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El obispo Rolando Álvarez se arrodilló en la calle tras salir de la sede episcopal de Matagalpa, el 4 de agosto rodeado por policías, tras el cierre de medios de comunicación católicos. Imagen tomada de las redes de la Diócesis de Matagalpa.

El historial de ataques que vivió el obispo Rolando Álvarez durante los últimos tres meses

Álvarez es el primer obispo bajo "arresto domiciliar" ordenado por la Policía como parte de los ataques que mantiene el régimen en contra de la Iglesia Católica

La persecución y asedio que ha sufrido monseñor Rolando Álvarez, el obispo más crítico a los abusos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a pesar de ser de vieja data, hace tres meses se intensificó. Álvarez está a cargo de la Diócesis de Matagalpa y es Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí. Es reconocido en Nicaragua porque en sus sermones fustigaba fuertemente la violación a los derechos humanos, la persecución religiosa, y los abusos de poder.

Álvarez fue nombrado por Benedicto XVI obispo de la Diócesis de Matagalpa el 8 de marzo de 2011 y tomó posesión el 2 de abril de ese año. El obispo, de 55 años, fue nombrado por el papa Francisco, en julio de 2021, administrador apostólico de la “sede vacante” de la Diócesis de Estelí, tras la aceptación de la renuncia por edad de monseñor Juan Abelardo Mata, en el cargo de obispo.

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En mayo de 2018, Álvarez integró el equipo de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) que sirvió como mediador en el primer Diálogo Nacional entre el régimen orteguista y la oposición. LA PRENSA te presenta un recuento del historial de ataques de los que fue objeto el religioso en los últimos 90 días.

Resguardo en la Parroquia Santo Cristo de Esquipulas

El pasado 19 de mayo, el religioso denunció que los mismos oficiales que hoy lo sacaron de la Curia Episcopal fueron quienes lo persiguieron durante todo un día mientras se movilizaba en Managua.

El obispo, quien en sus sermones fustigaba fuertemente la violación a los derechos humanos, la persecución religiosa, y los abusos de poder, condenó que la Policía asediará incluso a su “círculo de privacidad familiar”. Álvarez, desde ese momento decidió empezar un ayuno de agua y suero y resguardarse en la Parroquia de Santo Cristo de Esquipulas, donde monseñor Carlos Avilés lo acogió como huésped.

“Yo estaré en oración, estaré haciendo exorcismos de aquí, estaré orando, estaré ante el Santísimo, estaré celebrando la Eucaristía, estaré elevando mis súplicas al Señor, para que pueda cesar esta situación de hostigamiento durísimo y cruel para todos nosotros”, dijo el religioso en ese momento.

Policías en las afueras de la parroquia Santo Cristo de Las Colinas, en Managua, donde se encontraba refugiado monseñor Rolando José Álvarez el 21 de mayo. Foto tomada por LA PRENSA

Un día después, el 20 de mayo, agentes policiales y oficiales de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP), armados cerraron la calle que da a la entrada principal del templo y posteriormente impidieron el paso a dos padres que iban a celebrar la actividad religiosa con Álvarez y los insultaron.

“Durante todo el tiempo se ha encontrado vacío, sin presencia física de fieles, porque la Policía no permite la entrada y tiene totalmente acordonado el templo”, expresó Álvarez.

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Fue hasta el pasado 23 de mayo, que el obispo logró regresar a su sede episcopal, luego de permanecer cinco días fuera, pero el asedio se trasladó a las inmediaciones del domicilio de monseñor Álvarez, y del edificio de Cáritas Diocesana.

Cancelación de canales y radios católicas de Matagalpa

Álvarez además es el Secretario del Departamento de Medios de Comunicación Social de la CEN y subsecretario del Secretariado del Episcopado de Centroamérica.

Como parte de la arremetida del régimen en contra de Álvarez, el 27 de junio pasado el Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) mandó a eliminar al canal católico de la Diócesis de Matagalpa, TV Merced de la parrilla de programación de la empresa Telecable.

