Judy Butler, traductora estadounidense de los escritos de Humberto Ortega Saavedra, fue expulsada del país la noche del martes 21 de mayo en el contexto de la embestida del dictador Daniel Ortega contra su propio hermano, confirmaron fuentes cercanas a ella.
Butler, de 84 años, es “técnicamente ciega”, dijo una de las fuentes a LA PRENSA. Se auxiliaba de tecnología para seguir haciendo su trabajo de traducción, que no se limitaba para el hermano del dictador.
Fue enviada a Estados Unidos, donde llegó este miércoles en la mañana, totalmente incomunicada. “Ella estuvo viajando toda la noche y llegó hasta hoy en la mañana, no me he comunicado directamente con ella. No sabemos cómo la trataron”, agregó la fuente.
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Butler vivía en Nicaragua desde los años ochenta, es conocida por sus posiciones “antimperialistas” y fue la responsable de las traducciones al inglés de la revista Envío de la confiscada Universidad Centroamericana (UCA).
En los años ochenta trabajó en el Centro de Información de Documentación de la Costa Caribe. Butler es miembro del Congreso Norteamericano sobre América Latina (Nacla), una organización de académicos sociales.
“Es una persona que siempre ha hecho un trabajo muy profesional y muy serio, es muy crítica del imperialismo gringo y de la intervención de Estados Unidos”, dijo la fuente.
Policía allanó su casa
Su casa está ubicada en las afueras de Managua y se supo que fue ocupada por la Policía desde horas de la mañana del martes.
Humberto Ortega permanece bajo casa por cárcel impuesta de facto por la dictadura, con la excusa de la instalación de “una Unidad de Atención Médica Especializada para cuidar las dolencias que han aquejado y aquejan al general” en retiro.
La Policía informó que lo mantiene en “permanente comunicación, coordinación y visitas”.
Ortega Saavedra brindó el domingo una entrevista para el medio Infobae en la que revela que se ha enterado de que seguidores de su hermano han pensado asesinarlo por su posición crítica, su casa fue puesta bajo resguardo policial, según fue confirmado oficialmente mediante un comunicado conjunto del Ministerio de Salud y la Policía orteguista.
Esa misma noche, Humberto Ortega comunicó a LA PRENSA, por medio de terceros cercanos, que la Policía llegó a rodear su casa, le quitaron teléfonos y computadoras y lo citaron a una “entrevista” para el lunes. Desde entonces no ha habido comunicación directa con él, es decir, el exjefe del Ejército y hermano del dictador permanece incomunicado.