La última conversación que sostuvo el venezolano Wilson Gómez con su pareja Dilimar Guevara, de 32 años, fue el pasado sábado 21 de octubre a las 6:00 de la tarde, cuando le informó que tomaría la embarcación que la llevaría a ella y a los hijos de ambos, Endry y Edwin, de 13 años y 3 meses de edad, respectivamente, desde la isla de San Andrés, en Colombia, hasta Nicaragua.
La familia, todos de origen venezolano, había programado el viaje para que Guevara y los menores llegaran hasta Estados Unidos y se reunieran con Gómez, quien ya está en ese país. Según Gómez, su esposa pagó 2,700 dólares por ella y por el adolescente de 13 años; ya que por el recién nacido no les cobraron.
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Los tres venezolanos, que residían en Colombia desde hacía tres años, forman parte de un grupo de más de 30 personas que se encuentran desaparecidas desde el pasado sábado cuando zarparon con destino a Nicaragua, de forma irregular.
Reprogramaron el viaje
Según cuenta Gómez al Diario LA PRENSA, su esposa le dijo en esa misma conversación que habían intentando abordar la lancha el día anterior, pero no pudieron porque había bastante presencia de la guardia costera. Desde entonces “no supe más nada de ella”, asegura vía telefónica.
“Yo fui uno de los primeros que alertó a las autoridades a la desaparición”, señala Gómez, quien dijo que no logró dormir a la espera de poder comunicarse con su pareja el domingo por la mañana y al no recibir noticias de ella se preocupó.
El hombre dice que su esposa le compartió los números telefónicos de los encargados del viaje, los cuales utilizó para consultar sobre la situación de sus familiares. En un primer momento le indicaron que la lancha que los transportaba se había dañado y que otra llegaría al rescate, pero también se averió.
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“Nunca llegó nadie. El siguiente día pues ninguna de las lanchas aparecieron, ni la que venía de Nicaragua, ni llegó la de nosotros; nunca llegó a Nicaragua”, refiere. Hasta este jueves, según Gómez, los responsables del viaje de los migrantes ya no respondían a sus consultas.
Gómez reclama que las autoridades no actuaron de inmediato en la búsqueda de sus familiares, cuando les informaron que podían estar desaparecidos, y que el escenario pudo haber sido diferente. “Ellos esperaron hasta el día martes, porque ni siquiera el lunes, hasta el día martes salieron en búsqueda”, dice.
Intentó contactarla por Facebook
Gómez asegura que la cuenta de Facebook de su esposa estuvo conectada la mañana de este jueves y que intentó comunicarse con ella. “Volvieron a conectarse del Facebook, le escribí que qué pasó, por qué no me contesta, que dónde está, y entonces no me contestaron, de una vez cerraron el Facebook”, relata.
Esta es la segunda ocasión que Gómez registra la conexión en la cuenta de su esposa, pues el domingo por la noche también aparecía conectada. “No sé si es ella que se conectó dando señales para que la rastreen”, dice Gómez.
El hombre es parte de un grupo en Telegram que habilitaron las autoridades y familiares de los desaparecidos donde comparten información sobre los nombres o actualización del caso. En esa conversación, asegura, manejan varias hipótesis de lo que les pudo haber pasado: que la lancha zarpó con fallas en uno de los motores y se perdió; o que tomaron una ruta en aguas más profundas para despistar a las autoridades y debido al mal tiempo, la lancha se pudo volcar.
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“Si ellos se hubiesen volteado, pues algunos, no todos cargaban salvavidas, pero sí muchos cargaban salvavidas. Si esa lancha se hubiese volteado, ya hubieran conseguido restos de cosas por ahí flotando y no se había encontrado pero nada, nada, ni un bolso, nada”, explica.
Sin información de su paradero
Sobre la respuesta de las autoridades ante la desaparición de sus familiares, Gómez asegura que no dan mucha información y que le han indicado que “no tienen mayor cosa que poder hacer” que esperar que Nicaragua, Honduras o Costa Rica desplieguen un operativo de búsqueda.
Gómez también se ha cuestionado la información que compartió la Armada de Colombia sobre el hallazgo de una lancha con 21 migrantes de varias nacionalidades, ya que no han dado más detalles de ellos. Y el hecho de que informen de que en la embarcación IAS II viajaban solo 15 personas, cuando en el canal de Telegram manejan un listado de 36 personas desaparecidas, incluyendo tripulantes de la embarcación, después que una mujer reportó a tres familiares desaparecidos.
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“Si esos 21 migrantes que rescataron, ¿por qué no los informan?, ¿por qué ellos tapan el sol con un dedo?, ¿por qué dicen que esos 21 no son los de nosotros? que esos 21 son pescadores, ¿quién va a decir que en una lancha van a haber 21 pescadores?”, se cuestiona.
Gómez sospecha que el rescate de esas 21 personas pudiera ser de una parte del grupo de desaparecidos y que a los otros 15 aún los están buscando.
Posible secuestro
Gómez relata que este miércoles recibieron una falsa alarma sobre el paradero de los migrantes asegurando que se encontraban en Panamá. También indica que recibieron información de que los migrantes pudieran estar secuestrados por nicaragüenses.
“Si quieren rescate, pues nosotros les reunimos toda la cuenta que necesiten. Están pidiendo supuestamente 40 mil dólares para soltarlos a todos y nosotros estamos de acuerdo en darlos, pero queremos por lo menos pruebas, unas pruebas que estén vivos”, dice.
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El hombre también insta a las autoridades de Nicaragua a que salgan en búsqueda de sus parientes y de la lancha, “que salgan lo más lejos posible, o sea, hasta donde puedan, pero que salgan a buscar, ya son con hoy cinco días. Si ellos están hacia la deriva, todavía pueden estar vivos, todavía pudieran estar vivos, pero si esperamos más tiempo, puede ser fatal”, dice el hombre.