Las familias nicaragüenses viven el luto y el duelo por sus parientes que han fallecido en la travesía por alcanzar el sueño americano o ya estando en territorio norteamericano mueren por diferentes razones. En los primeros seis meses fueron al menos 53 los connacionales que perdieron la vida en varios estados de EE. UU. y por diferentes razones, siendo las principales accidentes de tránsito e infartos.
Algunas otras causas son femicidios, asesinatos, suicidios, golpe de calor, sumersión y causas aún no esclarecidas, según un conteo realizado por LA PRENSA con datos de la organización Texas Nicaraguan Community (TNC), reportes en redes sociales y medios internacionales.
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Los nicaragüenses salieron del país en busca de mejores oportunidades laborales que les permitieran brindarle una mejor vida a sus familias que se quedaron en Nicaragua, vivieron innumerables riesgos al atravesar países sin documentos y en sus hombros llevaban la carga de una deuda de dinero que utilizaron para costear el viaje. Sus muertes no solo dejaron un vacío en sus familias, sino que también dificultades para repatriar sus cuerpos al país que los vio nacer.
Junio, el mes más funesto
Junio se posicionó como el mes más funesto, con un total de 19 migrantes nicaragüenses que perdieron la vida. A tres de ellos la depresión que traen consigo los procesos migratorios los orilló a que se quitaran la vida.
El más reciente caso fue el del nicaragüense Joel Antonio Mairena Laguna, de 34 años, quien era originario de San José de Bocay, Jinotega. Estuvo hospitalizado con derrame cerebral por varios días y fue desconectado el miércoles 28 de junio en un hospital de Chicago, Illinois.
Dos días antes, Jairo Geovanny Bonilla, de 25 años, fue encontrado muerto en la casa donde habitaba en Nueva Jersey, el 25 de junio. También TNC reportó que el nicaragüense Nahum Salomón Ordóñez, originario de Chinandega, falleció el 24 de junio en un accidente de tránsito, en Miami, Florida.
Un día antes, el 23 de junio, el migrante Ernesto Rocha Cuadra, de 42 años, murió en el Hospital General La Salle, Jena, Louisiana, donde los médicos determinaron que la causa fue un paro cardíaco. Rocha falleció bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. El nicaragüense había sido detenido cuando ingresaba ilegalmente a EE. UU. el 17 de abril de 2022.
Se conoció que Rocha se consideraba un defensor de los migrantes en EE. UU., pero tras denunciar a un sheriff por abuso policial fue deportado a Nicaragua entre 2009 y 2010. Sus restos descansarán en suelo norteamericano.
El 21 de junio falleció en horas de la madrugada a causa de un accidente de tránsito en Texas el nicaragüense Mario Antonio Ampié Rojas, de 34 años, cuando se dirigía a su trabajo. De acuerdo con el reporte de TNC el carro en el que viajaba sufrió un desperfecto mecánico que hizo que perdiera el control y se estrellara. Ampié era originario de Managua y dejó hijos en orfandad.
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Ese mismo día, Edgar Cristóbal Méndez Montenegro falleció a las 7:10 a.m. en el Hospital Regional Coatzacoalcos, Dr. Valentín Gómez Farias, en México, producto de un shock hipovolémico no hemorrágico, provocado por un golpe de calor. Méndez tenía 33 años y era originario de Ocotal, vivía en el barrio Laura Sofía Olivas Paz y dejó dos hijos en orfandad.
El 19 de junio, la organización TNC informó que José Castillo, un migrante nicaragüense, falleció de infarto, mientras se encontraba hospitalizado luchando por su vida. El connacional tenía 58 años de edad, y 10 de haber migrado a EE. UU. y vivía en Carolina del Norte. Ese mismo día falleció Javier García Molina, de 18 años, en un accidente de tránsito en Tennessee. El joven era originario de Wiwilí, Jinotega, y tenía un año de haber llegado a territorio norteamericano.
Sin vida fue encontrado el cuerpo de José Ángel Rizo Corrales, de 24 años, el 18 de junio, en el apartamento donde habitaba, en Minnesota. Rizo había llegado hace seis meses a EE. UU. pero la depresión que sufrió en los últimos días lo orilló a quitarse la vida. Era originario de Jinotega y dejó un niño en orfandad.
El 17 de junio, Wilmer Antonio Castilblanco Rizo, oriundo de Estelí, falleció ahogado en un lago de Las Vegas, Nevada. La víctima habitaba en el reparto San Juan, en Estelí, de donde salió rumbo a EE. UU. con la esperanza de obtener y darle una mejor vida a su familia. Ese mismo día, Lenín Muñoz Lumbí, de 42 años, fue asesinado a balazos en California, cuando regresaba de su trabajo. Era originario de El Cuá, en Jinotega, y tenía apenas 9 meses de haber migrado, dejó en orfandad a tres hijos, dos varones y una mujer.
El 10 de junio el nicaragüense, originario de Jinotega, Henry Antonio Castro Castro, falleció por un infarto, en Indianápolis. El ciudadano tenía año y medio de haber llegado a EE. UU. Ese mismo día falleció Erwin Ariel Lavy Rivera, 28 años, a causa de un infarto, en Baltimore, y Jefferson Joaquín García López, de 37 años, fue encontrado sin vida mientras dormía y sin signos de violencia en Denver, Colorado.
