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Desde el 1 de mayo y tras 11 años de espera, el Acuerdo de Asociación (AdA) firmado entre Centroamérica y la Unión Europea está en vigencia plena. Es decir, que ahora se aplicará lo referido al Diálogo Político y a la Cooperación. La entrada en vigencia de esta parte del convenio, que hasta ahora solo regía el comercio, establece condiciones de respeto a la democracia, los derechos humanos y al Estado de derecho, que Nicaragua no cumple. Sin embargo, el acuerdo que fue negociado y firmado entre los bloques y no entre los países, no incluye un mecanismo de expulsión, por lo que es difícil determinar si afectará a Ortega.
Un dirigente empresarial, que por temor a represalias pide omitir su nombre, considera que la entrada en vigencia de estos dos pilares debe resultar en un compromiso de la Unión Europea (UE) con lo firmado. Es decir, condicionar los pilares comercial y político, al cumplimento de los derechos humanos y al Estado de derecho.
“No hacerlo sería lamentable para la Unión Europea y sus principios. Hacerse de la vista gorda esperando que suceda algo mientras aumenta el desmantelamiento de la democracia y los derechos humanos sería un grave error político. Por ese camino no solo no se ha avanzado, sino que hemos visto las cosas empeorar. Ahora tienen el acuerdo en plena vigencia para que hagan uso de él”, señala el dirigente empresarial.
Además, considera que teniendo en cuenta que Nicaragua es el país de Centroamérica que menos provecho ha sacado del convenio, si lo sacan se dañaría más su reputación que su intercambio comercial con el bloque comunitario.
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¿El AdA privilegiará el diálogo?
Sin embargo, un analista económico, que también pide anonimato por temor a represalias, considera que se ha visto al AdA como si es un acuerdo comercial distinto, porque tiene una condicionalidad política que puede propiciar que se denuncie y deje fuera a una de las partes que no respete los principios democráticos y los derechos humanos. Pero él cree que esto no ocurrirá y que la UE seguirá promoviendo el diálogo.
“Si bien la relación entre la Unión Europea y Nicaragua ha tenido tensiones y ellos han implementado sanciones, el énfasis que el acuerdo tiene en el diálogo es lo que seguirá promoviéndose. No veo indicaciones de que algo diferente vaya a suceder en el marco de la entrada en vigencia del componente político del acuerdo”, asegura el analista.
La Parte II del Acuerdo de Asociación (AdA) firmado entre Centroamérica y la Unión Europea (UE) se refiere al Diálogo Político y según el texto del convenio, las partes acordaron que el principal objetivo de este pilar es: “Establecer una asociación política privilegiada basada principalmente en el respeto y la promoción de la democracia, la paz, los derechos humanos, el Estado de derecho, la buena gobernanza y el desarrollo sostenible”.
Ortega incumple compromisos del AdA
Mientras tanto, la Parte III referida a la Cooperación establece como objetivo general, aportar recursos, mecanismos, herramientas y procedimientos para “fortalecer la paz y la seguridad” y “contribuir a fortalecer las instituciones democráticas, la buena gobernanza y la plena aplicación del Estado de derecho, la igualdad y equidad de género, todas las formas de no discriminación, la diversidad cultural, el pluralismo, la promoción y el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales, la transparencia y la participación ciudadana”.
También, defender valores, principios y objetivos comunes mediante su promoción a nivel internacional, en particular en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y fortalecer a esta organización como “el centro del sistema multilateral para permitirle enfrentar los desafíos globales efectivamente”.
En ninguno de estos aspectos Nicaragua estaría cumpliendo. La Organización de Estados Americanos (OEA) ha dicho que Daniel Ortega consolidó una dictadura. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la ONU han expresado preocupación por la grave crisis de derechos humanos que enfrenta el país desde 2018 y determinaron que se cometieron crímenes de lesa humanidad. Además, en diversas ocasiones Ortega ha expresado la necesidad de refundar la ONU para democratizarla.
Fuerza del AdA puede generar solución
A pesar de la gravedad de la crisis, el analista considera que seguir propiciando el diálogo es quizás la mejor forma de contribuir a encontrar solución, ya que hasta ahora las presiones han sido infructuosas. Además, han provocado un respuesta desproporcionada de parte de Daniel Ortega que ha dañado el tejido económico y social del país.
