14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, habla durante las celebraciones del Día de la Independencia en el Jardín Sur de la Casa Blanca en Washington, DC, 4 de julio de 2021. (Foto de ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP)/Voz de América

¿Cuál es el panorama de la comunicación entre la administración Biden y el régimen de Ortega?

Estados Unidos ya ha confirmado que mantienen "un rango de comunicación bilateral", analistas plantean los alcances y posibles efectos

Aunque el gobierno de Joe Biden mantenga una comunicación bilateral con el régimen de Daniel Ortega, eso para los críticos no significa que Nicaragua tenga iguales oportunidades en una negociación con Estados Unidos, como ha sido el caso de Venezuela, por ejemplo, que es otro país bajo un régimen autoritario, pero que cuenta con un recurso que la administración norteamericana requiere: el petróleo

“En el caso de Venezuela, hay petróleo de por medio y la necedad de asegurar fuentes energéticas y alternativas a Europa, para hacer efectivo el bloqueo a Rusia. En el caso de Nicaragua, no hay ningún interés estratégico”, dijo un exdiplomático que habló con LA PRENSA bajo condición de anonimato.

Le puede interesar: ¿Por qué EE.UU. negoció con Venezuela en este momento? ¿Habrá interés de hacerlo con Nicaragua? Así responden los analistas

Este jueves se conoció que Laureano Ortega Murillo, hijo de Daniel Ortega y de la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, se acercó “silenciosamente” a Washington para reiniciar el diálogo con Estados Unidos, con el claro objetivo de que este país suspenda las sanciones a los funcionarios orteguistas, según afirmaciones que hicieron funcionarios estadounidenses al periódico The New York Times.

Este viernes, en declaraciones a LA PRENSA, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó que su país mantiene “un rango de comunicación bilateral con el régimen (de Ortega)”, aunque aclaró que no comentaría “sobre interacciones específicas” entre su Gobierno y el régimen Ortega-Murillo, en alusión a la información publicada por The New York Times.

¿Cuál es el papel de los presos políticos?

El vocero del Departamento de Estado dijo a LA PRENSA que su país seguirá presionando por la liberación de los opositores que están presos por manifestarse en contra de Ortega.

“La liberación inmediata de los presos políticos del régimen Ortega-Murillo sigue siendo una alta prioridad de EE. UU. en Nicaragua”, dijo el portavoz del Departamento de Estado.

No obstante, el exdiplomático consultado bajo condición de anonimato valoró que “una negociación centrada exclusivamente en los presos políticos podría ser un alivio para los reos y sus familiares si estos se van al exilio, pero no resolvería en nada el problema nacional”.

“Nicaragua no tiene nada que ofrecer, solamente los presos políticos que hoy los puede negociar y mañana los puede volver a echar presos”, dijo la fuente.

Lea además: Estados Unidos admite que mantiene “una comunicación bilateral” con el régimen de Ortega

El exdiplomático agregó que la negociación ideal debería de ser sobre el restablecimiento de todas las libertades públicas, elecciones transparentes y regreso de organismos de derechos humanos, entre otros derechos.

“El régimen busca legitimidad, que le reconozcan su fraude electoral, que le quiten las sanciones, que lo saquen del aislamiento, y le den acceso al financiamiento internacional que salve del colapso a una economía de sobrevivencia. Quiere todo eso en una negociación, pero ¿qué ofrece él? Apenas rectificar las injusticias que ha cometido y garantizarse impunidad por tanta violación a los derechos humanos que ha perpetrado”, agregó.

Consideró además “que una negociación del régimen con el que corresponda, debe iniciarse con un anuncio de la dictadura de liberar de inmediato y en forma definitiva a todos los presos políticos, restaurar las libertades públicas, y hacer reformas electorales profundas que propicien unas elecciones libres y transparentes en fecha precisa para este año 2022, asesoradas y observadas por la OEA, la Unión Europea, el Centro Carter, etc., además fiscalizadas con observación electoral nacional”.

No va a “aflojar” las sanciones

Por su parte, el politólogo y exasesor del Congreso de Estados Unidos, Jason Poblete, manifestó que en una negociación con Estados Unidos este país antepone sus intereses.

“Si hubo conversaciones tienen que ser para anteponer los intereses de Estados Unidos primero y no capitular ante lo que quiera Nicaragua”, manifestó Poblete.

Lea además: Biden nomina a Hugo Rodriguez para embajador de EE.UU en Nicaragua

Sobre las sanciones, el politólogo duda que vaya a “haber algún aflojamiento” o retiro de estas.

“Yo lo que veo aquí es mucho merengue político. Si de verdad hay interés de ambas partes de hablar en serio, lo haría y no iniciarían esas campañas en los medios para tratar de crear polémica. Si de verdad quieren resolver el problema político yo creo que no hay nada que hablar, hay que actuar”, agregó el politólogo.

Estados Unidos encabeza las presiones internacionales contra el régimen de Ortega, para obligarlo a regresar a la senda de la democracia. Las principales acciones han sido aplicar sanciones a funcionarios orteguistas, entre estos la primera dama y vicepresidenta, Rosario Murillo; al menos cinco de sus hijos; el presidente de la Asamblea Nacional, el jefe del Ejército, el jefe de la Policía, el ministro de Hacienda y Crédito Público, alcaldes, entre otros funcionarios. También empresas e instituciones del Estado.

Asimismo, en noviembre reciente, Biden proclamó la Ley Renacer, un marco jurídico que define restricciones contra el régimen de Ortega, a través de sanciones individuales a funcionarios con la inclusión de Nicaragua a la llamada Lista Engel y restringir los préstamos bancarios multilaterales.

Relaciones diplomáticas persisten

Para un exfuncionario público nicaragüense con experiencia en relaciones diplomáticas, que solicitó el anonimato, las conversaciones entre la administración Biden y el régimen de Ortega no deberían generar sorpresa.

“La noticia en realidad no debe sorprender, por cuanto Estados Unidos y Nicaragua mantienen relaciones diplomáticas al más alto nivel y la comunicación fluida entre oficiales de gobiernos es no solo previsible sino necesaria”, aseveró.

Sin embargo, se refirió al comportamiento del régimen. “Resulta interesante porque no encaja en la narrativa oficial del actual Gobierno de Nicaragua, que parece siempre culpar de todos sus males al Gobierno de Estados Unidos, en una retórica muchas veces violenta y ya desfasada”.

Indicó que no es la primera vez que se debate la reversibilidad de las sanciones. “Por lógica, tiene que dar el primer paso la parte cuya conducta dio lugar a que fueran impuestas”, finalizó.

Política Daniel Ortega Estados Unidos Nicaragua archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí