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Rodrigo Chaves. presidente de Costa Rica. LA PRENSA/AFP

Qué esperar del gobierno del presidente electo de Costa Rica, Rodrigo Chaves, respecto a Nicaragua

Este lunes Chaves aseguró el envío de un embajador a Nicaragua y dejó entrever que en un eventual momento incluso podría conversar con Daniel Ortega, el dictador nicaragüense que ha obligado a exiliarse a miles de ciudadanos la mayoría refugiados en Costa Rica. Este es el análisis de expertos en derecho y relaciones internacionales

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Una de las grandes interrogantes tras el triunfo de Rodrigo Chaves, presidente electo de Costa Rica, tiene que ver con la postura del nuevo gobierno frente a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde abril 2018, y las relaciones diplomáticas entre ambos países centroamericanos, partiendo de que la administración saliente de Carlos Alvarado, ha cuestionado el actuar del régimen, ha hecho llamados a la comunidad internacional e incluso pausó el envío de su embajadora en Nicaragua.

Este lunes durante su primera conferencia como presidente electo del país del sur, aseguró que su intención es nombrar a un embajador ante el gobierno de Ortega. “Mi inclinación es nombrar un embajador en Nicaragua, si tenemos relaciones diplomáticas, no estamos en guerra, qué es eso que estamos en relaciones diplomáticas pero no hay embajador, no”, dijo Chaves.

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“No tiene ni amigos, ni enemigos”

Chaves, horas antes de que se conociera su triunfo el domingo 3 de abril, fue consultado por reporteros durante una visita que realizó al Colegio de Periodistas en horas de la tarde, ahí indicó que las relaciones con Managua serían “pacíficas” y agregó que a esa estrategia él la llamaría “diplomacia y relaciones exteriores”, porque está por encima de sus opiniones personales.

“Uno cuando es presidente tiene una responsabilidad más allá de sus opiniones personales, ello se llama diplomacia y estrategias de relaciones exteriores, yo tengo opiniones personales; dicho esto, la política exterior de Rodrigo Chaves si Dios lo permite va a ser una política exterior que lleva a que Costa Rica como nación que no tiene ni amigos, ni enemigos, queremos tener cero enemigos, pero nuestro objetivo principal va ser el bienestar de los costarricenses”, aseveró Chaves.

Rodrigo Chaves, presidente electo de Costa Rica. REUTERS / LA PRENSA

Chaves, de 60 años, ganó la Presidencia como candidato del Partido Progreso Social Democrático, de tendencia socialdemócrata. Es doctor en Economía de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos. El presidente electo carga con una sanción por acoso sexual.

Como economista laboró más de 30 en el Banco Mundial. También fue ministro de Hacienda del actual gobierno de Carlos Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020. Recibió una sanción por acoso sexual a dos subalternas del Banco Mundial. Asegura que los señalamientos en su contra, por hechos ocurridos entre 2008 y 2013, fueron “bromas” que se “malinterpretaron por diferencias culturales”.

¿Qué esperar en cuanto a las relaciones diplomáticas?

La opinión de los expertos en derecho y relaciones internacionales consultados por LA PRENSA es variada en cuanto a la postura y el nivel de las relaciones diplomáticas que se podría esperar por parte de la Administración de Chaves sobre Nicaragua. No obstante, coinciden en señalar que es temprano para ver sólida la política exterior de Chaves debido a que hay varios elementos que parecen no estar completamente definido.

A criterio del politólogo y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), Alberto Cortés Ramos, es “temprano” para saber a “ciencia cierta” qué va a pasar con las relaciones bilaterales de los países, pero señala que ” yo creo, que, dado a lo que él (Chaves) señaló que las relaciones internacionales y la diplomacia son políticas de Estado posiblemente no hayan grandes cambios en el sentido de que en la parte comercial y económica se mantiene intercambio entre ambos países”.

El politólogo costarricense, Alberto Cortes Ramos. LA PRENSA / CORTESÍA

Cortes Ramos añade que sin duda “está por verse el envío del embajador, y también en relación a la política interna relacionada con el tema migratorio y de refugio”.

Un nicaraguense experto en derecho internacional, quien demandó anonimato por temor a represalias, resalta que a pesar de que Nicaragua no fue eje temático relevante durante la campaña electoral en el vecino país, “como es normal, probablemente sí ocupará un lugar prioritario en la estrategia de política exterior del nuevo gobierno”.

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A la vez, agrega que “es probable que veamos ciertos cambios, como una comunicación más fluida entre los dos gobiernos, principalmente en el área comercial, así como el nombramiento de embajador o embajadora a Managua. No obstante se espera que los votos firmes de Costa Rica en foros internacionales y organismos multilaterales con relación a Nicaragua, mantengan la trayectoria que hemos visto desde 2018”.

