El cese de operaciones de los consulados de Nicaragua en el extranjero —específicamente dos en Estados Unidos y uno en México— además de constituir una grave violación a las responsabilidades de Nicaragua en cuanto al Derecho Internacional, causa una serie de inconvenientes a la vida de los nicaragüenses que buscan cómo legalizarse en dichos países, apuntan activistas que trabajan con migrantes.
La Convención de Viena Sobre las Relaciones Consulares en el Capítulo I “De las relaciones consulares en general” en su artículo 5 establece que entre las “funciones consulares” está “extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y visados o documentos adecuados a las personas que deseen viajar a dicho Estado; prestar ayuda y asistencia a los nacionales del Estado que envía, sean personas naturales o jurídicas”.
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En dos días, la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenó el cierre de los consulados de Nicaragua en Los Ángeles, California; y Houston, Texas, el 19 de enero; y un día después, el de Tapachula, Chiapas, en México. También se conoció que el que estaba en Nueva Orleans hace meses había dejado de funcionar.
Damaris Rostrán, de la organización Mesa de Trabajo de Nueva York y Nueva Jersey, que trabaja con migrantes nicaragüenses, afirmó que estos cierres constituyen “una violación a los acuerdos internacionales, a la Convención de Viena sobre las Relaciones Consulares, (que) es clara cuando dice que el papel del Consulado es la protección y la defensa del ciudadano en el exterior, o sea es un pedacito de tierra tuya, de Nicaragua, en el lugar donde estés”.
“El (Consulado) de Nueva Orleans ni siquiera estaba activo. La dictadura usa los consulados como premio para la gente de ellos, los consulados los han usado como una madriguera de sus ratas”, opinó Rostrán.
Principales afectados
Rostrán mencionó que sin duda quienes se ven más afectados son los nicaragüenses que recién llegaron a Estados Unidos que de cierta manera buscan cómo legalizarse en el país; y a los residentes que en un futuro no muy lejano deseen regresar a Nicaragua.
“Al no tener consulado, el impacto es que no hay protección de gobierno —aunque no tenemos porque es una dictadura— es una ingratitud enorme. Tiene impacto en el día a día del nicaragüense porque si necesita un acta de nacimiento, renovar su pasaporte”, dijo. También dificulta poder hacer transacciones en el país por medio de cartas poder.
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El activista y experto en leyes migratorias, Ronmell López, señaló que aunque el Consulado de Nicaragua en Los Ángeles “ha sido uno de los consulados más criticados por las denuncias de abuso de poder” debido a que “siempre daban mal servicio al cliente, abrían tarde y cerraban a la 1:00 p.m.” los nicaragüenses ahora se enfrentan a la incertidumbre.
“Nosotros los nicaragüenses desde hace mucho tiempo tendríamos que estar preparados por cualquier cosa, sé que mucha gente pagó para solicitar su pasaporte y ahora no saben qué pasará”, mencionó López, activista cercano a la diáspora nicaragüense en Los Ángeles.
La nicaragüense Rostrán mencionó por su parte que “cualquier nica va a necesitar documentación del país de origen para hacer su regulación migratoria en este país. En EE. UU. está la Ley Real ID que ya va a entrar en vigencia, y establece que la persona, para ir de un estado a otro, necesita viajar con un documento que el gobierno federal acepte. ¿Qué pasa con los nicaragüenses que en los últimos años han venido y no tienen documentos?”, se cuestionó.
Repatriación de cuerpos
Otro de los trámites que se hacen en los consulados es el de la repatriación de cuerpos de migrantes nicaragüenses que perdieron la vida en suelo norteamericano o camino a él. Esto significa que con el cierre de los consulados se agravaría el drama de las familias que pierden a un ser querido en uno de estos países.
“En el Consulado de Houston se hacían los trámites para la repatriación de los cuerpos, que lo dejaron de hacer. Las organizaciones tenían que usar otras embajadas o consulados para poder repatriar el cuerpo, imaginate que no podás repatriar el cuerpo de un ser querido. Debería de haber solidaridad humana, es lo mínimo que puede hacer un gobierno, prestar las condiciones para que un familiar pueda ser despedido por sus seres queridos”, aseveró Rostrán.