“Solo le han representado ventajas y una justificación conveniente para exterminar toda oposición. Cambiar el juego podría quizás valorarse como forma para no seguir facilitando excusas, y que así quizás el país regrese a la senda democrática y de libertades y respecto a los derechos humanos que se corresponde con los compromisos adquiridos, y que Nicaragua necesita para construir futuro”, admite el analista.
El economista y exreo político desterrado, Juan Sebastián Chamorro, considera que manteniendo a Nicaragua dentro del acuerdo es que la UE puede exigir que rinda cuentas. Además, advierte que al violar los derechos humanos y las libertades cívicas, Ortega está incumpliendo y poniendo en riesgo la continuidad de los privilegios comerciales que el convenio le otorga a Nicaragua.
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Si le dan a elegir, Ortega se saldría
“Es un poco parecido al argumento de la OEA, se sale para no estar en el banquillo de los acusados. En ese sentido tengo una visión diferente a algunos hermanos opositores… Mi visión es más práctica, más pragmática, en el sentido de que en ausencia de una discusión política que Ortega ignora, la fuerza del tratado comercial puede generar algún tipo de influencia; y eso es lo que al final del día se quiere, un cambio democrático”, sostiene Chamorro, quien es miembro del directorio político de la Concertación Democrática Nicaragüense (CDN-Monteverde).
Chamorro recuerda que este es un convenio que se pactó y firmó en bloque y no con cada país. Por tanto, la negociación para sacar a un país sería más compleja. Además, considera que si a Ortega le presentan la opción, elegiría salirse del acuerdo para evitar rendir cuentas. Teniendo en cuenta la posibilidad de perder ese mercado, firmó un tratado comercial con China y seguirá firmando acuerdos de este tipo con otros países que no exijan rendición de cuentas.
De hecho el dirigente empresarial admite que Nicaragua es el país de Centroamérica que menos provecho ha sacado del AdA. “La UE habla de un incremento en la balanza comercial del 154 por ciento, pero la realidad es que Nicaragua es el país que menos provecho le ha sacado y que ocupa la parte más reducida de ese pastel”, señala.
Salir del AdA solo dañaría la reputación
Para el dirigente empresarial, ante el poco provecho que se obtiene del pilar comercial, el impacto de demandar a Nicaragua que rinda cuentas, e incluso suspenderlo del ADA, “sería más que nada reputacional, porque en lo comercial no ha habido ningún nuevo impacto significativo con el mismo”, asegura en dirigente empresarial.
El pilar comercial del AdA está vigente desde 2012 y según los reportes de comercio exterior que publica el Banco Central de Nicaragua (BCN) en ese año que entró en vigencia el pilar comercial Nicaragua exportó a la UE 314.6 millones de dólares.
Desde entonces los envíos han rondado los 300 millones de dólares anuales, hasta que en en 2021 subieron a 354 millones y en 2022 a 431 millones. Sin embargo, el año pasado bajaron a 398 millones de dólares. Según los reportes del Banco Central, Nicaragua manda al viejo continente azúcar, maní, café en grano e instantáneo, camarones y otros productos del mar, tabaco y frijoles, entre otros.
¿Habrá revisión del pilar comercial?
Además, el dirigente empresarial considera relevante que los pilares de cooperación y diálogo político incluyen compromisos para conseguir objetivos comunes, como el Estado de derecho, buena gobernanza, democracia y los derechos humanos, entre otros. “De manera particular hay un artículo que se refiere a crímenes graves de trascendencia internacional, donde se establece que los crímenes más graves que preocupan a la comunidad internacional no deben quedar impunes y que debe garantizarse su proceso judicial”, dice el dirigente empresarial.
Un analista político, que también pide anonimato por temor a represalias, es más optimista y considera que con la entrada en vigencia de estos dos pilares ahora la cooperación europea vendrá a Centroamérica condicionada al cumplimiento de las cláusulas del pilar político, es decir, el respeto a la democracia, Estado de derecho y los derechos humanos, requisitos que además deben aplicarse para la revisión del pilar comercial del convenio.
“El Tratado de Libre Comercio sigue vigente todavía, sin embargo, ahora tiene un mecanismo de revisión que está en el diálogo político que antes no existía”, dice el analista político.