The Economist Intelligence Unit (EIU) recortó las previsiones de crecimiento económico de Nicaragua de este año al 1.8 por ciento, menos que el 2.5 por ciento que calculaba en marzo, debido principalmente a la incertidumbre política que se vive en el país.
La prestigiosa firma británica, que sirve de guía a inversionistas en el mundo, considera que existen varios obstáculos para un mayor crecimiento económico en el país, entre los que destacan el conflicto político persistente y un entorno empresarial deficiente, con acceso limitado al financiamiento.
Además, la proyección de la EIU es inferior a la expansión económica de entre 4 y 5 por ciento que estima el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Lejos del “espectacular” crecimiento de 2021
La EIU afirmó que en 2021, en Nicaragua se observó una recuperación económica “espectacular”, impulsada en gran medida por factores externos favorables.
Según el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, la economía del país medida a través del Producto Interno Bruto (PIB) creció 10.3 por ciento el año pasado. No obstante, The Economist aseveró que el crecimiento se desacelerará notablemente entre 2022 y 2026, debido a “un debilitamiento de la demanda externa, un clima deficiente de inversión, el débil crecimiento del crédito y disminución de los salarios reales”.
Para 2023, la EIU estima un crecimiento económico en Nicaragua de 2.1 por ciento; para 2024 y 2025, de dos por ciento, y para 2026, de 2.1 por ciento.
La Unidad de Inteligencia de The Economist es la división de investigación y análisis de The Economist Group, cuya publicación, el periódico The Economist, goza de prestigio mundial y es una fuente de información para inversionistas en el mundo.
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Según su más reciente informe, desde el 25 de mayo se han presentado una serie de datos de las cuentas nacionales, correspondientes al primer trimestre del año, que dieron lugar a los cambios en sus proyecciones del PIB para 2022.
“Ahora esperamos una caída menos profunda de la inversión (3 por ciento interanual, desde 7 por ciento), un crecimiento más lento de las exportaciones (5.7 por ciento, desde 7.1 por ciento) y un crecimiento más rápido de las importaciones (4.4 por ciento, desde 3.7 por ciento)”, se lee en el informe.
Por lo tanto, indican que “en vista de estos cambios, ahora pronosticamos un crecimiento del PIB del 1.8 por ciento en 2022. Esperamos que las condiciones económicas empeoren durante el año a medida que en la economía global la inflación se desacelera y disminuye los ingresos reales”.
Ortega prepara a su hijo Laureano para asumir el poder
Y es que en el ámbito político, la EIU afirmó en su informe que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) seguirá siendo la fuerza política dominante en Nicaragua por “medio de un autoritarismo creciente”.
Sobre Daniel Ortega, quien retornó a la silla presidencial en 2007 y desde el 2016 gobierna con su esposa Rosario Murillo, como su vicepresidenta, ahora tiene más de 70 años. La prestigiosa publicación señaló que el dictador se mantendrá en el poder “mientras su salud lo permita”.
Asimismo, indicó que el hijo de Ortega y Murillo, Laureano Ortega, “ha asumido más responsabilidades políticas en los últimos años, posiblemente allanando el camino para la sucesión dinástica”.
Por otro lado, la EIU proyectó que la represión contra opositores continuará: “Parece probable que la situación se deteriore aún más, dado que el régimen ha aumentado la intensidad de sus ataques a la sociedad civil este año”, afirmó, poniendo como ejemplo la anulación del registro legal de cientos de organizaciones no gubernamentales (desde 2018). “Creemos que su objetivo es eliminar las fuentes de donde podría surgir una futura resistencia para atrincherarse en el poder a largo plazo”, aseveró.
Desaceleración económica de Estados Unidos afectará a Nicaragua
La EIU también expuso que la desaceleración económica que experimentará este año Nicaragua también será causada por una inminente desaceleración económica en Estados Unidos.
“Esta tasa de crecimiento mucho más lenta refleja principalmente un entorno externo menos favorable, en particular una crisis económica inminente. La desaceleración en Estados Unidos golpeará a los sectores exportadores de Nicaragua, especialmente a la industria de la maquila”, detalló.
