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Antes de firmar el Tratado de Libre Comercio (TLC), las autoridades de Nicaragua y China aprobaron el protocolo de Inspección, Cuarentena y Requisitos Sanitarios Veterinarios que regirá el ingreso de la carne bovina al mercado chino.
Y aunque este acuerdo es considerado una gran oportunidad comercial para la industria cárnica nicaragüense, que desde 2021 comenzó a explorar con pequeños volúmenes de sus productos, el sector ganadero dice que no hay tanta carne para vender al gigante asiático y tendrá que priorizar mercados.
Especialistas en el tema consideran que los mataderos deberán esforzarse por cumplir los requisitos que permitan aprovechar ese mercado de casi mil quinientos millones de consumidores muy exigentes. Especialmente, porque el artículo 12 del protocolo advierte que “si se descubre que la carne de vacuno exportada a China no cumple los requisitos establecidos en el protocolo, retirará, destruirá o dispondrá de otro modo de los productos”. Pero temen que la oferta local, que está en gran medida comprometida con Estados Unidos, sea muy pequeña para abastecer ese mercado.
“Definitivamente es una gran oportunidad para la industria cárnica local porque es un mercado de más de mil millones de consumidores. Antes no se podía aprovechar porque como se exportaba a Taiwán, ellos no lo permitían. Pero ahora con estos acuerdos se puede sacar provecho a ese mercado”, dice un dirigente empresarial vinculado a la industria cárnica que por temor a represalias pide omitir su nombre.
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Establecen requisitos
En julio representantes del Ministerio de Comercio de China (Mofcom) y del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua (Mific) anunciaron el término de las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que quedó plasmado en 22 capítulos y prometieron firmarlo a finales de ese mes, pero la firma se concretó el 31 de agosto. Ahora cada país lo ratificara y dejará listo para entrar en vigencia en enero de 2024.
La edición del diario oficial La Gaceta del jueves 31 de agosto, publicó un acuerdo presidencial en el que Daniel Ortega le otorgó poderes plenos a su hijo Laureano Ortega para que en nombre del Gobierno de la Republica de Nicaragua suscribiera el TLC que con China, firma que se concretó el miércoles 30 de agosto.
Antes de dicha firma, el pasado 24 de agosto la misión diplomática de Nicaragua en Beijing, en representación del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), firmó el primer Protocolo de Inspección, Cuarentena y Requisitos Sanitarios Veterinarios para la Exportación de Carne Bovina Nicaragüense a China. El documento entró en vigencia al momento de la firma y tendrá validez por cinco años con opción a renovación automática por otros cinco años. Además, el TLC firmado con China incluyó la carne y los despojos bovinos en la cesta de acceso inmediato al mercado chino con 0 por ciento de arancel. Esto surtiría efecto a partir enero de 2024, cuando entre en vigencia el acuerdo tras la rarificación por los congresos de ambos países.
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Trazabilidad y otras exigencias
La contraparte China del protocolo es la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC, por su sigla en inglés). Según las autoridades de ambos países, el documento constituye un pilar fundamental del TLC que entrará en vigencia en los próximos meses. Este le abrirá las puertas del mayor mercado del mundo a gran parte de la oferta exportable local.
En el protocolo, el IPSA se compromete a demostrar que en el país está libre de una amplia lista de enfermedades infecciosas y parasitarias. Además, vigilará el surgimiento de brotes y de ocurrir, ordenará el cese inmediato de las exportaciones.
También garantizará la trazabilidad de la carne exportada (es decir que las reses sacrificadas estén dentro del Programa Nacional de Trazabilidad). Igualmente que los animales sacrificados no sean sometidos a procesos de aturdimiento previo al sacrificio, con dispositivos que inyectan aire o gas comprimido en la cavidad craneal.
El documento ordena que los establecimientos que exporten carne de vacuno a China estarán bajo la supervisión de las autoridades competentes de Nicaragua, pero también cumplirán las leyes y reglamentos pertinentes de Nicaragua y China en materia de sanidad veterinaria y salud pública.
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La trazabilidad está garantizada
Debido a estas y otras regulaciones que establece el protocolo, un especialista en comercio internacional que también pide anonimato por temor a represalias, considera que los mataderos deben esforzarse por cumplir los requisitos para aprovechar este mercado, aunque algunos como la trazabilidad ya los cumplen.
