Frente a la gran diferencia entre lo que cuesta contratar los servicios de un abogado que esté acreditado por la Barra de Abogados de Estados Unidos (American Bar Association) y un paralegal, muchos nicaragüenses, que en los últimos cinco años han migrado a Estados Unidos, han optado por contratar los servicios de paralegales para sus solicitudes de asilo político u otro trámite migratorio.
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Sin embargo, expertos en migración explican las diferencias entre un paralegal y un abogado. Advierten que los riesgos de contratar a un paralegal y no a un abogado para estos tipos de casos pueden ir desde pérdida de dinero y tiempo hasta ser puesto en procedimientos de deportación.
Diferencias entre un paralegal y un abogado
Maureen Porras, abogada de inmigración y directora legal de Church World Service Florida, explicó que bajo las leyes federales, título 8 de CFR (Código de Regulaciones Federales), solo ciertos individuos están autorizados a practicar la Ley de inmigración y representar a personas ante los departamentos de Inmigración. Estas personas incluyen abogados admitidos a la práctica de ley. Un “paralegal” no está autorizado a practicar la Ley de inmigración ni representar personas ni comparecer ante las agencias de inmigración.
Porras especificó que “un abogado es un profesional que está calificado para proporcionar asesoramiento legal y representar a individuos y organizaciones en asuntos legales. Para ejercer como abogado se tiene que haber sido admitido a el colegio de abogados de un estado en los Estados Unidos. Como parte de un colegio de abogados, los abogados deben cumplir con las reglas de conducta profesional y un código de ética”.
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Mientras que un paralegal es una persona que asiste a un abogado y está bajo su supervisión. “El papel principal es asistir al abogado en la preparación de casos y hacerse cargo de todos aquellos trámites que pueda hacer bajo la supervisión del abogado, pero que no necesiten de su presencia. Los paralegales se encargan de gestión de preparación de documentación para los abogados”, indicó.
La abogada de Inmigración Astrid Montealegre, supervisora de la fundación Nicaragua American Human Rights Alliance (NAHRA), reafirmó que un abogado “tiene permiso para brindar consejería legal y tiene licencia para ejercer derecho”, y un paralegal “puede llenar un formulario o documento, pero no debe de brindar un consejo legal”.
Estos son algunos de los riesgos
Porras recomienda que los casos de inmigración, especialmente de asilo, se hagan a través de un abogado y no un paralegal. “Bajo las leyes federales, los abogados están autorizados a practicar la Ley de Inmigración, proporcionar asesoramiento legal y representar a personas ante las agencias de inmigración. Un paralegal no está autorizado a nada de eso. Además, los paralegales no pasan por el mismo nivel de capacitación y no tienen el mismo nivel de comprensión de las leyes de inmigración que tienen los abogados”, dijo.
A la vez detalló que “un abogado por lo general debe obtener un título universitario, pasar tres años en la escuela de Derecho, aprobar el examen para ser admitido al colegio de abogados, demostrar que tiene el carácter y la aptitud para ejercer la abogacía y demostrar su conocimiento de la ética legal”.
Porras advierte que paralegales que carecen de conocimiento sobre las leyes de inmigración, pueden presentar documentos, solicitudes o peticiones que en realidad pueden dañar su caso. “En muchos casos, estos errores pueden resultar en pérdida de dinero y tiempo, y hasta ser puesto en procedimientos de deportación. La Ley de inmigración es extremadamente compleja y cambia constantemente. Es importante recibir ayuda competente de un abogado o persona autorizada a representar a inmigrantes bajo las leyes federales”, recomendó.
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Montealegre coincide por separado que el mayor riesgo “es optar por un recurso migratorio al cual no califica y que le nieguen su aplicación, y/o atrasar su proceso migratorio”.
No obstante, Montealegre resaltó que “si una persona ya sabe cómo proceder o ha recibido recomendación de un abogado entonces puede solicitar la ayuda de un paralegal para algo específico, pero no debería de acudir a un paralegal si no conoce bien qué opción elegir”.
Un notario no es un abogado
Por otro lado, Porras señaló que es importante estar claros también sobre la diferencia entre un notario en los Estados Unidos y un notario en otros países.
“Un notario en los Estados Unidos no es un abogado y solo está autorizado a presenciar la firma de documentos. No pueden dar asesoramiento legal ni proporcionar servicios legales de inmigración. En nuestros países, un notario por lo general es una persona que tiene licencia para ejercer la abogacía y representar a clientes en asuntos legales. Esto no es el caso en los Estados Unidos”, expresó Porras, y aseguró que “lamentablemente, hay mucho fraude de notario en los Estados Unidos porque los inmigrantes creen erróneamente que el notario está calificado para proporcionar servicios legales”.
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“Aunque la regulación de la práctica legal se aplica exclusivamente a los abogados, los no abogados (incluyendo paralegales), que participan en actividades que equivalen a la práctica de la ley sin autorización, lo están haciendo en violación y también están cometiendo la práctica no autorizada de la ley”, agregó Porras.
A la vez alertó que “estas personas pueden ser disciplinadas bajo las leyes de la práctica de la abogacía sin licencia (UPL) que pueden ser penalidades financiera y criminal”.
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Por su parte, la organización Nicaraguan American Legal Defense and Education Fund (NALDEF) recomienda ir siempre con un abogado, aunque sean más caros que los paralegales y notarios que no están trabajando bajo la supervisión de un abogado porque “pueden hacer más daño que bien”.
“A lo mejor las intenciones de los paralegales y notarios son nobles y buenas, pero si el conocimiento no es el correcto, puede hacer más daño, por eso siempre sugerimos que hagan todo con abogados, y no con paralegales ni notarios. Hay muchos fraudes acá y muchas personas que se toman ventajas de los inmigrantes. No los recomendamos para nada, es algo con lo que lidiamos todos los días, y vemos mucha gente afectada de una manera negativa”, dijo uno de los abogados de NALDEF.