Exiliados nicaragüenses en Costa Rica protestaron en horas de la noche de este viernes en contra a las acciones represivas del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo quien ordenó a la Policía enviar a “arresto domiciliar” al obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez.
El platón inició con la entonación del Himno Nacional, a la vez, al son de consignas como “Rolando, amigo el pueblo está contigo”, ‘libertad para la Iglesia Católica”, “Ortega escucha seguimos en la lucha”, “libertad para los presos políticos”, nicas en territorio costarricense protestaron frente a la Catedral Metropolitana de San José.
Entre los participantes figuraron personajes como Karelia de la Vega, mejor conocida como “Lady la Vulgaraza”, la activista opositora, Ana Quirós, y Zoilamérica Ortega-Murillo, hija de Rosario Murillo, entre otros. Además portaron banderas de Nicaragua.
Zoilamérica, hijastra de Ortega a quien denunció por violación, aseguró que con el secuestro de Álvarez el régimen demuestra que “él lo considera a la Iglesia como un enemigo político en el afán de controlar incluso la fe, la oración por los nicaragüenses que queremos un cambio, definitivamente es un atropello a los sentimientos cristianos”.
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Añadió que lo más importante ha sido “la inspiración que en medio de tanta adversidad monseñor nos ha dado”.
Los nicas también demandaron la liberación de todos los presos políticos que aún mantiene el régimen orteguista en las cárceles de los sistemas penitenciarios del país, incluyendo los aspirantes presidenciales.
Álvarez fue sacado de la Curia Episcopal de Matagalpa esta madrugada, donde se encontraba, tras 16 días de asedio junto a cinco sacerdotes, dos seminaristas y un laico. Según, un comunicado de la Policía fue trasladado a Managua a casa de familiares, mientras las demás personas están en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocido como el nuevo Chipote, en Managua.
16 días de “casa por cárcel”
Desde hace 16 días monseñor Álvarez y sus acompañantes permanecían en “casa por cárcel” en la sede episcopal de la Diócesis de Matagalpa.
El obispo se encontraba bajo asedio policial desde el 3 de agosto, la mañana del día siguiente la Policía le impidió realizar una procesión con el Santísimo Sacramento y desde entonces estuvo retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa.
El viernes 5 de agosto fue acusado por la Policía, a través de un comunicado, de intentar “organizar grupos violentos” y anunció el inicio de un proceso de investigación que conlleva a mantener en sus domicilios a los señalados, cuyas identidades no fueron reveladas.
El aviso de la Policía del régimen se da horas después que la vicepresidenta designada y vocera, Rosario Murillo, amenazó afirmando “que no se deben infringir las leyes, mucho menos cometer delitos” y dos diputados sandinistas acusaron al obispo Álvarez de estar “incitando a la violencia”.
