto viene gestándose. No se debe olvidar que ese voto masivo desde los “tiempones” de las elecciones amañadas o bajo pactos oscuros, ahí ha estado siempre.

Resurgió en 1990 con las elecciones que se dieron después del diálogo entre sandinistas y contras; retuvo las elecciones de 1996 y de 2001, perdió en 2006 por la división del liberalismo en dos bloques y tanto en 2011 como en 2016 y 2021, la cultura del fraude electoral y la devastación a la institucionalidad por los pactos subsecuentes, han permitido a Ortega sostenerse en el poder.

También un resurgimiento liberal con una agenda electoral, de llegar a concretarse y bajo condiciones de seguridad, transparencia y observación internacional, deberá darse bajo otros rejuegos y estrategias políticas cerebrales, éticas, morales y emocionales, jugando alta política sus operadores –lo que ha fallado ante Daniel Ortega desde 2018–, y rompiendo esquemas, asumiendo patrióticamente el reto inmenso que significa esta epopeya que ponga fin al casi medio siglo de sandinismo y orteguismo.

Son gentes de base, tanto del campo como de la ciudad. Muchos fueron funcionarios de los gobiernos liberales, pero sin vínculos con quienes dirigieron a los partidos en política desde 1990 hasta 2018. Otros, profesionales que han trabajado para el sector privado y en estos años de una u otra forma han adquirido mayores experiencias; así como un grupo de intelectuales y economistas que están, en conjunto con sectores liberales en el exilio, elaborando propuestas de un nuevo gobierno sin las locuritas en la cabeza de aparecer con “juntas de gobierno”, sacadas como del brazo de un mago.

Romper con viejos caudillos, saber cohesionar alianzas, trazar ligas de unidad entre liberales, conservadores, contras, nicas del exterior (quienes más que nunca deben también tener representatividad), grupos religiosos, sectores provenientes del sandinismo no vinculados a actos violatorios, confrontar a las mafias electorales, dar la batalla cultural contra todo lo que la izquierda y el marxismo cultural han hecho manipulando con sus arengas “revolucionarias”, más la propuesta de un plan de gobierno con una administración limitada, suena como imposible, pero tendrá que darse y tendrá que lucharse para que los nicaragüenses empecemos a saber que la patria es de todos y no de una camarilla. 

De ser ciertos esos pasos de unidad alrededor de una nueva alianza liberal, de derecha (palabra satanizada por el castro-chavismo pero que está retomando fuerza en el mundo por sus valores y principios de prosperidad), y que desde inicios de 2022 viene organizándose, con muchas dificultades y en medio de una labor política titánica dentro de Nicaragua, merece ponerle atención.

El autor es escritor y periodista nicaragüense exiliado en Estados Unidos. Presidente del partido Organización Política Accionaria (OPA).

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí