Las protestas en contra de la reelección del presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, continúan. En esta ocasión, el opositor nicaragüense Héctor Mairena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), llamó a los países regionales y extrarregionales socios de la institución financiera a corregir el rumbo “equivocado” que han adoptado.
“El Banco Centroamericano de Integración Económica, bajo la presidencia ejecutiva de Dante Mossi, es el principal financiador de la dictadura de los Ortega Murillo. Ha colocado en Nicaragua el 20 por ciento de su cartera crediticia, lo que significa el 80 por ciento de los recursos financieros que la dictadura recibe, y eso ha sido así porque Dante Mossi lo ha facilitado”, señaló Mairena en un video público divulgado este lunes.
El BCIE es señalado de ser el soporte de la dictadura orteguista desde la crisis sociopolítica de abril de 2018, al facilitarle cientos de millones de dólares a Ortega. Sobre todo, desde que el hondureño asumió la presidencia ejecutiva del banco regional en diciembre de ese mismo año y cuyo periodo concluye en noviembre de 2023.
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“El presidente del BCIE es un cómplice y un defensor de la dictadura de los Ortega Murillo. Dante Mossi ha llegado a condenar las sanciones que funcionarios de la dictadura han recibido por violaciones a los derechos humanos, fraude electoral y corrupción. Dante Mossi tiene las manos manchadas de sangre y es inadmisible que continúe al frente del BCIE como su presidente”, agregó el opositor.
Mairena es uno de los 94 nicaragüenses a quienes la justicia de Nicaragua retiró la nacionalidad el pasado 15 de febrero.
En marzo pasado, el líder opositor Félix Maradiaga, exreo político desterrado y convertido en apátrida por la dictadura, en entrevista con LA PRENSA afirmó que la oposición debe pasar a una mayor presión internacional contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y como ejemplo planteó evitar la reelección de Mossi ante el BCIE.
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“Se debe impedir la reelección de Dante Mossi, presidente del BCIE. ¿Qué más tiene que pasar para que el señor Mossi entienda que no es aceptable financiar a una dictadura?”, cuestionó entonces el dirigente político.
Según un informe del observatorio independiente Urnas Abiertas publicado en febrero pasado, el BCIE bajo la dirección de Mossi ha pasado de financiar el 21 por ciento del Programa de Inversión Pública en 2017 a más del 39 por ciento en 2022. Esos son los años que la dictadura ha endurecido la represión.
12 de mayo, la reunión anual del BCIE
El próximo viernes 12 de mayo se celebrará en Punta Cana, República Dominicana, la 63 Reunión Ordinaria de la Asamblea de Gobernadores del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), como parte de la sesión anual para “analizar los avances de la Estrategia Institucional de la multilateral, así como los desafíos coyunturales y tendencias en la economía y finanzas que afectan a la región”.
La reunión anual reúne a los máximos representantes de los países miembros ante el Banco.
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“Todos los países socios del BCIE tienen la obligación de frenar que esta importante institución financiera siga siendo instrumento de la dictadura y de los modelos autoritarios que se están estableciendo en la región. Los derechos humanos, la democracia, el compromiso con la paz y la seguridad regional deben ser criterios y parámetros que el BCIE utilice para hacer los desembolsos financieros para mantener esos contratos”, insistió Mairena.
“El próximo 12 de mayo los gobernadores del BCIE tienen el desafío de corregir el rumbo equivocado fatal que Dante Mossi le ha impuesto al BCIE, cuyo fondo proviene de todos los contribuyentes de los países centroamericanos y socios extrarregionales. Esperamos que en efecto se corrijan”, finalizó Mairena.
“El banquero de los dictadores”
Respecto a la reunión del BCIE, el director del Programa de las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), Ryan C. Berg, señaló en su cuenta de Twitter que en ese encuentro Mossi “intentará la reelección”.
A la vez expresó que “necesitamos desesperadamente un liderazgo responsable en el BCIE”, cuyo mensaje argumentó con la publicación de su artículo títulado “El banquero de los dictadores: un llamado a elegir líderes responsables en el BCIE”, en el que destaca la grave situación de los derechos humanos que vive Nicaragua bajo el régimen Ortega-Murillo.
Berg señaló que a pesar de la obvia necesidad de restringir las fuentes de ingresos y exprimir al régimen de Ortega-Murillo “ha resultado más difícil de lo previsto porque ha podido acceder a fondos en instituciones donde la financiación debería estar bloqueada”. Por ejemplo, “el Banco Centroamericano de Integración Económica, la institución financiera internacional de la región encargada de buscar el desarrollo y los vínculos económicos, ha sido la mayor fuente de apoyo financiero para el régimen de Ortega-Murillo con 3,500 millones de dólares en proyectos desde 2017”, apuntó.
Al igual que en un estudio publicado en febrero pasado —en que el CSIS puso el foco sobre el continuo financiamiento del BCIE al régimen orteguista, y que generó un debate entre Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, y Mossi—, en este artículo Berg reiteró que “la población de Nicaragua es menor que la de Guatemala y Honduras, pero ha recibido casi el 26 por ciento de la cartera de préstamos del BCIE”.
Además, “durante los años más fuertes de préstamos del BCIE a Nicaragua, el presupuesto para la Policía Nacional creció cada año, a veces duplicándose, demostrando cómo el BCIE ayuda a proporcionar compensaciones que Ortega aprovecha para financiar su aparato represivo. Por ello, el presidente ejecutivo del BCIE, Dante Mossi, se ha ganado el apodo de ‘banquero de dictadores'”, indica.
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El director de CSIS considera que “si el BCIE como institución desea rendir cuentas, debe rechazar la candidatura de Mossi para un segundo mandato. Un cambio en la cúpula es la única manera de asegurar que el BCIE vuelva a su misión fundacional y alcance su máximo potencial”.
“El BCIE puede y debe hacerlo mejor, pero no lo hará si se mantiene en el liderazgo actual. La Asamblea de Gobernadores tiene que tomar una decisión importante el 12 de mayo. Debería votar para volver a la misión original del BCIE, reducir el financiamiento a los regímenes acusados de crímenes de lesa humanidad y hacerlo todo dentro de un marco de mayor transparencia. Si los últimos años nos han enseñado algo, nada de eso parece factible bajo el liderazgo de Dante Mossi”, afirmó Berg.