Anggy Daniela Díaz Rivera, de 21 años, se encontraba feliz, acababa de casarse hace tres meses con Jared James Dicus, de la misma edad, en Magnolia, una pequeña ciudad ubicada a 45 minutos de Houston, en Texas.
La joven había emigrado hace tres años a los Estados Unidos, justo después de bachillerarse del colegio Josefa Argüello, de El Viejo, en el departamento de Chinandega.
Anggy Díaz viajó con un primo para darle una mejor vida a su mamá María Libertad Díaz.
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Desde que llegó se instaló en Texas, donde una tía. Pero cuando se casó se mudó a una pequeña casa ubicada detrás de la casa vivienda principal, que era propiedad de sus suegros.
Promovía el ejercicio
La nicaragüense cumplió 21 años el 21 de octubre. Y en ese mismo mes se casó con Jared Dicus, un electricista que en secundaria jugó futbol americano y practicó lucha.
Anggy trabajaba en una carnicería cercana a su casa, pero también promovía la buena alimentación y ejercicios a través de una comunidad de nutrición. Publicaba mucho en sus redes sociales sobre la importancia de ejercitarse aunque fuera en casa.
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En noviembre contó que antes pesaba 128 libras, pero en ese mes estaba en 107 libras. “Siempre positiva pero más enamorada de mí misma, con autoestima alta y muchos sueños que cumplir. Si yo pude, tú puedes, ¿qué estás esperando?”, publicaba la joven junto a la foto de su transformación.
La tragedia de la familia
María Libertad Díaz Rivera, mamá de Anggy, desde hace un año está batallando contra el cáncer de mama y ahora se le suma la tragedia de haber perdido a su hija de manera trágica.
La joven nicaragüense fue hallada decapitada en la casa que vivía con su esposo, quien confesó el crimen a los oficiales de la Policía del condado de Waller.
Díaz fue encontrada por sus suegros, quienes sospecharon que algo había pasado y el papá de Jared Dicus fue quien llamó a las autoridades.
El crimen fue descubierto la tarde del miércoles 11 de enero. El sheriff del condado de Waller, Troy Guidry, dijo en conferencia de prensa que el sospechoso usó un cuchillo de cocina para asesinar a la nicaragüense.
Las autoridades calificaron la escena como “grotesca”. El sheriff manifestó que en ocasiones anteriores ya habían recibido llamadas por “disturbios” en la misma casa donde ocurrió el crimen, pero nada similar a lo que encontraron.
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Según Telemundo, Anggy y Jared se habrían conocido en la carnicería donde ella trabajaba. “De hecho, las autoridades tienen en su poder videos de seguridad donde se ve al sospechoso entrar a la carnicería a comprar una cerveza el día del crimen. Toda esta evidencia es analizada por las autoridades”, reportó el canal.
Mientras que Verónica Jiménez, jefa de la nicaragüense, dijo a Univisión que ella “estaba feliz con su esposo” y que Anggy era una empleada única que siempre llegaba con la mejor energía. “Estaba llena de luz”, añadió.
También contó la versión que Jared Dicus llegó el día del crimen a la carnicería (que también funciona como taquería) y que tomó varios productos y se fue sin pagarlos.
Alegría
La tía de Anggy, Idis Díaz, ha lamentado la muerte de su sobrina, pero también ha publicado varios videos donde se nota la alegría que contagiaba la joven.
“Amada totalmente por su familia. Una energía increíble. Una alegría por vivir. Ese día cansada venía de trabajar y aún así alegraba la casa”, escribió Idis Díaz junto a un video de la joven jugando con unos niños.
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“¿Por qué?, ¿Por qué apagarle la luz, brillo, felicidad a alguien que solo daba amor. Mi corazón está destrozado por ti”, añadía la familiar en otra publicación.
Repatriación
Sus familiares desconocen si la nicaragüense sufría violencia. “Solo sabemos que era electricista y que vivían al otro lado de la casa de los suegros”, dijo María Libertad Díaz.
Díaz está pidiendo ayuda para poder repatriar el cuerpo de Anggy. “Quiero ver a mi hija por última vez y darle cristiana sepultura, porque somos de escasos recursos”, agrega la madre de la joven. “Poder ver por última vez a mi princesa”, añade entre lágrimas la señora.
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Si usted desea ayudar a la familia Díaz puede depositar a las cuentas bancarias de Lafise en córdobas, número 132019957 y en dólares en el BAC, con el número 368358644, a nombre de Bismark Antonio Villalobos Salazar.
En los Estados Unidos también están realizando una campaña virtual a través de la página GoFundMe, donde se puede donar a la causa: Funeral service for Anggy Díaz.
