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CONTENIDO EXCLUSIVO.Poner un trozo de carne, de pollo o pescado en el plato se ha vuelto un lujo en Nicaragua. Especialmente en los últimos meses. En los mercados de Managua una libra de carne de res se compra a más de 120 córdobas, un nivel no observado en el país, el mayor productor cárnico bovino de Centroamérica.
Tal es el incremento, que ni las propias cifras del Gobierno, que suelen ser bastante opacas e intentan siempre ocultar estos golpes al bolsillo de los hogares, pueden ocultar lo caro que está comer carne en el país.
En detalle, datos del Instituto Nicaragüense de Desarrollo (Inide) revelan que en el último año algunos de estos alimentos —indispensables en la dieta de las familias debido a sus altos porcentajes de proteínas— han aumentado hasta 20 córdobas la libra en los mercados de Managua.
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Las cifras del Inide, incluidas en el segmento de “carnes” de la canasta básica, indican que el precio de la libra de posta de res —el corte más popular en Nicaragua— pasó de costar 99.15 córdobas en marzo de 2021, a comercializarse en 121.61 córdobas en el mismo lapso de 2022, es decir que este producto subió 22.46 córdobas en el último año (23 por ciento en un año).
Las cifras oficiales también detallan que en lo que va del año la libra de posta de res ha incrementado 8.26 córdobas, pues hasta diciembre del año pasado este alimento rondaba los 113.35 córdobas.
El Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2021-2022, indica que el año pasado se iban a consumir 41.4 millones de libras de carne de res en Nicaragua, de un total de 350 millones de libras que se iban a producir y cuya mayoría sale hacia los mercados internacionales.
Cabe mencionar que las expectativas de consumo de carne de res a nivel nacional el año pasado eran menores respecto al 2020, cuando se esperaba la demanda de 45 millones de libras.
El problema es que los nicaragüenses no pueden sustituir la carne de res por la de cerdo. Hasta marzo, la libra de carne porcina se cotizaba en 85.92 córdobas, siendo superior en un 22 por ciento a lo contabilizado en el mismo mes de 2021 (70.37 córdobas). La diferencia monetaria es de 15.55 córdobas.
El año pasado el Gobierno estimaba que el consumo nacional de carne de cerdo iba a ser de 48.32 millones de libras, el que se cubre con la producción nacional de 28.5 millones de libras más el producto que se trae del exterior.
Además, si se compara con lo que pagaban los nicaragüenses en diciembre pasado por la libra de posta de cerdo (82.86 córdobas) hasta marzo se registra un aumento de 3.06 córdobas.
La alternativa más accesible por ahora es el pollo, que tampoco no ha escapado de la espiral alcista. Por ejemplo, en marzo de 2021 usted podía adquirir una libra de pollo en 44.83 córdobas, pero, en marzo del corriente este monto rondaba los 50.87 córdobas. En diciembre este producto se encontraba en 47.55 córdobas.
El Plan Nacional de Producción, Consumo y Comercio 2021-2022 estimó que el año pasado a nivel nacional se consumieron 333.6 millones de libras, de las cuales 315.0 millones de libras se iban a producir en Nicaragua.
LA PRENSA intentó comunicarse con la Comisión Nacional Ganadera de Nicaragua (Conagan) y la Federación de Asociaciones Ganaderas de Nicaragua (Faganic), pero nuestras llamadas no fueron atendidas para conocer por qué el precio de la carne de res está por las nubes.
Pescado más costoso
También el pescado, muy cotizado en estas fechas, ha subido de precio. Específicamente, el precio de la libra de chuleta de pescado incrementó 7.37 córdobas, al pasar de 86.57 córdobas en marzo de 2021 a 93.94 córdobas este año.
Asimismo, si se coteja con el precio que este producto tenía en diciembre, hasta marzo se refleja un aumento de 3.3 córdobas. El incremento en el costo del pescado podría obedecer, principalmente, a las constantes alzas en el precio de los combustibles, según Armando Segura, presidente de la Cámara de la Pesca Nicaragüense (Capenic).
“El Gobierno está asumiendo el incremento, pero siempre el combustible está alto y eso sube los precios de los pescados, de los productos de pesca. Esa es la principal causa, pero también la demanda aumenta en estos días, hay más gente comprando pescado, y a mayor demanda, se suben los precios”, sostuvo.
Segura hace alusión a la reciente decisión del régimen de Daniel Ortega de asumir el ciento por ciento del incremento en los precios de los combustibles y del gas licuado que se registraría a partir del 17 de abril, aunque sigue sin explicar cómo lo va a financiar.
El incremento previsto del diésel era de 4.31 córdobas por litro. No se mencionó cuánto iban a ser los incrementos de la gasolina súper y la regular. Para el gas butano la tendencia era un incremento por el orden de los 30 córdobas para el cilindro de 25 libras, que es el más utilizado entre las familias nicaragüenses.
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Esta es la segunda semana consecutiva en que el régimen de Daniel Ortega anuncia que asumirá el ciento por ciento de los incrementos, sin embargo, esta acción y la aplicada en octubre pasado, que consistía en congelar los precios de los combustibles, no ha provocado un efecto significativo. Los precios de estos productos en Nicaragua siguen dentro de los más altos de Centroamérica, además, son los séptimos más costosos de América Latina.
¿Por qué ha incrementado el costo de las carnes en Nicaragua?
