La Policía del régimen de Daniel Ortega, mediante un comunicado, señaló este viernes que mantiene en “resguardo domiciliar” en Managua a monseñor Rolando Álvarez, mientras que el resto de los secuestrados fueron trasladados a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como el nuevo Chipote.
El comunicado señala que el obispo de la Diócesis de Matagalpa “ha podido reunirse con sus familiares” y con el cardenal Leopoldo Brenes, vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
La Policía orteguista señala que la Curia Episcopal de Matagalpa, donde permanecieron durante 16 días en casa por cárcel el obispo, cinco sacerdotes, dos seminaristas y un laico, quedó monseñor Oscar Escoto, vicario de la Diócesis, “sin ninguna restricción policial o movilidad”.
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“Las otras personas que fueron trasladadas a Managua continúan cumpliendo las diligencias respectivas en la Dirección de Auxilio Judicial”, agrega.
Policía “paciente”; obispado de Matagalpa “provocador”
Según el ente represivo del régimen, “durante varios días se esperó con mucha paciencia, prudencia y sentido de responsabilidad, una comunicación con el obispado de Matagalpa, que nunca llegó a darse, al persistir las actividades desestabilizadoras y provocadoras, hizo necesario el citado operativo de orden público”.
Por su parte, la vicepresidenta designada y primera dama, Rosario Murillo en su alocución de mediodía reforzó el discurso y alegó que no conocía el comunicado de prensa, pero según ella la institución “esperó con paciencia, prudencia, respeto y sentido de responsabilidad comunicaciones positivas del obispado de Matagalpa, comunicaciones que no se recibieron y que hicieron necesaria para custodiar como corresponde a nuestra policía custodiar la paz y tranquilidad de la familia nicaragüense”.
Añadió que también “fuimos informados que todas las personas que estaban en la curia fueron trasladadas con respeto a Managua para las indagaciones de ley, una parte de ellos están en la Dirección de Auxilio Judicial, y el señor obispo en resguardo domiciliar en su casa en la ciudad capital se ha reunido con sus familiares y además recibió la visita de su eminencia cardenal Leopoldo Brenes”.
Monseñor Álvarez “está desmejorado”
A las 12:50 del mediodía de este 19 de agosto, la Arquidiócesis de Managua, encabezada por el cardenal Leopoldo José Brenes, informó en un comunicado que la condición física del obispo Rolando Álvarez “está desmejorada”, pero aseguró que “su ánimo y espíritu están fuertes”.
“Monseñor Álvarez le ha manifestado su confianza en la oración de todos ante esta situación que vivimos en comunicación eclesial”, manifiesta el escrito.
“Conscientes que la oración es la fuerza del cristiano invitamos a continuar improrando a Cristo que interceda y vele por este pequeño rebaño. Esperamos que la razón, así como el entendimiento respetuoso, abran camino a la solución de esta crítica y compleja situación para todos”, finaliza.
CEN expresa que “sentimos con profundo dolor” lo que sucede con Álvarez
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) en horas de la tarde de este viernes a través de un comunicado de prensa expresó que los obispos nicaragüenses hoy “sentimos con profundo dolor esta herida que sufrimos como Iglesia en Nicaragua y oramos por nuestro hermano monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, por todos nuestros sacerdotes y fieles laicos para que el Señor nos dé la palabra para dar a conocer sin temor”.
Los jerarcas agregaron que “en todo momento y circunstancias, teniendo los mismos sentimientos de Cristo Jesús, los obispos y toda la Iglesia de Nicaragua permanece unida en la penitencia y oración”.
16 días de “casa por cárcel”
Desde hace 16 días monseñor Álvarez y sus acompañantes permanecían en “casa por cárcel” en la sede episcopal de la Diócesis de Matagalpa.
El obispo se encontraba bajo asedio policial desde el 3 de agosto, la mañana del día siguiente la Policía le impidió realizar una procesión con el Santísimo Sacramento y desde entonces estuvo retenido en la Curia Episcopal de Matagalpa.
El viernes 5 de agosto fue acusado por la Policía, a través de un comunicado, de intentar “organizar grupos violentos” y anunció el inicio de un proceso de investigación que conlleva a mantener en sus domicilios a los señalados, cuyas identidades no fueron reveladas.
El aviso de la Policía del régimen se da horas después que la vicepresidenta designada y vocera, Rosario Murillo, amenazó afirmando “que no se deben infringir las leyes, mucho menos cometer delitos” y dos diputados sandinistas acusaron al obispo Álvarez de estar “incitando a la violencia”.