“Los mataderos deberán exportar asegurando cumplir con esos requisitos que le permitan al establecimiento que adquiere la carne para venderla. Y asegurarse que cumple con las normas de origen, normas técnicas y medidas sanitarias. Desde el nacimiento en un lugar de origen y su ruta durante su crecimiento hasta lograr estar apto para la matanza y luego el cumplimiento de los procesos de sacrificio, cortes, empaques y embarques hasta llegar a su destino. Hasta la alimentación del ganado es objeto de trazabilidad”, señala el especialista.
Añade que las plantas deben asegurar el cumplimiento de los requisitos de la mano con los productores y el IPSA. Y una vez que esté certificado que el país cumple con la trazabilidad se puede exportar. “No sé si algunos mataderos ya lo lograron para ciertos mercados o no. Es difícil pero no imposible”, asegura el especialista.
Por su parte, un dirigente del sector ganadero vinculado a la industria, que también pide anonimato por temor a represalias, añade que con lo relacionado a la trazabilidad no hay problema porque todo el hato está dentro de ese programa. Pero considera que el obstáculo puede ser la escasa oferta local, que además ya está comprometida.
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La oferta es poca y está comprometida
“Donde tenemos problema es en la oferta exportadora del país. Actualmente se vende el 50 por ciento a Estados Unidos, 35 por ciento a Centroamérica y el restante 15 por ciento a otros países. Para venderle a China los mataderos tendrían que abandonar algunos de estos mercados. Solo así podrían abastecer al mercado chino”, advierte el dirigente empresarial.
Explica que abandonar a estos clientes no es tan fácil. Primero nadie va querer abandonar un mercado natural que ya conoce y con el que mantiene una relación comercial sostenible, por aventurarse en otro muy lejano y además desconocido. Sumado a eso, el sector considera que el TLC con China no está basado en motivaciones comerciales sino políticas.
Es decir, un esquema similar al que rigió el intercambio comercial con Venezuela. En 2014 ese país se colocó como el segundo socio comercial del país, pero en los años siguientes redujo sus compras hasta quedar prácticamente en cero. Además, dicho intercambio fue objeto de sanciones, algo que podría ocurrir también con China.
“Tendría que pagar un precio muy atractivo el mercado chino para que la industria local deje el mercado que tiene establecido para correr el riesgo de perder la competitividad de ese mercado que deja. Ya que el espacio que se abandona lo ocupará otro proveedor, porque así juegan los mercados”, señala el dirigente ganadero.
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Los compradores de la carne nicaragüense
De hecho la carne bovina y sus despojos aparecen en la lista los 66 productos nicaragüenses que desde el 1 de mayo de 2023 entran al mercado chino sin aranceles bajo la protección del Acuerdo de Cosecha Temprana, convenio que también ofrece beneficios arancelarios en el mercado local a 78 productos chinos.
A pesar de este beneficio, este año no se ha enviado ni una tonelada de carne a China, aunque sí hubo colocaciones muy pequeñas en los años anteriores. La industria cárnica local comenzó a enviar sus productos al mercado chino en 2021. Es decir el mismo año en que la dictadura rompió relaciones con Taiwán para aliarse con Pekín.
Los reportes de comercio exterior del Banco Central de Nicaragua (BCN), detallan que en 2018 de las 111,987 toneladas de productos que exportaron los mataderos locales, 3,464 toneladas tuvieron como destino el mercado de Taiwán. Al año siguiente de las 117,323.5 toneladas enviadas al exterior, 3,811toneladas se colocaron en Taiwán y en 2020 de las 122,995.3 exportadas Taiwán compró 3,603 toneladas.
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Envíos a China desde 2021
Aunque el rompimiento de relaciones con Taiwán se anunció en diciembre, en el transcurso de 2021 según el BCN de las 141,676.3 toneladas de carne que se exportaron no se envío nada a Taiwán. Sin embargo, por primera vez China apareció en la lista de destinos de la carne, pero con un envío de apenas 41.2 toneladas que se realizó en noviembre.
El año pasado el país exportó 122,466.2 toneladas de productos cárnicos y de ese volumen solamente 23.2 toneladas se enviaron a China. Mientras que en el primer semestre de 2023 no se realizó ninguna venta en ese mercado.
El año pasado los principales compradores de la carne local fueron Estados Unidos, El Salvador y México, estos tres mercados absorbieron el 82 por ciento del total de las ventas. El restante 18 por ciento se envío a Costa Rica, Guatemala, Japón, Malta, Puerto Rico, República Dominicana, Tailandia y China.
La carne de bovina es el tercer producto de exportación de Nicaragua, detrás del oro y el café. Según datos del Banco Central, hasta el año pasado, las exportaciones cárnicas aportaron 680.1 millones de dólares, menos que los 726.3 millones del año anterior.