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Siguiendo esta línea, la EIU añadió que “el débil crecimiento se verá exacerbado por un fuerte aumento en precios mundiales de los productos básicos (causados por la guerra en Ucrania), (…) el endurecimiento de la política fiscal y los aumentos de las tasas de interés internas que elevarán los costos de endeudamiento ya altos para las empresas”.
Inflación se ubicará en 9.5 por ciento
De acuerdo con la prestigiosa firma, Nicaragua, al igual que el resto de países, está luchando contra la alta inflación de precios al consumidor. Recordó que en mayo, la inflación interanual —es decir el promedio de aumento de precios de los últimos 12 meses— se ubicó en 10.6 por ciento.
“Creemos que las presiones inflacionarias serán difíciles de contener, ya que la interrupción causada por la guerra en Ucrania amplificará los problemas existentes en la cadena de suministro global (aunque en el lado positivo, Nicaragua no depende de las importaciones rusas más que para fines militares, para equipo)”, se lee en el informe.
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Al respecto, y como reflejo de mayores aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles desde principios de año, The Economist ajustó al alza su previsión de inflación para finales de 2022, al 9.5 por ciento (desde el 7.7 por ciento de su anterior pronóstico).
Además, “esperamos que la inflación caiga modestamente a 6.1 por ciento a finales de 2023. Asumiendo que las presiones del lado de la oferta se relajen, la inflación debería retroceder de manera más significativa en el mediano plazo, cayendo por debajo del 5 por ciento en 2025-2026”, previó.
Al respecto, un economista y consultor externo, que prefirió el anonimato por temor a represalias, explicó que la tasa de inflación de este año para Nicaragua “dependerá de si hay una recesión en Estados Unidos y Europa, que de hecho se espera, y si las tasas de interés aumentan, también el costo del dinero y por lo tanto va a haber presiones inflacionarias en todos los países”.
“El principal riesgo que tiene Nicaragua es que se le dispare la inflación a dos dígitos, sin embargo, el Banco Central está tratando de controlar la inflación, manejando la oferta monetaria, las tasas de reporto y las tasas de interés. Hay una serie de señales de que hay un esfuerzo para evitar que la inflación se dispare, pero también eso implica desempleo y sacrificio del crecimiento”, indicó.
Escenarios riesgosos para la economía
Los especialistas de la EIU indicaron que hay varios escenarios de riesgo que podrían cambiar las perspectivas de mejora a corto plazo. Por ejemplo, uno de ellos es que una fuerte caída en el financiamiento de los acreedores oficiales “aviva los riesgos de la balanza de pagos”.
También está el riesgo latente de que Estados Unidos imponga más sanciones, que paralicen la economía de Nicaragua y la aplicación agresiva de impuestos, ya que empeora el entorno empresarial.
A criterio de la prestigiosa unidad de análisis británica, otros elementos que también opacarían la posibilidad de una rápida recuperación son el aumento del control estatal sobre la economía y que el Gobierno aún no logra reprimir el aumento de la delincuencia.
“Nicaragua seguirá siendo uno de los países más pobres de la región”
La firma valora que los conflictos políticos recurrentes y la escasa confianza en el Estado de derecho frenarán las perspectivas de crecimiento, a pesar de las lucrativas oportunidades en la minería, energía y manufactura. “Por lo tanto, Nicaragua seguirá siendo uno de los países más pobres de la región”, asegura el informe.
“Estados Unidos y sus aliados mantendrán la presión sobre el régimen de Nicaragua para que emprenda reformas a favor de la democracia. Aunque creemos que las potencias occidentales se abstendrán de imponer sanciones desestabilizadoras en toda la economía, existen riesgos en esta suposición”, detalló el informe de The Economist.
Ve poca posibilidad de expulsión de Nicaragua del DR-Cafta
El informe también contextualiza la situación de Nicaragua en el plano internacional y recuerda que Estados Unidos ha aplicado sanciones financieras a decenas de altos funcionarios nicaragüenses, incluida la vicepresidenta designada Rosario Murillo y otros miembros de la familia Ortega Murillo.