En TV Merced se transmitían las eucaristías que realizaba el obispo y de la misma manera el programa Pastoreo, Oración y Comunión. Telcor es administrado por Nahima Díaz Flores, hija del director de la Policía Nacional, Francisco Díaz, y consuegro del binomio presidencial.

El 29 de junio pasado, Telcor ordenó el cierre del Canal Católico San José, de la Diócesis de Estelí, donde monseñor Álvarez funge como administrador apostólico, denunció que también fue eliminado de la lista de canales de Telecable.

El pasado 1 de agosto, un mes después del cierre de los canales católicos, se arreciaron los ataques contra los medios de comunicación de la Diócesis del obispo Álvarez, Telcor canceló la licencia de ocho emisoras pertenecientes a esa jurisdicción.

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Las emisoras afectadas son Radio Hermanos, Radio Católica de Sébaco, Radio Nuestra Señora de Lourdes, La Dalia, Radio Alliens de San Dionisio, Radio Monte Carmelo de Río Blanco, Radio San José de Matiguás y Radio Santa Lucía de Ciudad Darío. No cita a la radio Nuestra Señora de Fátima, que también fue clausurada.

Ese mismo día, decenas de antimotines violentaron los portones de la capilla Niño Jesús de Praga, en Sébaco, para entrar a llevarse los equipos de la Radio Católica de Sébaco, una de las que fueron suspendidas este lunes, la cual estaba a cargo del padre Uriel Vallejos, quien estuvo asediado por tres días, como parte de la persecución del régimen contra el obispo Álvarez.

El regreso del asedio policial tras el cierre de emisoras

Tras el cierre de las emisoras, el obispo Álvarez retó a la directora del Telcor a demostrar que las emisoras de la Diócesis habían incumplido sus obligaciones.”Si la señora directora del Telcor me quiere recibir yo le llevaré con el recibido y firma de ese mismo día de Telcor todos los documentos que les presenté. Si ellos tienen razón yo mismo diré ante el pueblo que está correcto que cierren las radios, pero si no tienen la razón que tengan la valentía y coraje de decir que ellos se equivocaron o ellos quieren a propósito cerrar nuestros medios de comunicación”, manifestó monseñor.

Tras estas declaraciones, desde las primeras horas del 3 de agosto patrullas policiales y agentes cerraron el tráfico vehicular en la cuadra en la que está ubicada la residencia episcopal, sobre la “calle de los bancos” de esa ciudad norteña.

El 4 de agosto, oficiales de la Policía cercaron las calles que dan a la curia episcopal impidiendo que el obispo saliera a celebrar la misa en la Catedral San Pedro de Matagalpa. Ante el asedio Álvarez salió de la sede episcopal mostrando el Santísimo Sacramento en sus manos. En un video que se fue transmititido en vivo desde las redes sociales de la Diócesis de Matagalpa, se puede ver que el obispo está rodeado de policías en medio de la calle y les pide que “nos dejen profesar nuestra fe”, también le pidió un abrazo a los uniformados, pero ellos se le apartaron.

El 5 de agosto, a través de un comunicado la Policía acusó a Álvarez de intentar “organizar grupos violentos” y anunció el inicio de un proceso de investigación que conlleva a mantener en sus domicilios a los señalados. Álvarez, junto a sacerdotes, laicos y seminaristas estuvieron retenidos durante 16 días.

“Todos los doce que estamos aquí estamos conscientes de que estamos en las manos de Dios”, aseguró el prelado durante la transmisión de una eucaristía.

Este 19 de agosto, en horas de la madrugada la Policía allanó el Palacio Episcopal donde se encontraban Álvarez, cinco sacerdotes y tres laicos. Casi siete horas después del asalto, la Policía informó que monseñor quedó bajo arresto domiciliario en Managua y las otras ocho personas fueron trasladadas a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), concoida como El Chipote.

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