Aunque el régimen de Daniel Ortega ordenó la cancelación de su personería jurídica el pasado 19 de mayo a la Asociación Misión Cristiana Verbo, que en Nicaragua tiene presencia con 27 iglesias y proyecctos sociales, el Comité Nacional de Ancianos de las Iglesias Verbo Nicaragua reaccionó cinco días después de la decisión del Ministerio de Gobernación, donde aseguró que el Estado de Nicaragua “no ha ejecutado ningún tipo de intervención a ninguna de nuestras iglesias o instalaciones donde tienen presencia en las diferentes comunidades y lugares donde tenemos presencia”.
No obstante, las autoridades de la Iglesia, que forman parte de la misión, no se refirieron a la cancelación de la personería jurídica de la organización, a la cual, el Gobierno acusó de no haber cumplido la orden de cerrar en el 2020 Casa Bernabé, un orfanato que operaba en Veracruz y Bilwi, por supuestamente no tener las condiciones para el cuido de niños y adolescentes y que seguía funcionando sin permiso.
Por tanto, Gobernación ordenó cancelarle a la misión su personería jurídica y además ordenó a la Procuraduría General de la República empezar un proceso para traspasar los bienes de la misión al Estado.

En el sitio web de Misión Cristiana Verbo, la cual fue cerrada inmediatamente a la decisión de cancelación de personería jurídica, se informaba que la misma operaba en Nicaragua con 27 iglesias, tiene cuatro estaciones agrícolas experimentales, centros de discipulado e instrucciones vocacionales, clínicas, y programas de alimentación para niños. También tienen una escuela en el mercado Oriental y el primer orfanatorio en el barrio del Chico Pelón.

Pero lejos de aclarar y rechazar la decisión del Gobierno de quitarle a la organización la personería jurídica, el comité de ancianos emitió un comunicado donde, con un lenguaje parecido al de Rosario Murillo contra los medios de comunicación, rechazó la información divulgada en los medios de comunicaciones sobre el tema.
“Este comité rechaza toda noticia sesgada que se publique a través de las redes sociales o cualquier otro medio de comunicación tomando el nombre de nuestra organización (Iglesias Verbo) queriéndose aprovechar de la sitaución actual para utilizarla conforme a intereses mezquinos de desestabilización”.

El despojo del orteguismo ocurre casi dos años después que su pastor y fundador estadounidense Robert Bob Trolese perdiera la vida a causa del Covid-19. Trolese llegó a Nicaragua en 1979 para fundar la obra, el mismo año en que el orteguismo derrotó a la dictadura de los Somoza y la economía de Nicaragua se encontraba en quiebra.
“En el mes de febrero de 1980 el pastor Robert Louis Trolese juanto a su esposa y su hijo se trasladaron a nicaragua a fundar Misión Cristiana Verbo en Nicaragua. Nace en su corazón el deseo de brindar apoyo espiritual y material al pueblo nicaragüense por medio de alimentos, viviendas y transmitir el mensaje del evangelio”, se leía en su sitio, según el caché.
El comité tampoco explicó en su comunicado cómo las iglesias, que forman parte de los bienes de la misión, consiguieron seguir operando, tomando en cuenta que el régimen cuando aplica la cancelación de personerías jurídicas, arrasa con todos los bienes de la organización afectada.