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El 2023 cerró dejando luto y dolor en 148 familias de migrantes nicaragüenses que en busca de una mejor vida y oportunidad laboral salieron hacia Estados Unidos con el fin de alcanzar el “sueño americano”, como consecuencia de la crisis sociopolítica y económica que atraviesa Nicaragua, bajo el régimen orteguista.
Los migrantes nicaragüenses perdieron la vida durante la travesía o una vez en suelo norteamericano, muchos tenían meses de haber alcanzado ese “sueño” que muy temprano se convirtió en una pesadilla para sus familias, pues vivieron momentos de incertidumbre, dolor y la burocracia para poder repatriar los cuerpos de sus parientes a su país natal.
Nicaragüenses en estas ciudades
De acuerdo con la Oficina del Censo de los Estados Unidos, hasta 2020 habían 62,080,044 hispanos o latinos en EE. UU. para ese año, vivían 406,613 nicaragüenses. Según los datos del último censo, de 2010 a 2020, la comunidad nicaragüense creció en Estados Unidos aproximadamente un 16 por ciento.
El censo, sin embargo, no incluye la masiva ola migratoria que inició en 2021 hacia Estados Unidos de forma irregular, ni quienes se fueron a partir de 2023 con la aprobación del parole humanitario; así que el número de nicas viviendo en ese país es mucho más superior.
El Censó de 2020 reveló que la mayoría de los nicaragüenses vivían en los estados de Florida, California y Texas. En Florida se contabilizan 145,315 nicaragüenses, en California 108,891 y en Texas, 27,582. Le sigue Nueva York (14,597) y Maryland (9,638). Los condados en los que había más nicaragüenses residiendo eran Miami Dade (103,420), Los Ángeles (37,209), Broward (13,230), Harris (9,927) y Contra Costa (9,095).
López, radicado en Los Ángeles, mencionó que es “muy grande el número de nicaragüenses que vienen de diferentes ciudades a tramitar documentos” a ese Consulado. “Aunque hay varias maneras de buscar soluciones para tramitar documentos, sí será difícil”.
Ahora los nicaragüenses tendrán que viajar a otra ciudad para sus trámites. La más cercana es San Francisco, que está a siete horas aproximadamente de Los Ángeles, por carretera.
Por su parte, Rostrán aseveró que en California, principalmente en Los Ángeles, “los nicaragüenses son un montón, es el único estado donde tenemos una pequeña cámara de comercio nicaragüense, ¿cómo se va a ver afectado? El impacto que tiene es grande, es como quedarte huérfano. Los nicaragüenses no tenemos ningún nivel de protección porque la dictadura sigue apretando tuercas para afectar a los nicas”.
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Igual pasa en Houston, donde la cantidad de nicaragüenses ha aumentado considerablemente en los últimos años.
Ahora, indicó, puede propiciarse el tráfico de personas. “Hay gente inescrupulosa que llenan camionetas donde llevan a ocho personas y les cobran 4 mil o 6 mil dólares por llevarlos a otros estados a conseguir la licencia de conducir, compran la dirección. Ese tráfico de influencia y humano se va a incrementar, porque qué va hacer la gente de Los Ángeles que no pueda montarse en un avión. Estoy segura que van a haber personas vivas que van a cobrar exageradamente por llevarte a otro Consulado para sacar un acta de nacimiento”.
Baja el perfil de Nicaragua
A lectura de Harold Rocha, abogado, académico y presidente del Fondo Nicaragüense Americano de Defensa Legal y Educación (Naldef, por sus siglas en inglés), dejar de contar con representación consular en esas ciudades “baja el perfil de Nicaragua”.
Rostrán es enfática y reitera que “en términos de Derecho Internacional la dictadura sigue violando los derechos humanos de los nicaragüenses a su antojo, con las puertas abiertas. Es un llamado a la comunidad internacional que desde hace cinco años que le estamos diciendo que necesitamos ayuda para salir de esta dictadura, es un llamado para nosotros mismos los nicaragüenses que algunos estamos pasivos, que salgamos y protestemos”.
Es preocupante, dijo, “que la medida se extienda”.