Para los especialistas, la decisión judicial que recientemente despejó el camino para que las autoridades migratorias de Estados Unidos suspendan la aplicación del programa “Quédate en México”, es una gran noticia para los miles de migrantes —entre ellos nicaragüenses— que a diario intentan entrar irregularmente a ese país.
El Protocolo de Protección al Migrante (PPM), conocido como programa “Quédate en México”, lo impulsó la Administración de Donald Trump y obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se desarrollaba el proceso. Según el Consejo Estadounidense de Inmigración, desde el inicio de su implementación en 2019 hasta la fecha, enviaron a México a esperar respuesta a su solicitud de asilo a unos 70 mil migrantes.
Los especialistas explican que la suspensión de este programa agilizará el ingreso a ese país, pero no implica una apertura total de la frontera. Es por ello que insisten en advertir a los migrantes que la falta de trabajo y de oportunidades económicas no son motivos válidos para recibir asilo. Por tanto, las autoridades darán orden de deportación inmediata a los migrantes que no demuestren que son perseguidos o que sus vidas están en riesgo.
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El pasado 30 de junio, los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos determinaron que la Administración de Joe Biden tiene capacidad para poner fin a los Protocolos de Protección al Migrante (PPM) y posteriormente una Corte de Distrito levantó la orden judicial que obligaba al DHS a aplicar el PPM.
De inmediato, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) anunció a través de un comunicado que se compromete a dejar de implementar el PPM de una manera rápida y ordenada.
DHS promete proceso ágil y ordenado
Muchos de los migrantes que están en México bajo el MPP son nicaragüenses, ya que a partir del 2018 la migración es la más utilizada para huir de la represión del régimen, pero también lo es la falta de empleo y de oportunidades. Según estadísticas oficiales, entre enero y junio de 2022 la patrulla fronteriza detuvo a 84,055 nicaragüenses.
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Según el DHS, en los próximos días seguirán proporcionando información sobre el tema. De momento, la indicación es no inscribir a más migrantes al programa. Las personas que están dentro de él deben seguir las instrucciones en sus documentos legales para presentarse a los tribunales en las fechas correspondientes. En ese momento los desafiliarán y dejarán que se queden en Estados Unidos hasta que finalicen sus procesos.
Fantasma de la deportación amenaza a migrantes
No obstante, el DHS advierte que “las personas encontradas en la frontera suroeste que no puedan establecer una base legal para permanecer en los Estados Unidos serán deportadas o expulsadas”.
Para la abogada de Inmigración, Lorena Pérez McGill, el compromiso de la Administración Biden de poner fin al programa de una manera rápida y ordenada puede implicar que se repita lo que ocurrió en enero de 2021 cuando también dejó de aplicarse.
En ese momento se permitió el ingreso “bajo palabra” de miles de migrantes que permanecían en el lado mexicano de la frontera. “Es como decimos en el lenguaje rutinario, les daban ‘parole’ (libertad condicional) por unos meses y así ellos podían entrar a Estados Unidos para seguir su proceso de asilo”, explica la especialista.
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Problemas económicos no son motivo para recibir asilo
De acuerdo con información divulgada en el sitio web del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés), el Permiso de Permanencia Temporal (conocido como “parole”) permite viajar y permanecer en Estados Unidos a las personas que “de otra manera resulten inadmisibles o inelegibles para ser admitidos”.
Sin embargo, este beneficio es solo para las personas que puedan demostrar que son elegibles para recibir asilo. Pero los migrantes que no presenten pruebas creíbles de la persecución, del peligro que corren sus vidas, no podrán defender su caso porque los deportarán.
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En declaraciones a medios nicaragüenses, Carolina Sediles, vicepresidenta de la Nicaraguan American Human Rights Alliance (Nahra), aseguró que muchos de los nicaragüenses que están migrando lo hacen por razones económicas, por tanto no podrán entrar a Estados Unidos bajo esta nuevas normas, ya que esa no es una razón válida para recibir el asilo.
Las especialistas instan a las personas que planean migrar, a tomar en cuenta estas disposiciones. Para que no se arriesguen a perder lo invertido en el viaje ni se expongan a peligros innecesarios, porque al no presentar un caso firme, se exponen a la deportación inmediata.