Como se mencionó anteriormente, pese a las acciones del Gobierno, los nicaragüenses están pagando hasta 22 córdobas más por el precio de la carne de res. Un sociólogo, quien prefirió el anonimato por temor a represalias, explicó los elementos que podrían estar influyendo en esta escalada de precios.
“Creo que hay una tendencia mundial a subirle los precios a los bienes alimentarios, principalmente por tres razones: una es porque hay un proceso inflacionario en todo el mundo. La segunda razón es la guerra entre Ucrania y Rusia, porque ellos son grandes productores de trigo, de maíz, de garbanzos y de productos que sirven como insumos para producir otros alimentos”, detalló.
Asimismo, compartió que la tercera razón “es que hay una caída en el comercio internacional por falta de transporte marítimo, todo eso está agravando los precios de las comidas”.
“Pero una de las cosas que más agrava la situación alimentaria en Nicaragua es que nosotros no hemos mejorado la oferta de bienes alimentarios, y entonces estamos consumiendo productos muy limitados, no tenemos la capacidad de aumentar la producción y la economía se maneja en la ley de la oferta y la demanda”, agregó.
El sociólogo también opina que el aumento se debe a que los proveedores y comerciantes de carne están especulando con el precio, lo que está afectando a la mayoría de los hogares nicaragüenses.
“La economía nicaragüense es monopólica, y eso significa que no hay competencia. Pero además de que no hay competencia, también hay un desorden en la distribución de los precios. Por ejemplo, si a alguien en el mercado le dicen ´mirá, todo está caro, hasta la gasolina está cara´, entonces la gente le sube el precio al bolsazo, no responde a un control de producción o de oferta”, señaló.
Para un economista y exfuncionario del Ministerio de Industria, Fomento y Comercio (Mific), quien también declaró bajo anonimato, los precios elevados en Nicaragua no solo obedecen a la especulación sino también a problemas de mercado internacional.
“Los precios internacionales están altos y eso tiene un impacto en el precio doméstico. El precio de la carne internacional ha subido y tiende a mantenerse alto, eso mismo está pasando con una serie de commodities. También están caros los insumos y hay un deterioro en los términos de intercambio. Se habla de los buenos precios de las exportaciones, pero no se habla tanto de lo que nos está costando las importaciones, están caras”, enfatizó.
Siguiendo esta línea, añadió que “en general hay una inflación internacional que está presionando los precios, inclusive también acá”. Sobre las causas de ese comportamiento coincidió con el sociólogo al mencionar que la inflación internacional obedece a la pandemia de la covid-19, que dejó una serie de disrupciones en las logísticas de las cadenas de valor “y por otro lado, está el costo del transporte, de los combustibles”.
“El costo del transporte es asociado a la pandemia, pero también es asociado a un fenómeno más reciente que es la guerra en Ucrania, eso ha hecho que el precio del petróleo también se dispare”, recalcó.
¿El Gobierno puede regular la escalada de precios de las carnes?
Ante el panorama que se vislumbra en Nicaragua, ¿qué puede hacer el Gobierno o el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific), encargado de inspeccionar los precios de mercado, para regular esa situación?
El economista y exfuncionario del Mific considera como adecuada la acción del Gobierno de mantener sin variación el precio de los combustibles y del gas butano. “Son precios de referencia y eso por supuesto sirve para contener en parte esta presión inflacionaria que existe”, indicó.
“Más allá de eso, no estoy seguro que haya algo más que pudiese hacer, es decir, debe buscar eficiencia a nivel de los costos de los precios claves, como son los precios de energía y transporte, es una medida en la dirección correcta ante esta situación”, expresó.
A su criterio, no aconseja que el Gobierno intervenga en la formación de precios, “sino que más bien el consumidor tiene que ver cómo sustituye lo que está caro, por algo que pueda ser más económico, porque de otra manera estarían distorsionando los mercados y eso siempre trae consecuencias negativas, peores de lo que quieren resolver”.
Pero, ¿cómo podría impactar a los nicaragüenses el sustituir estos alimentos?
El sociólogo manifestó que la escalada de precios de las carnes provoca que los daños al bolsillo y a la salud de los consumidores sean altos. “Si no consumen proteínas, está mal el balance alimentario diario. Ese es un daño irreversible, que cada día se va haciendo más profundo”, precisó.
“¿Qué es lo que podemos hacer? La tendencia es que siga subiendo, en la medida en que la gente no tenga para pagar, los precios van a tener que bajar porque los vendedores de los bienes alimentarios van a necesitar venderlos, pero esto toma tiempo. En relación a la seguridad alimentaria, estamos en una situación muy grave en este momento, principalmente países pobres como Nicaragua”, lamentó.
Asimismo, considera que el principal problema de Nicaragua es que necesita producir más y mejor. “Por ejemplo, hay que aumentar la producción de carne, de granos básicos, hortalizas, legumbres, verduras, y en la medida en que haya oferta en el mercado, los precios van a ir bajando, pero para eso se necesitan políticas públicas, productores, financiamiento, acceso a la tierra, etcétera”, concluyó.
Cabe mencionar que además del impacto de los precios a nivel internacional, especialmente de los insumos que se usan en la producción ganadera, los sectores productivos arrastraban ya desde el 2019 el impacto de la reforma tributaria, que encareció aún más la producción en el campo y las fincas.