Costa Rica tendrá nuevo presidente a partir del 8 de mayo de 2022 y hasta 2026. Se trata de Rodrigo Chaves, de 60 años, quien venció a su rival José María Figueres en una segunda vuelta realizada este domingo 3 de abril en el país del sur, que acoge a miles de nicaragüenses que han huido de la represión en Nicaragua. Chaves compitió contra Figueres en segunda vuelta porque ninguno alcanzó el 40 por ciento requerido en la primera.
Ambos candidatos cargaban con antecedentes que empañaron la campaña electoral. Chaves es un exministro sancionado por acoso sexual y Figueres un exmandatario con acusaciones de corrupción.
Como nuevo gobernante, Chaves enfrentará problemas internos como la severa crisis económica que golpea a una de las democracias más estables y “felices” de América Latina. Pero también deberá lidiar con conflictos externos, como su vecina Nicaragua, de donde han salido más de 120 mil personas para exiliarse —en su mayoría en Costa Rica— tras el estallido de la crisis sociopolítica que en abril de este 2022 cumple cuatro años.
Chaves carga con una sanción por acoso sexual. De 60 años, es un economista que laboró más de 30 en el Banco Mundial. También fue ministro de Hacienda del actual gobierno de Carlos Alvarado, por 180 días, entre 2019 y 2020. Recibió una sanción por acoso sexual a dos subalternas del Banco Mundial. Asegura que los señalamientos en su contra, por hechos ocurridos entre 2008 y 2013, fueron “bromas” que se “malinterpretaron por diferencias culturales”.
Sobre la crisis sociopolítica, el dictador Daniel Ortega y los refugiados, tanto Chaves como Figueres hablaron poco durante la campaña. Esto es lo que ha dicho el nuevo presidente electo de Costa Rica sobre el tema.
Rodrigo Chaves: “No vamos a interferir”
Ganó la Presidencia como candidato del Partido Progreso Social Democrático, de tendencia socialdemócrata. Es doctor en Economía de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos. Fue director país de la oficina del Banco Mundial en Indonesia, y también ministro de Hacienda entre diciembre del 2019 y mayo de 2020, durante la Administración del presidente saliente, Carlos Alvarado.
Su candidatura fue tan polémica debido a señalamientos de acoso sexual en el Banco Mundial, razón por la cual le degradaron de un alto cargo, y fue sancionado por esa entidad por un “patrón de comportamiento inapropiado no deseado” y “de carácter sexual”.
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Su más reciente declaración sobre Nicaragua fue este domingo 3 de abril, al ser consultado por medios de comunicación nicaragüenses sobre si resultase ganador cuál sería su postura frente al régimen de Ortega. Guardó silencio y en su lugar envió un mensaje a los ciudadanos: “Un abrazo al pueblo hermano de Nicaragua, queremos comerciar y vivir en paz”, dijo.
El 11 de marzo, durante un conversatorio organizado por la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), aseguró que en un posible gobierno suyo, intentaría mantener una relación cordial con Ortega.
“Nuestro interés va a ser defender nuestra democracia, defender nuestras libertades. Entonces, yo espero tener una relación muy cordial con don Daniel Ortega”, dijo.
El 19 de enero de 2022, en una entrevista al medio La Voz de Guanacaste, al ser consultado de qué forma pretende su gobierno posicionarse ante la situación sociopolítica de Nicaragua, tildó al régimen de Ortega de ser “una dictadura que se disfraza de marxista y que les entregó el país a grupos económicos privados muy grandes”.
Sin embargo, dijo que su filosofía sobre política exterior es muy sencilla: “Costa Rica no tiene ni enemigos ni amigos. Nosotros no vamos a interferir. El tema que nos afecta a nosotros es el tema de inmigración económica. Tenemos necesidad de cierto tipo de mano de obra, entonces que quienes vengan a este país lo hagan de manera regular, sin preferencias sobre los costarricenses y que paguen los servicios y los impuestos que pagan todos los residentes de este país”.