Daniel Ortega arremetió otra vez contra la Iglesia católica, llamándole “mafia organizada”, en un contexto en el que mantiene preso al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien condenó a 26 años de cárcel por sus posturas críticas a las violaciones de derechos humanos que ha perpetrado el régimen desde el 2018, acciones que el papa Francisco lamentó el pasado 12 de febrero.
“Son una mafia, miren los crímenes que han cometido, cuántos crímenes han cometido y siguen saliendo crímenes todos los días y los están juzgando, crímenes que cometen por tener regulaciones absurdas, crímenes que cometen en el campo financiero, allí tienen un proceso ahorita en el Vaticano, porque han malversado millones, porque han manejado millones ellos siempre”, dijo Ortega en el acto oficiado la noche de este martes.
“Qué respeto les puedo tener yo a los obispos que he conocido aquí en Nicaragua, eran somocistas”, agregó.
Lea además: Humberto Ortega: se debe pensar en las elecciones de 2026 como salida a la crisis en Nicaragua
Dictador pide democracia en la Iglesia católica
En otra parte de su discurso aseguró: No creo ni en los papas ni en los reyes”, porque, según él, actúan como una mafia organizada y repitió que los sacerdotes, los obispos, los cardenales y el papa deberían ser elegidos en un proceso democrático. “¿Quién elige al papa? ¿Cuántos votos consigue el papa entre el pueblo cristiano?”, cuestionó.
“Si vamos a hablar de democracia, el pueblo debería elegir en primer lugar a los curas del pueblo, el pueblo que decida si le parece bien este cura o el otro cura. El pueblo debería de elegir a los obispos y el que obtenga más respaldo de la población pues ese será el obispo. El pueblo debería elegir a los cardenales y tendría que haber una votación en el pueblo católico en este caso, en todas partes, para que se elija también al papa, por voto directo del pueblo, que sea el pueblo el que decida y no la mafia que está organizada ahí en el Vaticano”, insistió el dictador de Nicaragua.
Además, Ortega reconoció que aunque fue formado en el catolicismo, bautizado, dio la primera comunión y confirmado, nunca tuvo respeto a los sacerdotes.
Tras las diatribas de Ortega contra la Iglesia católica, el obispo exiliado Silvio Báez, uno de los más críticos contra la dictadura orteguista, reaccionó en su cuenta de Twitter expresando su malestar por este nuevo ataque a la jerarquía católica.
¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia; alguien que ejerce en forma ilegítima el poder, criticando la autoridad que Jesús otorgó a su Iglesia; un ateo, corrupto y criminal, confesándose inspirado por Cristo.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) February 22, 2023
El pasado 10 de febrero, la dictadura de Ortega condenó al obispo Álvarez a 26 años de cárcel y lo despojó de su nacionalidad, tras negarse a salir del país junto a otros 222 presos políticos que fueron desterrados de Nicaragua y enviados a Estados Unidos.
Tras esta condena, el papa Francisco se pronunció por primera vez sobre el encarcelamiento del obispo Álvarez, quien está preso desde agosto de 2022, por criticar al régimen dictatorial de Ortega y su esposa y cogobernante, Rosario Murillo.
“Las noticias que llegan de Nicaragua me han entristecido mucho, y no puedo dejar de recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien quiero tanto, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a los Estados Unidos”, expresó el papa, luego de rezar el Ángelus el domingo 12 de febrero.
Premia lealtad de sus operadores políticos
Este martes 21 de enero, Ortega habló en ocasión del 89 aniversario de la muerte del General Augusto C. Sandino, asesinado el 21 de febrero de 1934.
En el acto se entregó la Orden Augusto C. Sandino a cinco funcionarios públicos, la mayoría en cargos de poder, como un reconocimiento a su lealtad: entre estos la presidenta del poder electoral, Brenda Rocha, y los magistrados electorales, Lumberto Campbell, y Alma Nubia Baltodano, quienes han permitido los fraudes electorales que mantienen a Daniel Ortega y a su esposa, Rosario Murillo, en el poder.
También premió a la fiscal Ana Julia Guido Ochoa y al exdiputado del Parlacen y ahora diplomático sandinista, Orlando Tardencilla.