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CONTENIDO EXCLUSIVO.Después de pasar decenas de riesgos atravesando países sin documentos, ciudades violentas controladas por el crimen organizado, deudas para costearse el viaje, entre otras dificultades, miles de nicaragüenses llegan a Estados Unidos con la esperanza de darle una mejor vida a sus familias. Muchos logran la meta de llegar, sin embargo, no todos pueden cumplir sus objetivos en tierra norteamericana ya que por diferentes razones pierden la vida apenas a meses de haber llegado.
LA PRENSA realizó una recopilación de los casos que han sido reportados en redes sociales y por la organización Texas Nicaraguan Community (TNC). A la fecha se contabilizan 22 migrantes nicaragüenses que han fallecido en Estados Unidos, dejando a sus familias con el dolor de la pérdida y aguantando la burocracia para repatriar sus cuerpos al país.
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Entre las causas de muerte están: femicidios, asesinatos, suicidios, accidentes de tránsito e incluso infartos.
Dos femicidios
Solo 11 días llevaba el año 2023 cuando ocurrió el femicidio de la joven Angy Díaz, de 21 años, a manos de su esposo, el estadounidense Jared James Dicus, de la misma edad. La joven originaria de El Viejo, Chinandega, fue decapitada en el condado de Waller, Texas, Estados Unidos.
Díaz había migrado hacía tres años a los Estados Unidos, con la ilusión de darle una mejor vida a su mamá María Libertad Díaz. Cuando fue asesinada, la joven tenía apenas tres meses de haberse casado con Dicus. Ella trabajaba en una carnicería cercana a su casa. El 24 de enero, sus restos llegaron a su pueblo natal El Viejo.
A finales de febrero, Rosa Alpina Morales, de 45 años, fue asesinada por su pareja en EE. UU., quien le propinó cuatro impactos de bala en distintas partes del cuerpo, reportaron medios internacionales. El hombre al que solo identificaron de nacionalidad hondureña también asesinó al hijo de Morales.
La nicaragüense era originaria del municipio Puerto Morazán, en el departamento de Chinandega, y había llegado a Estados Unidos hacía 10 años con la intención de mejorar su calidad de vida. El crimen ocurrió en Miami, Florida.
Infartos y otras causas
La organización de nicaragüenses en Texas reportó que el 12 de enero encontraron sin vida en un edificio abandonado el cuerpo del nicaragüense Carlos Munguía Bustamante, de 33 años, originario de Somotillo, Chinandega. Munguía había sido reportado como desaparecido, después que unos compañeros de trabajo lo dejaron abandonado en una gasolinera sin rumbo en Moore, Oklahoma.
En ese momento, la organización indicó que “no hay aún un dictamen exacto, ya que la Policía concluye que en estado alcohólico pudo buscar refugio en ese edificio abandonado, pero el frío extremo pudo arrebatarle la vida”.
El 11 de febrero, Duilson Alfredo Ordóñez Valdivia fue encontrado sin vida en su apartamento en Milwaukee, Wisconsin, por unos amigos quienes llegaron a buscarlo para que se fueran al centro de labores. El joven oriundo de Jalapa, Nueva Segovia, había llegado al territorio norteamericano hacía siete meses y dejó en la orfandad a dos menores de edad.
En circunstancias no esclarecidas y sin señales de violencia, fue encontrado el cuerpo de Henry José Silva Salazar, el 16 de febrero, en su casa de habitación en el condado de San Mateo, California.
Este nicaragüense dejó en la orfandad a dos hijos en Nicaragua, donde trabajaba como taxista antes de migrar hacia EE. UU. en busca del ansiado “sueño americano”. Su familia, en ese momento, dijo a la organización TNC que “no le fue muy bien por no encontrar trabajo, el idioma y las pocas oportunidades”. De hecho, en días previos a su muerte, Silva Salazar había manifestado su deseo de regresar a Nicaragua.
Sin signos vitales fue encontrado el nicaragüense Ariel Maldonado López, de 27 años de edad, dentro de un automóvil en San Francisco, California, el pasado 16 de marzo. Maldonado había llegado a EE. UU. el 21 de junio de 2021 y laboraba en un restaurante ubicado en San Francisco. Era originario de Matagalpa.
El 18 de marzo, Eli Jonathan Umanzor Alaniz, de 17 años, no volvió a abrir sus ojos, un infarto fulminante acabó con su vida. El joven nicaragüense salió del país con la promesa de que regresaría para disfrutar de su casa y de su familia. Llegó a Estados Unidos el 17 de noviembre de 2022 con el objetivo de trabajar y recoger dinero, pero lamentablemente falleció en Filadelfia, Pensilvania.
Umanzor era originario de Somoto, municipio de Madriz, dejó en la orfandad a una bebé de tres meses, a quien solo pudo conocer a través de videollamadas debido a que viajó antes de que ella naciera.
El 19 de marzo, el nicaragüense Bryan Francisco Martínez Cabrera falleció a causa de un paro cardíaco, provocado por una sobredosis de drogas. Su esposa Reina Quiroz Áreas afirmó que él no consumía ningún tipo de estupefacientes en Nicaragua.
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Martínez Cabrera, de 29 años, era originario de Managua y llegó el 12 de diciembre de 2022 a EE. UU., con un trabajo asegurado en construcción de gypsum. En Nicaragua también realizaba este oficio, pero la situación “estaba dura” y su sueño de proveerle una casa a su familia lo movió hacia el país norteamericano. Martínez procreó con Quiroz una niña, que tiene 8 años, y un bebé de ocho meses.