Carlos Cascante Segura, experto costarricense. LA PRENSA / TOMADA DE INTERNET

Por su parte, Carlos Cascante Segura, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), refiere que existen varios elementos que aún no ha definido Chaves, pero señala que “el actual presidente electo (dijo) es que manejaría una relación pragmática con Nicaragua”.

La valoración del experto en derecho internacional, temas de integración y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Murillo Zamora dista de las anteriores al asegurar que “yo siento que no va haber cambio por lo menos en este año, hay una dificultad que es que, durante la campaña Chaves no hizo ninguna alusión a temas de política exterior y en el plan de gobierno tampoco se habla de política exterior, y menos de Centroamérica y Nicaragua, creo que va a mantenerse en este 2022 en los mismos términos no va haber ningún acercamiento o fortalecimiento de relaciones con Ortega y en general yo diría con ninguno de los mandatarios centroamericanos”.

Analista internacional Carlos Murillo Zamora. LA PRENSA / CORTESÍA
Analista internacional Carlos Murillo Zamora. LA PRENSA / CORTESÍA

Además indica qué “los temas de democracia y tratar de revertir algunas cosas o presionar para la democratización de Nicaragua no está en la agenda del presidente electo”.

Mientras que, un experto nicaragüense en derecho internacional, que pidió no revelar su identidad, augura que según lo que dijo este lunes el presidente electo que enviaría un nuevo embajador al país, luego de que el gobierno actual (de Alvarado) no tiene esa figura en el país y mantiene una baja representación diplomática. “Eso a la luz de lo que ha pasado en el país, podría ser considerado una victoria de Ortega en el exterior, al recuperar una relación bilateral con nuestro país vecino al máximo nivel”, refiere.

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También asegura que de una u otra manera, sería “reconocer las polémicas votaciones de noviembre del año pasado, que no fueron reconocidas por el actual gobierno”, sin embargo, comparte que “podríamos esperar algún cambio antes que tome posesión, al conocer de primera mano en qué estado están las relaciones entre ambos países. Recordemos que Nicaragua también retiró a su embajador en Costa Rica, Duilio Hernández hace ya varios meses”.

Frente a la situación de Nicaragua

Nicaragua cumple el próximo 18 de abril cuatro años de crisis sociopolítica, que comenzó con la represión desatada por el régimen orteguista en contra de los opositores, que dejó 355 nicaragüenses asesinados, según un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), decenas de presos políticos, miles de desplazados y exiliados principalmente en el país del sur. 

Sobre esto, Cascante Segura, a su criterio comparte que cree que si efectivamente “nos vamos a enfrentar a un cambio de la política exterior” de la Administración de Luis Guillermo Solís Rivera y Carlos Alvarado Quesada respecto de Nicaragua, y dice que, “me parece que la actual Administración al menos, de principio, e iniciando su gestión va a reducir las aseveraciones y los llamados a la comunidad internacional respecto de la situación de Nicaragua”.

Daniel Ortega con la banda presidencial en mano tras su cuarta investidura consecutiva el 10 de enero reciente. TOMADA DE EL 19 DIGITAL

Del mismo modo sostiene que “me parece que van a enfocarse más en aspectos vinculados con el comercio, con la libertad de traslados en fronteras y menos en los aspectos políticos. Creo que siempre es importante plantear que esas visiones iniciales pueden cambiar en el momento en el que se asuma el gobierno”.

Por su parte, Cortes Ramos reconoce que en Costa Rica hay una amplía mayoría de la población que tiene “una posición muy crítica y negativa del régimen de Ortega-Murillo”, por lo que considera que “es difícil imaginar que un gobierno nuevo vaya a echarse encima a la opinión pública para salvar o mejor una relación con un gobierno claramente dictatorial o autoritario”.

Por otro lado, el experto nicaragüense en derecho internacional, remarcó que Costa Rica tiene larga trayectoria de compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos, y por ello a su lectura “es de esperar que eso continuará tras la llegada del gobierno que resultó electo, Chaves”.

A su vez, añade que “la proximidad geográfica, el liderazgo regional de Costa Rica, la presencia de una diáspora nicaragüense ya bien arraigada e integrada, país con más de 100,000 refugiados o solicitantes de refugio nicaragüenses en su territorio, abocan a continuar el apoyo costarricense en la búsqueda de solución a la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua”.

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La cantidad de nicaragüenses que han solicitado refugio y asilo político en Costa Rica en los últimos ocho meses ya suman más de 150 mil, revelan datos de la Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), entidad que le preocupa que esta tendencia de aumento pueda llegar a “socavar” el sistema de asilo y redes de apoyo en ese país centroamericano.

Estas cifras confirman que, a febrero de 2022, el número de personas de Nicaragua que buscan protección en Costa Rica supera el total de refugiados y solicitantes de asilo que hubo en la década de 1980 con las guerras civiles centroamericanas, momento en que Costa Rica se convirtió en un santuario para quienes huían de la violencia”, comparó Acnur a través de un comunicado a finales de marzo reciente.

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