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Imagen referencial. Archivo/LA PRENSA

Productores buscan alternativas para paliar el impacto de las alzas de insumos agrícolas

Históricamente, la siembra de primera inicia en mayo, el segundo periodo del ciclo agrícola conocido como postrera ocurre a mediados de agosto, después de la canícula y luego, en los últimos 15 días de noviembre, se realiza la siembra de apante.

El ciclo agrícola 2022-2023 comenzará el próximo 15 de mayo con la entrada del invierno y este año los altos precios de los insumos agrícolas han agravado la situación del sector en Nicaragua, según la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), que también indicó que se encuentran en la búsqueda de alternativas de producción más favorables.

Y es que además de incidir en los precios de los combustibles y algunos alimentos, la guerra entre Rusia y Ucrania también está afectando el precio de insumos agrícolas, como los fertilizantes, indispensables para las labores agrícolas de cientos de productores a nivel mundial, y Nicaragua no es la excepción.

Sucede que Rusia y Ucrania son considerados “graneros mundiales” de productos como el trigo y el maíz. También exportan aceite vegetal, fertilizantes y otros cereales. Estos dos países juegan un rol crucial en el abastecimiento mundial de estos productos.

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Upanic compartió a través de su página de Facebook que los agricultores comerciales dependen de una combinación de tres nutrientes claves: nitrógeno, fósforo y potasio, para alimentar sus cosechas. Y señalaron que un mayor uso de fertilizantes genera una mayor producción de alimentos.

Asimismo, explicaron que los precios de estos productos se han mantenido al alza desde hace más de un año por una serie de razones, siendo una de ellas el precio “desbocado” del gas natural, la principal materia prima para gran parte del fertilizante nitrogenado del mundo.

También influyen las restricciones que países han impuesto para detener los contagios de la covid-19, mismas que han interrumpido las cadenas de suministros globales, incluidos los productos químicos. “China, el mayor productor de fosfato, restringió los envíos salientes para acumular reservas”, detallan.

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Otro factor es “la invasión de Rusia a Ucrania, que cortó casi una quinta parte de las exportaciones mundiales de nutrientes”. De hecho, analistas internacionales han comentado que el conflicto entre ambas naciones generará mayores costos para los agricultores, menores rendimientos de los cultivos y aumentará la inseguridad alimentaria en los países más pobres.

Productores ven los bioinsumos como una alternativa viable

Históricamente, la siembra de primera inicia en mayo, el segundo periodo del ciclo agrícola conocido como postrera ocurre a mediados de agosto, después de la canícula y luego, en los últimos 15 días de noviembre, se realiza la siembra de apante.

Julio Munguía, gerente técnico de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), compartió a LA PRENSA que actualmente los productores se encuentran en actividades de preparación de tierras, planificando las necesidades de insumos y su proceso de adquisición, “y sobre todo en la búsqueda de alternativas de producción que sean más favorables y también financiamiento con mejores condiciones”, sostuvo.

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“Sin embargo, los pequeños productores que sobreviven de la actividad agrícola están enfocados en seguir produciendo, pero existe la posibilidad que por los altos precios de los agroquímicos se prevé una menor utilización de los mismos lo cual pueda impactar en la productividad agrícola”, alertó.

Ante esa situación, Munguía explicó que los productores están en la búsqueda de alternativas que le permitan mantener la productividad, “algunos ven en los bioinsumos una alternativa viable”, agregó.

“Como Upanic tratamos de contribuir a que los productores mejoren sus rendimientos y para el caso de frijol estamos facilitando el acceso a nuevas tecnologías, promoviendo el uso de inoculante, el cual es un bioinsumo compuesto por bacterias del género Rhizobium, el cual estimula el crecimiento de nódulos en las raíces, las que se encargan de captar el nitrógeno del aire y fijarlo en las raíces que lo transforman en alimento para la planta. Puede proveer el equivalente de hasta 3 quintales de nitrógeno por manzana”, precisó.

El gerente técnico de Upanic aclaró que este producto no es tóxico, sino que es amigable con el medioambiente porque reduce la contaminación por deslaves de nitrógeno originados por los fertilizantes nitrogenados y no afecta la salud humana.

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“Es fácil y sencillo de aplicar, reduce el uso de fertilizantes nitrogenados, aumenta los rendimientos del frijol hasta en 2 quintales por manzana, reduce problemas de malezas y lo importante es que reduce considerablemente los costos de producción porque es de bajo costo, apenas de 7.8 dólares por bolsa de 500 gramos recomendado para una manzana, en comparación con el precio actual de la urea, la diferencia es alta”, indicó.