Un día después, el 20 de marzo, Vidal de Jesús Ramírez Martínez, de 28 años y originario de Bonanza, Caribe Norte de Nicaragua, murió de un infarto mientras estaba sentado en la sala donde vivía, según reportó la organización TNC. El hecho ocurrió en Salt Lake City, en Utah.
Ramírez Martínez fue hallado muerto por su hermana, con quien compartía vivienda, y quien llamó al número de emergencias, pero ya no había nada qué hacer. El nicaragüense dejó en la orfandad a una menor de edad, y sus restos llegaron a Nicaragua el pasado 10 de abril.
Ese día, el 10 de abril, Jorge Luis Arauz Romero, de 49 años, originario de Estelí, murió producto de un paro cardíaco fulminante, cuando se encontraba en su apartamento en el estado de Nueva Jersey. Su familia está tratando de recaudar fondos para su repatriación, indicó la organización TNC.
Recientemente, el 25 de abril, falleció el nicaragüense Carlos Narváez A., producto de un infarto. El joven tenía 23 años y deja en la orfandad a un niño. Solamente tenía 5 meses de haber llegado a Nueva Jersey.
Accidentes de tránsito
El 4 de enero, Yoni David Pineda Padilla, de 26 años, falleció en un accidente de tránsito cuando se dirigía a una lavandería en Wisconsin, EE. UU. A consecuencia del clima, en el trayecto perdió el control de su vehículo y quedó atravesado en el carril contrario donde fue impactado por una camioneta.
Pineda era originario de la comunidad El Hormiguero, Siuna, Triángulo Minero. Tenía 13 meses de haber llegado al territorio norteamericano.
Luis Abraham Cabrera Lugo es otro nicaragüense que perdió la vida el 8 de enero producto de un accidente de tránsito en Miami, Florida. Era originario del municipio de Nandaime, Granada.
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El 20 de febrero, los nicaragüenses José Domingo Maradiaga Hernández, de 40 años, y Marvin José Maradiaga Padilla, de 46 años, fallecieron luego que el vehículo en que viajaban chocó contra un tren en el barrio Central-Alameda, de Los Ángeles, California. Al momento del accidente, las víctimas que eran originarias de Sutiaba, León, recién habían salido de sus centros de trabajo y se dirigían a sus casas.
José Domingo dejó en la orfandad a una adolescente de 15 años; y Marvin José a dos niños. Ambos habían migrado de León hacia Estados Unidos hacía cuatro meses con el fin de mejorarle las condiciones de vida a sus familias. En Nicaragua trabajaban en albañilería, pero con sus ingresos solo ajustaban para apenas sobrevivir.
El 28 de marzo, el nicaragüense Ariel García, de 25 años, originario de Mulukukú, Río Blanco, falleció en un accidente de tránsito, según informó la organización TNC.
Un día después, el 29 de marzo, Luis Alberto López Baquedano, de 30 años de edad, perdió la vida en un accidente de tránsito cuando conducía una motocicleta tipo scooter, en Miami, Florida.
López, originario de El Sauce, León, tenía apenas ocho meses de haber llegado a Estados Unidos y al momento del accidente se dirigía a una entrevista de trabajo.
El 15 de abril pasado, según reportó TNC, Marlon Antonio Pastora, de 33 años, falleció en un accidente de tránsito en Atlanta, Georgia. De acuerdo con la información el nicaragüense se movilizaba junto a dos personas más, de las cuales ninguna sobrevivió.
Pastora era originario de Nueva Guinea, su familia lo describió como un joven trabajar que no tenía vicios, “salió a ganarse la vida y ya no regreso”. Actualmente su madre está solicitando ayuda para repatriar sus restos a Nicaragua.
El 24 de abril, el joven Ángel Luis Cruz, de 22 años, originario de Managua, perdió la vida en un accidente de moto, en Miami, Florida. La organización TNC informó que el nicaragüense tenía 13 meses de estar en EE. UU. y que al momento del accidente se dirigía a su centro de trabajo.
“Sus amigos lo describen como un joven trabajador, sin vicios, siempre amable y servicial”, indicó TNC. Actualmente la familia solicita ayuda económica para poder repatriar su cuerpo a Nicaragua.
Suicidios y asesinatos
Carlos Vallejos R. se suicidó en California, EE. UU. el pasado 4 de abril. Sus familiares recibieron la llamada de un agente policial quien les informó que Carlos se había suicidado en el lugar donde vivía, en Sun Valley, California.
El 15 de abril, el migrante nicaragüense Juan Francisco López Suárez, de 39 años, originario de Matagalpa, fue asesinado por el exconvicto Jamal Jackson, quien le disparó a él y a otros compañeros de trabajo cuando se encontraban borrando unos grafitis de la pared de un negocio de Northridge, en Panorama City, California.
López tenía seis meses de haber llegado a Estados Unidos y desde hacía dos meses vivía en la casa de su hermana Ruth López Suárez. Su cadáver permanece en una morgue de Los Ángeles, y le sobreviven tres hijos de 13, 12 y 9 años.
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El 21 de abril, James Bryan Lanzas Valdivia, de 28 años, fue encontrado con un disparo en la cabeza dentro de un carro, en un lugar que está a dos horas de donde él vivía, en el condado Fort Bend, en Texas. Lanzas Valdivia tenía 22 días de estar desaparecido.
El joven llegó aproximadamente hace un año a EE. UU., y hace seis meses se había establecido con una prima en Fort Bend, donde laboraba en un autolavado. Él se trasladaba a su trabajo en bicicleta, pero en el lugar donde fue encontrado muerto no encontraron sus pertenencias.