Dos días antes, el joven nicaragüense Bernardo Vargas Soto, de 35 años de edad, originario de Diriamba, se suicidó la madrugada del 8 de junio, en Indiana. Sin fecha aún, en junio Alexander Díaz Arjín, originario de Chontales, se ahorcó y su cuerpo fue encontrado en un cementerio en Sonora, México.
El joven Carlos Mendieta Guerrero, de 31 años, falleció el 5 de junio en un accidente de tránsito, en Louisiana. Era originario del barrio Monseñor Lezcano, en Managua. Mientras que Danilo Castro, de 45 años, y José González, de 27 años, fueron encontrados sin vida en su apartamento en Carolina del Norte, el 3 de junio.
Mayo, el segundo mes con más nicas fallecidos
Mayo tampoco fue la excepción. 10 migrantes fallecieron este mes. Adonis Sam Velázquez, de 27 años, fue encontrado sin vida en su cuarto en Tampa, Florida, el 27 de mayo. El joven falleció por problemas de salud, padecía de epilepsia y en los últimos días su enfermedad se había agudizado. Era originario de Matagalpa, y tenía año y medio de haber migrado.
El joven nicaragüense Dax Michael López Reyes, de 28 años, murió de un infarto el 24 de mayo en Port Arthur, Texas. Era originario de Bilwi, Caribe Norte y apenas tenía seis meses de haber llegado a EE. UU. El 21 de mayo, Jefferson Alejandro Guevara, de 25 años, falleció en Indianápolis, Indiana, tras haber sufrido un infarto, era originario de Somoto y había llegado a suelo norteamericano hacía un año.
En esa misma semana, Miguel Ángel Reyes Cabrera, de 42 años, perdió la vida en un accidente de tránsito en Los Ángeles, California. Era originario de Managua y habitaba en el barrio Camilo Chamorro, al norte de la capital. Mientras que el 18 de mayo, en Florida falleció Kayron Rodríguez en un accidente de tránsito cuando se dirigía a su trabajo, el vehículo en el que viajaba fue impactado por un camión, dejó dos niños en orfandad. Era originario de Rosita, Caribe Norte.
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Sayra Xiomara Alemán Noguera, de 43 años, murió el 15 de mayo tras ser arrollada por un tren en Ciudad Juárez, en México. La nicaragüense había llegado recientemente a la ciudad, buscando cruzar a Estados Unidos. El 12 de mayo falleció Maritza Siles Zeledón de un fulminante infarto en Illinois, la migrante nicaragüense era originaria de Jinotega.
El 8 de mayo, Wilfredo Calero murió tras haber sufrido un infarto mientras trabajaba, y posteriormente fue trasladado en condición delicada a un hospital de Arizona. Calero tenía 44 años y el único padecimiento que le habían diagnosticado era asma. Un familiar dijo a LA PRENSA que Calero primeramente sufrió aneurisma (ruptura de una vena en el cerebro), causándole un infarto.
Ese mismo día, Mario José Jarquín, de 52 años, murió atropellado en una de las calles de la Pequeña Habana en Miami, informó su esposa Mercedes Bello. El 3 de mayo, Marvin Guzmán Sequeira, de 31 años, falleció tras batallar 15 días por su vida producto de un accidente de tránsito que sufrió en Florida y fue diagnosticado con muerte cerebral. Guzmán era originario de Camoapa.
Los primero cuatro meses del 2023
En abril, ocho nicaragüenses fallecieron. Carlos Narváez, de 23 años, murió de un infarto en Nueva Jersey; Ángel Luis Cruz, de 22 años, perdió la vida en un accidente de tránsito en Florida, mientras que a James Bryan Lanzas, de 28 años, le arrebataron la vidas en Texas, lo mismo le pasó a Juan Francisco López, de 39 años, asesinado en California.
Los migrantes Marlon Antonio Pastora, de 33 años, y Luis Alberto López Baqueadano, de 30 años, perdieron la vida en accidentes de tránsito en Georgia, y Florida, respectivamente. El nicaragüense Carlos Vallejos terminó con su vida el 4 de abril en California.
En el tercer mes del año, marzo, perdieron la vida por infarto los migrantes Vidal de Jesús Ramírez, de 28 años; Bryan Francisco Martínez, de 29 años; y Jonathan Umanzor Alanis, de 18 años, en estados diferentes: Utah, Nueva York y Pensilvania, respectivamente. Ariel García falleció en un accidente de tránsito, en Indiana, y Jessira Massiel Chavarría, de 29 años, fue asesinada en Chihuahua, México.
Y en condiciones aún no esclarecidas fue encontrado sin vida Ariel Maldonado, en California.
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En febrero, cinco nicaragüenses fallecieron. Rosa Alphina Morales, de 45 años, se convirtió en una víctima de femicidio, en Florida; Marvin y Domingo Maradiaga fallecieron en un accidente de tránsito en California. Mientras que Henry Silva Salazar y Duilson Ordóñez Valdivia, perecieron en circunstancias desconocidas.
El primer mes del 2023, enero, cinco migrantes perdieron la vida. Ariel Castellón Rizo, Luis Abraham Cabrera, y Yoni Pineda fallecieron en diferentes días y estados como consecuencia de accidentes de tránsito. Carlos Munguía Bustamante, de 33 años, fue encontrado sin vida en Oklahoma; mientras que a la joven Anggy Díaz, de 21 años, fue asesinada por su esposo Jared James Dicus, en Texas.