El representante gremial considera que si el invierno es favorable, como lo han expresado los especialistas en el clima, y los productores utilizan alternativas viables para hacerle frente al incremento de los insumos, “por lo menos se podrán mantener los niveles actuales de producción”.

¿Existen condiciones climáticas favorables para el ciclo agrícola?

Tanto Upanic, como el Observatorio de Fenómenos Naturales (Ofena) esperan que las condiciones climáticas serán favorables para el sector agrícola y ganadero del país.

“De acuerdo con información proporcionada por los especialistas en clima, se prevé un buen invierno, los pronósticos al día de hoy son buenos y recomiendan que para iniciar siembra, los productores dejen que las lluvias sean continuas y se estabilicen, se enfoquen en estos momentos en la preparación de los suelos de tal manera que haya una buena infiltración de las precipitaciones, lo cual permita generar la humedad necesaria y crear condiciones favorables para el proceso de germinación de las semillas y establecimiento del cultivo”, expresó Munguía.

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Por su parte, Agustín Moreira, agrometeorólogo y director de Ofena, explicó a este Diario que las lluvias que se han presentado en los últimos días en varias partes de Nicaragua son el preámbulo de la temporada de invierno que se prevé se establezca en el país a finales de la segunda semana de mayo.

Moreira detalló que actualmente altas presiones se están desplazando más hacia la zona noroeste de México y se están experimentando algunas influencias indirectas sobre el territorio de Centroamérica.

“Las incidencias que tenemos ahorita sobre Centroamérica son de la parte sur, donde tenemos sistemas de baja presión, que son las que están culminándose con estas altas presiones, es decir, estamos hablando de temperaturas calientes y temperaturas bajas y la combinación de estas dos temperaturas genera condiciones de condensación que son las nubes, que generan las condiciones de lluvias, entonces son las que están produciendo algunas lluvias anticipadas sobre el territorio nacional”, sostuvo.

El especialista añadió que las condiciones para el periodo lluvioso de 2022 son muy eficientes para la agricultura y la ganadería nacional. “Es una buena noticia para el sector productivo, y también tienen una oportunidad para poder hacer reservorios de agua”.

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También comentó que al final del periodo octubre-noviembre habrá una presencia ciclónica. “Hay que estar pendientes porque para ese periodo vamos a tener ese ciclo de intensidades de lluvias y de huracanes que se nos pueden estar presentando”, indicó.

Medidas sanitarias que implementarán los productores

El gerente técnico de Upanic también señaló que como sector han orientado a sus asociados que, con el inicio del ciclo agrícola, continúen aplicando las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Munguía mencionó algunas recomendaciones: el uso de mascarillas, la desinfección de las herramientas de trabajo, el distanciamiento social, la organización en las fincas al momento de la alimentación y asegurar la vacunación del personal de campo, “entre otros, a fin de reducir el contagio”. 

Comentó que Upanic participa en alianza con otras organizaciones del sector privado, como la plataforma Nicaragüense de Café Sostenible Nicafés, Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan), Asociación de Cafés Especiales de Nicaragua (ACEN) y la Asociación de Cafetaleros de Matagalpa (Asocafemat), impulsando una campaña para la cosecha segura del café.

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“En el marco de esa campaña divulgamos diversos materiales, entre ellos un Protocolo para la prevención del covid-19 en la cosecha cafetalera de Nicaragua, el cual tiene elementos aplicables para el resto de cultivos. Ese es un material importante que pueden tomar como referencia. Recordemos que los productores de café no son exclusivos solo de ese rubro, sino que también establecen áreas de granos básicos”, aseguró.

Por otro lado, el Gobierno compartió en febrero los avances en la producción nacional de frijoles rojos y maíz del ciclo agrícola 2021-2022, es decir, de la cosecha que está por terminar. En detalle, indicaron que la producción nacional de frijol rojo muestra un crecimiento equivalente al 2.8 por ciento, en relación con el ciclo anterior, con una producción de 4.7 millones de quintales.

“Estos resultados corresponden a la cosecha de primera, postrera y producción de la época de apante. Esta producción acumulada del ciclo representa el 99 por ciento de cumplimiento de la meta del Plan de Producción, Consumo y Comercio”, precisaron.

Por su parte, el cultivo de maíz también registra un buen avance en el ciclo, con una producción acumulada de 8.2 millones de quintales, mostrando un crecimiento del 1 por ciento en relación con el ciclo pasado, “y representa el 97 por ciento de cumplimiento de la meta del Plan de Producción”.

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