El general en retiro Humberto Ortega, exjefe del Ejército de Nicaragua y hermano del dictador Daniel Ortega, aseguró en entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer para la cadena CNN, que se debe pensar en las elecciones de 2026 como la salida a la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018.
Para Ortega, la liberación de los 222 presos políticos por parte del régimen de Daniel Ortega “cerró la coyuntura de 2018 y se abrió una nueva con los presos libres“.
“Esta coyuntura tiene una meta en las elecciones de 2026, la coyuntura que ahora hay que resolver es la de las elecciones presidenciales del 2026, en donde Nicaragua entre a un proceso totalmente diferente al que teníamos desde el 2018 hasta ese momento”, dijo el hermano del dictador.
“En este momento no pueden haber elecciones”
El general en retiro, al ser consultado sobre cómo se puede pensar en elecciones con líderes opositores expulsados, el cierre de más de tres mil ONG, medios censurados, dijo que “en este momento no pueden haber elecciones, trato de ser lo más razonable posible (…) Ni la oposición está preparada para ir a las elecciones, aun cuando le quitaran esos impedimentos, ni el gobierno en sus negociaciones que considera tiene que impulsar“.
Por eso, para Ortega, lo razonable para resolver la crisis “es una negociación, que va a ser complicada, dura y siempre con presiones de un lado y otro“.
Además de liberarlos, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desterró a las 222 personas hacia Estados Unidos, en lo que hasta ahora se ha manejado como una “decisión unilateral” de parte de la dictadura de Nicaragua. Además reformó la Constitución para despojarlas de su nacionalidad y en total ya son 317 personas las declaradas apátridas por el régimen.
Para Ortega, el siguiente paso es “terminar con la alta polarización política que existe en la clase política, hay una polarización, sentimientos de odio, de muerte, de acabar el uno con el otro, entonces hay una polarización muy grande, ahora sería un paso positivo, hay una respuesta positiva por parte del gobierno de Estados Unidos de dar otros pasos en la ruta correcta de dialogar”.
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Asimismo advirtió las que serían, a su análisis, las consecuencias de no aprovechar el momento.
“Si no entramos a la ruta (de las elecciones), si no aprovechamos este momento y entramos en una ruta de verdad, de ir buscando vínculos, como negociando, de ir buscando como construyendo cerrar esta coyuntura en el marco jurídico, constitucional, legal que son las próximas elecciones de 2026, entonces iríamos a un total desastre de anarquía que no lo podía cubrir ni la oposición ni el actual partido de gobierno”, advirtió el general en retiro.
Ortega debe “corregir” el encarcelamiento del obispo Álvarez
El hermano del dictador dijo que el encarcelamiento y condena a 26 años y cuatro meses a monseñor Rolando Álvarez fue una decisión precipitada que el régimen debe corregir debido a que no le conviene “ahondar un choque con el sentimiento cristiano de Nicaragua y América Latina”.
Ortega aseguró que Álvarez es un “obispo muy relevante aquí en Nicaragua, yo algunas veces he seguido su discurso, yo considero que su discurso está en la línea de las libertades que uno puede tener y tolerar en un gobierno democrático. Entonces pienso que el obispo Álvarez es un hombre serio, consecuente y lo está demostrando”.
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Dijo que el hecho que se quedara monseñor Álvarez si provoca un “impacto político en Nicaragua”.
Afirmó que “realmente el Gobierno no quería que se quedara y por eso fue que él responde de una manera precipitada y atropellando la ley, la metodología, los procedimientos técnicos, lo condenan después de que ya lo habían metido en La Modelo”.
Recalcó que la condena al obispo “no fue (una) solución, ahora esto ya ha venido con grandes repercusiones, incluso el papa Francisco abogó directamente por Álvarez, y de diferentes partes del mundo está convocando una solidaridad la situación de Alvarez”.
En la lista de prisioneros políticos a liberar y desterrar de Nicaragua estaba el obispo Álvarez —quien hasta entonces estaba bajo arresto domiciliario por expresar su criterio sobre la situación del país—, sin embargo, este se negó a salir de Nicaragua. Ortega lo condenó a 26 años de cárcel y lo envió al Sistema Penitenciario Jorge Navarro, ubicado en el municipio de Tipitapa, conocido como La Modelo.
“La única manera de seguir recibiendo fondo es resolviendo la crisis política”
También manifestó que, a su criterio, la motivación de su hermano de liberar a los presos políticos tiene que ver con la agudización de la crisis económica en Nicaragua como consecuencia de la crisis sociopolítica, tras el estallido social de abril 2018.
“Él (Ortega) toma en consideración es la difícil situación internacional en este mundo tan convulso, con el covid-19, la guerra en Ucrania, la situación económica tan compleja, aparte de esos todos los fondos que él ha logrado tener en los últimos quinquenios que han permito grandes desarrollos de progreso en el país ya se han achicado, y tiene bien bien comprimida la economía, y lógicamente la única manera de seguir recibiendo fondo es resolviendo la crisis política, no hay otro”, apuntó el general en retiro.
Indicó que los aliados del gobierno de Nicaragua, tanto China y Rusia “no están actualmente en las posibilidades de desembolso y apoyo que Nicaragua requiere”.
Sobre sí existió o no negociación secreta entre el régimen y el gobierno de Joe Biden para la liberación de 222 reos de conciencia, Ortega dijo que “en los intercambio que han habido tanto él ha expresado en su discurso, como lo que ha expresado el gobierno norteamericano queda claro que esto fue producto de un intercambio, al haber intercambio lógicamente se está dialogando, se llegó a un acuerdo muy específico sobre el modo operandi de liberar estos presos. Esto yo lo aplaudo, lo veo como muy bueno en la ruta de buscar una mejor comunicación y diálogo entre el gobierno de Nicaragua y de EE.UU”.
A su vez, refirió que si su hermano dice que fue una decisión soberana “lo es” y ejemplificó, que cuando ha conversado con Daniel de diferentes coyunturas, que incluye la crisis de 2018, “yo opinaba, pero la decisión soberana quien la tomaba es el presidente de la República, él escucha y decide que cosas de la que escucha la toma en cuenta o no, por cuanto su decisión es soberana, en un intercambio que tuvo con EE.UU”.
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Cree que las negociación fue “por las vías privadas”.
“Yo no concibo que esta decisión haya pasado sin haber habido un acuerdo con el embajador norteamericano en Nicaragua (Kevin Sullivan) y el Departamento de EE.UU. para poder llevar a la realidad semejante paso trascendente”, opinó.
Sobre la reunión con su hermano
En otros temas, confirmó que se reunió con su hermano el dictador el 23 de diciembre de 2022, dijo que el motivo fue por problemas de salud que él tenía. “Fue a raíz de que yo tuve un problema de insuficiencia cardíaca, yo tengo esos padecimientos, a raíz de eso me visitó, teníamos bastante tiempo personalmente, bastante años de no vernos, pero sí teníamos comunicación”.
Aseguró que hablaron de asuntos generales y mencionó que “él (Daniel Ortega) sabe perfectamente, tanto en mis pláticas privadas que he tenido siempre, como en mis documentos públicos, que yo he estado siempre abogando por la libertad de los presos políticos, eso él lo tiene muy claro”.