“La Ley Renacer endureció aún más estas sanciones. En junio, Estados Unidos aplicó restricciones de visa a 93 funcionarios nicaragüenses. Sin embargo, no esperamos que estas medidas debiliten el control del régimen sobre el poder. Por lo tanto, existe un riesgo creciente de que Estados Unidos intensifique presión mediante la imposición de sanciones en toda la economía de Nicaragua, y posiblemente perseguir la exclusión del país del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-Cafta)”, analizó.
En noviembre de 2021, el presidente estadounidense Joe Biden promulgó la Ley Renacer, que pretende endurecer sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Ortega. Entre otras medidas, la ley propone que se revise la participación continua de Nicaragua en el DR-Cafta.
“Nuestro pronóstico de referencia es que Estados Unidos finalmente no perseguirá la exclusión de Nicaragua del DR-Cafta, (ya que) no solo sería complicado tal movimiento desde una perspectiva legal, sino que también imponer severas dificultades económicas a los nicaragüenses podría tener efectos negativos significativos y consecuencias económicas para la región centroamericana en general”, explicó.
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En este sentido, la EIU considera que, a pesar de lo anterior, el régimen Ortega Murillo no dará un paso atrás, a pesar del daño económico e institucional que le hace a Nicaragua: “Aunque las presiones económicas sobre el gobierno de Ortega aumenten considerablemente, no esperaríamos que líderes de Nicaragua sean disuadidos de seguir su curso actual o fácilmente desalojados del poder”.
Sobre las relaciones con China
Sobre el restablecimiento de relaciones entre Nicaragua y China en diciembre pasado, la firma comentó que es posible que con esta acción el gobierno de Ortega atraiga financiamiento e inversiones chinas próximamente.
“La adopción por parte de Nicaragua de una política de ´Una China´ será crucial para ayudarla a sobrevivir a su aislamiento internacional cada vez más profundo, que fue ejemplificado más recientemente por su retirada repentina de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en abril”, recoge el informe.
El pasado 24 de abril, el régimen Ortega Murillo anunció la decisión de retirar las credenciales de sus representantes ante la OEA, el cierre de las oficinas de ese organismo en Managua y en los días siguientes la confiscación del inmueble para convertirlo en el llamado “museo de la infamia”. Esa acción, se espera, tendrá mayor repercusión internacional por lo que significa la violación de una sede diplomática.
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A criterio de la EIU, “tras su retirada prematura, las posibilidades de Nicaragua de seguir recibiendo un importante respaldo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han disminuido”.
De hecho, para la firma este año es poco probable que los flujos de crédito a Nicaragua sean tan generosos como fueron en 2020 y 2021, cuando el país recibió ayuda económica para atender la pandemia de la covid-19 y para apoyar la reconstrucción posterior a los huracanes Eta y Iota.
“En este contexto, los Ortega apuestan fuerte por China para brindarles nuevas fuentes de finanzas e inversiones. Creemos que el país se beneficiará de al menos suficiente cooperación china para llenar los vacíos dejados por otras fuentes multilaterales y bilaterales”.
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Siguiendo esta línea, indican que un factor a favor del régimen es que el requerimiento de financiamiento de Nicaragua “se ve pequeño desde la perspectiva de China. Los funcionarios chinos probablemente estarán dispuestos a cubrirlo a cambio de un aliado estratégico en una región que Estados Unidos considera dentro de su propia esfera de influencia”.
En enero de este año, Nicaragua firmó un Memorando de Entendimiento (MoU) para formar parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, esto a criterio de EIU “debería traer entradas de inversión; el régimen utilizará esta perspectiva para presionar a la comunidad empresarial local para que intensifique su inversión nacional y su apoyo político a los sandinistas”.
“La medida en que el régimen pueda aprovechar el apoyo chino dependerá del volumen de asistencia financiera que China está dispuesta a proporcionar, cómo responden los empresarios nacionales y cómo reacciona Estados Unidos ante el cambio en la alineación internacional”, expresó.
